30 abril 2007

HONOR PARA UN MIURA

FERIA DE ABRIL. MIURA: segundo vuelta al ruedo. FUNDI: oreja y ovación. PADILLA: saludos desde el centro del ruedo y ovación. VALVERDE: ovación y palmas.

HONOR PARA UN MIURA
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

Salía Padilla al centro del ruedo maestrante a saludar después de haber dado lidia y muerte al segundo toro de la tarde, de la miurada, que se llamó Morisco. Antes se le había dado la vuelta al ruedo con todos los honores. A Padilla, conociéndolo, los gatos le arañaban la barriga porque le dieron vuelta a un toro al que no le había cortado una chulla oreja. Claro que a Padilla le arañaban la barriga porque su desmedido orgullo le impide reconocer que anduvo como la chata en su trasteo. Hubo más toro que torero y tan vulgar fue que no estuvo a la altura de lo manejable que fue el burel por los dos pitones. Vulgar y vasto, porque Padilla es un torero vulgar donde los haya y para salir de esa vulgaridad necesita arroparse de otros buenos toreros, lo cual no está mal, y de elegir vestuario anticuado casi rayano en la ridiculez para aparentar algo y llamar la atención ya que con el toro lo único que le apreciamos son carencias. La vuelta al ruedo de este toro podrá ser discutida, como casi siempre ocurre, engrandeciéndose la fiesta por la diversidad de criterios y opiniones, pero yo vi a un toro perfectamente conformado, tanto que no estaba en el tipo de lo de Miura, que fue ovacionado por su presentación, que derribó al picador empujando por derecho, sin un cabeceo, en la primera vara y que fue pronto a la segunda, empujando otra vez y cobrando la ira del picador agraviado que se ensaña con el. Padilla le hace un quite vistoso por faroles y compartiendo palos con Fundi solo el tercer par fue bueno, los otros pasados de cabeza. Que un Miura como este en la muleta también fuera noble y bueno, ya era el san acabose. No era un Miura, parecía un Núñez y aunque me pareció muy encastado, en bravo, no creo que en la muleta mantuviera en mi libreta de notas, la de bravo. Tuvo su geniecillo y su temperamento y a veces no tanta fijeza como parecía tener. Pero no seré yo quién le niegue el honor de la vuelta después de ver lo que muchas veces vemos por ahí… y aquí también. Si con este toro de orejas, Padilla no se coscó, el asunto quiso remediarlo en el quinto y no pudo. Verán: tragantones, portagayola, enganchones, arreones, más revolcones, ahora me pongo, ahora me encasquillo, ahora me dejo pegar otro. El toreo y el circo, ambos espectáculos son emocionantes, quizás, los dos, con la misma verdad pero lo del jerezano en este toro ha sido un derroche de inútil valor si valor es querer y no poder haciendo del toro más malo de lo que era, que no era nada bueno.

Valor de verdad, el torero de Salamanca que se puso en el sitio exacto donde su lote, el peor, pudiera embestir. Valverde lo consiguió con cuenta gotas, mas en el sobrero tercero que en el que cerraba plaza al que le sacó los muletazos que pudo pero no pudieron ser limpios. Con ese sobrero al que fue capaz de torearlo de capote, que hizo sonar el estribo, al que Fundi le hizo un quite perfecto de dos delantales y una media y que en banderillas cortaba y echaba la cara arriba, Javier Valverde lo toreó al natural con las reservas oportunas pero arrancándoselos con firmeza. Con la derecha igual, quizás el merito de la faena amén de exponerle fue los toques acompasados de muleta en el cite y de la voz. Mató muy mal y la gente no le echó cuentas a las orejas.

El Fundi hizo las cosas bien hechas durante sus dos actuaciones cobrando en el primero la estocada de la feria de ejecución y de colocación. Esa estocada debería tener premio y nada más que por ella, la oreja que se llevó. Hay que alabarle su voluntad y entrega. Toreando cuando podía hacerlo, pitón derecho del primero, algunos a este toro por el izquierdo y tonel cuarto cuando toreando cuando se dejaba y lidiando cuando no. Una actuación muy valorada del madrileño.

La corrida de Miura correctamente presentada en el encaste, menos el segundo que tenia otra estructura morfológica distinta, esa que dicen los toreros que no falla para embestir. El tercero devuelto por renqueante de los cuartos traseros. Mansurrona para el caballo, segundo en bravo, y que a la muleta llegaron: Manejable el primero, bueno el segundo, deslucido y peligroso el tercero. Cuarto y quinto, unos marrajos. Y el sexto se paró sin solución de continuidad.

¡Aquí paz y allí gloria!

29 abril 2007

LO MEJOR DE ANDY CARTAGENA

FERIA DE ALBRIL. MATINAL DE REJONES. MURUBE: terciados, quinto bien presentado, y colaboradores. DOMECQ, vuelta por su cuenta. FERNANDES: silencio. BURGOS: oreja. CARTAGENA: oreja. GALAN: palmitas. HERNANDEZ: ovación.

