21 abril 2009

EL DOBLE FILO DE LA CASTA

Tendidos de la Maestranza por Erpacomuro

EL DOBLE FILO DE LA CASTA
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

La casta es una navaja con doble filo. La casta se vence por el filo más afilado. Si de un lado la bravura, si de otro la mansedumbre.
De no conocer el hierro, cualquiera hubiera dicho que esta corrida no era del portugués Joao Folqué. Es más se hubiera dicho que presenciamos una corrida de Torrealta o de Paloma Eulate. Mal presentada. El único toro en Palha, el primero, que sí estaba en Ibán. El resto pareciera de vacas de Domecq, o lo que es más peligroso, un experimento vacuno, pajuelero y de amancebamiento de probetas. Eso por las hechuras, pues por el juego, repito sólo el primero, estaba en el desarrollo textual de la casa por lo que hacía; pedir pelea de salida, le pegó un pitonazo al Fundi estando en el burladero; hizo; pedir explicaciones en los primeros tercios a la torería, se llevó por delante a Sergio Aguilar en un quite; y terminó haciendo en su lidia; no humillar las embestidas y rajarse al final. Todos sin excepción mentirosos en las varas. Todos sin excepción con un punto de brusquedad en las banderillas y en la muleta, verán, en la muleta como Torrealtas, a nadie se comieron, se dejaron y con el punto de descaste suficiente como para no triunfar los toreros pudiendo hacerlo. El primero se rajó. El segundo sin clase. El tercero bueno. El cuarto manejable pero se acabó pronto. El quinto que no rompió y el sexto manejable. El doble filo de la casta depende mucho del afilador. Hay quien los vence a la bravura y hay quien los vence a la mansedumbre. Luego algunos afiladores van y dicen, no, mis toros, perdón, estamos hablando de navajas, sirven, se dejan y los toreros no los entienden. Es cuando el ganadero no quiere reconocer que se ha equivocado en el afilado.

Dicho esto habrá que decir que el sevillano Salvador Cortés cortó otra oreja devaluada en la feria. Es decir una oreja de los sevillitas que creen que arropando a su paisano van a hacer carrera de él. Los sevillitas que le pidieron la oreja a Cortés, y la presidenta concedió, fueron los mismos que le pitaron al Fundi, su reglamentario quite al sexto. Pero ya se sabe que esto de los itas queda muy provinciano y muy de paisanaje. Tanto que no fueron capaces de ver el petardo que Cortés pegó en el tercero. Lo desarmaron, se descubría, anduvo rectificando la posición por falta de mando, había huecos, aburrió al toro y terminó por no entenderlo y encima creyendo que lo hizo bien. Sólo una cosa hizo bien. La estoca. Que en otro contexto bien hubiera valido una oreja. Esa que sus paisanos le dieron por otra cosa. Pero el petardo fue aun peor en el sexto. Un toro que se deja y un torero sin mando ni colocación, eso sí acompañar acompañaba mucho, pero el puro no ardió.

El Fundi no tuvo opciones reales de triunfo, y el lo supo desde el principio, no consintió banderillear ninguno de sus toros. El primero sin humillar hasta que se rajó, y el cuarto mentiroso en los primeros tercios, en los que pareció encastado y que luego acabó siendo un toro soso que se quedaba corto acabándose antes de empezar el cuerpo de la faena.
Un tanto parecido le ocurrió a Sergio Aguilar que pese a vérsele con valor frío y ganas se encontró con un segundo sin clase y con un quinto arisco, descompuesto que no llegó a romper.

¡Aquí paz y allí gloria!

FICHA:
Sevilla. Martes 21 de Abril. 5ª de Feria. Toros de Palha, deficientes en la presentación, tercero chico con cuernos, sexto zambombo sospechoso de pitones. En general descastados. Tercero bueno. El Fundi, media con derrame, ovación con saludos. Media que avía, silencio. Sergio Aguilar, pinchazo bien señalado, pinchazo sin soltar, pinchazo sin decisión, estocada, aviso y descabello, silencio. Pinchazo hondo trasero, silencio. Salvador Cortés, estocada, oreja. Pinchazo y estocada, silencio.Se desmonteró el banderillero Luis Mariscal tras parear al tercero.

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