24 abril 2009

LA ESPADA GUSANO

Manzanares puso la diferencia.

LA ESPADA GUSANO
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

La modernidad del toreo da para todo. Hay cosas que se cuentan y no se creen, pero se entiende que en la evolución de las especies todo pueda ocurrir. Por ejemplo toros que parecen toros y luego resultan bueyes de alquiler de carreta para el Rocío. O tardes que parecen que dan para mucho y luego no dan para nada. O toros que cambian las querencias al centro del ruedo, o espadas que parecen gusanos. A saber. Uno va y deja un pinchazo, la verdad que bueno, y ya no se tiene que preocupar de nada más, se retira del toro, se va a tomar al ambigú una "servesita", y cuando vuelve se encuentra que la espada ella solita se ha metido hasta la empuñadura. Si esto fuera un cuento o el guión de una película de Disney, habría que titular: El pinchazo que se creyó estocada.

En realidad fue lo más de la tarde y una señora vestida de rojo que estaba junto a la Duquesa de Alba. ¡Con sus ojos hubiera yo visto la corrida, a ver si la hubiera visto mejor!

Manzanares tiene un don. Domestica a las espadas, ellas solas se van "padentro". Y otro más, coge un toro, lo espera, lo enseña y le embiste para un trincherazo, dos naturales, buenos y luego cuatro sin convencimiento. Un cambio de manos y una muleta, mágica que le tapa la cara al toro para que no viendo las tablas se le raje. Bueno, luego esa espada gusano no fue efectiva y hubo de descabellar.

Otra de las cosas que debe tener el toreo moderno, o esta modernidad que estamos viviendo en el toreo, es que a veces las faenas son cuestión de comodidad. Por eso es un esfuerzo bajar la mano para hacer romper un toro a embestir, o a rajarse. Es decir, un esfuerzo para definir al toro. Pero estar establecido en el acompañamiento lleva a no hacer esfuerzos quizás por aquello de tener fama y echarse a dormir. Ponce se echó una gran siesta en el cuarto. Comenzó bien por el derecho pero luego se fue la faena a menor tono por ese pitón y la tercera tanda no rompió, ni uno, ni otro. Por el izquierdo igual. Y es que sin bajar la mano a los toros para hacer el esfuerzo, por estar instalado en el acompañamiento, querido Ponce, no hacemos nada. Es raro pero este toro se le fue.

La espada de Luque no era gusano. El pensó que sí. Dio al sexto una traserita y pensó que se hundiría hasta los gavilanes y dejó al toro morir con una agonía innecesaria. Le sonaron dos avisos. Además le debió sonar el oído pues remedando a Ponce se empeño en llevar al toro acompañándolo. Luque que salió destocado al paseíllo, pecó de bisoño. No entendió el esfuerzo que tenía que hacer con este toro que no era más que cruzarse, colocarse, para cogerle el aire de las embestidas, echar la muleta a la cara para tirar y ligar. Y sobre todo cuando el toro amagaba, no había que quitarle la muleta. ¿Que era imposible? No. Difícil, sí. Pero ahí es dónde se escrituran los cortijos. De los toros primero, tercero y quinto, no hubo historia. Los tres toreros demasiado porfiones para tan poco chicha.

La corrida de Cesar Rincón, que se anuncia El Torreón bien presentada en líneas generales pero descastada en el último tercio. Por los históricos de este hierro se sabe que embisten más novillos que toros. Por algo ha de ser. Que se busque en los libros, y que se estudie. El primero bobo. El segundo a menos que se raja. El tercero manseando también se va a tablas. El cuarto manejable. El quinto soso sin finales. El sexto con chispa también se raja.

¡Aquí paz y allí gloria!

FICHA:
Sevilla. Viernes 24 de abril. No hay billetes.Toros de El Torreón, bien presentados en líneas generales. Rajados en el último tercio. Cuarto manejable. Pitados primero, tercero y sexto. Enrique Ponce, pinchazo y estocada. Palmas. Pinchazo, aviso y estocada caída. Silencio. José María Manzanares, pinchazo bueno que se mete hasta la bola, descabello, aviso, descabello. Saludos desde el tercio. Estocada. Silencio. Daniel Luque, estocada un poco contraria. Palmitas. Estocada trasera, dos avisos. Saludos.Se desmonteró tras parear al quinto Curro Javier. Curro Robles en el 6º, le tocaron la música.

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