LO MEJOR DE ANDY CARTAGENA
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio.

Llevo muchos años viendo a este rejoneador y siempre lo he visto pegar caballazos. A lo mejor se descuidaba una tarde y hacía algo con la ortodoxia suficiente como para asombrarme, pero luego nada, volvía otra vez a la carga de caballería contra el enemigo. Andy ha estado bien. Lo mejor y lo más importante que le he visto a este chaval. Faena muy bien hilvanada, sin vulgaridades. ¡Quizás por ser Sevilla! Está bien, ya sabemos que sabe hacer el toreo a caballo y del bueno. Paró con mucha suavidad. Luego puso un rejón de castigo a cabeza pasada. Es decir en la grupa. Pero en banderillas estuvo bien, volvió a la suavidad, a la corrección en la monta y a la pulcritud. No hizo alardes ni concesiones, se mostró con oficio. El primer palo lo trabajó y templado lo puso limpio. El segundo dando la cara el caballo, midiendo las distancias y cogiéndole la velocidad al animal. Lo esperó casi hasta la desesperación dejándolo llegar mucho. El tercer y cuarto palo los puso al violín con quiebro y siendo estas evoluciones por lo general muy populares, para la galería, en esta ocasión los consiguió con oficio admirable y bueno. Los dos últimos fueron las cortas en uno arriesgó tanto que los pitones tropezaron levemente al caballo. Cobró una oreja después de un rejón de muerte contrario y bajo.

Antonio Domecq no estuvo bien. La faena muy irregular, sin hilvanar, sobre todo en los quiebros donde no conseguía tomarle el aire al toro y por algunas pasadas en falso que le restaban ligazón al oficio.

Rui Fernandes, a quien a mi parecer se le ha dado mucho cuartel sin llegar a merecerlo y al que en esta misma plaza de toros le han regalado orejas en otras temporadas por la cara, ha dado un mitin no apreciado ni observado por la concurrencia que como es natural hoy era la de las entradas regaladas de los que no les gustan los rejones o los que no estaban dispuestos a pasar el calor del sol sevillano. Batía muy abierto y otras veces bastante abierto, colocaba trasero cuando no bajo. Sacaba bien al toro a los medios pero luego despachurraba lo bueno con lo malo que era no clavar al estribo. Fuera ce cacho en casi todos los cites menos en el quinto palo que lo prepara mejor, lo resuelve y lo coloca bien. Mató mal.

Martín Burgos quiere hacer las cosas bien y por derecho sin embargo me dio la impresión que aún no domina bien los caballos, que a veces pasaba que había más caballo que jinete y tiró mucho de los efectos de los quiebros y al violín quebrando. La rosa fue buena. Mató de rejón que provoca vómito.

Sergio Galán tardó en tomarle la medida al toro en el rejón de castigo, debió ponerle dos, y en los primeros palitroques. El segundo bis y el tercero, buenos. En el cuarto desobedeció el caballo o no le ordenó con claridad y el animal se atrofió. Mató esperándolo mucho y aguantando de uno trasero y caído.

Leonardo Hernández hijo paró bien al sexto y puso una tercera banderilla buena rematando con piruetas en la cara. La cuarta resultó de un oficio importante para un chaval que hace un año debutaba en esta plaza. Las cortas al violín fueron muy correctas y con mucha verdad. Al matar de medio contrario tocó al caballo y llevado por las prisas se equivocó al echar pie a tierra creyendo que estaba muerto. Tuvo que descabellar.

Estos chicos aprenden de sus mayores. Que les enseñan mal. Ponen rosas, banderillas cortas y otros enseres en los lomos a puñados en numero más de seis, que está prohibido por el reglamento. Usan las monturas mixtas por sistema como si tuvieran que pegar caballazos para no caerse. No usan Zahones como el niño de Leonardo que falta al decoro en la vestimenta y Burgos se pone el barboquejo en la garganta cuando su nombre indica dónde se pone: ¡en la barba oiga, en la barba!

¡Aquí paz y allí gloria!

28 abril 2007

UN TERCIO SERIO

FERIA DE ABRIL. MARCA: podridos. CORDOBES: Silencio en el lote. RIVERA: silencio y aviso y silencio. FANDI: silencio en el lote.

UN TERCIO SERIO
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

Hacia bastante tiempo que no veía un buen tercio de banderillas. Un tercio bien concebido por la elección de los terrenos, por la ejecución de la suerte y por la colocación. Por lo común se piensa que el tercio de banderillas es un tercio caduco, de tramite, y que se conserva en la tauromaquia del siglo XXI por puro ritual. Sin embargo el segundo tercio es más importante de lo que se cree. En las banderillas vemos, tras las evoluciones del capote y de la vara, las condiciones que va a tener el toro para la muleta, y es aquí donde podemos observar el mejor pitón del animal. Este tercio es el del toreo primitivo. El de más valor, el del toreo a cuerpo limpio. A menudo este tercio es cubierto por los banderilleros para agradar al matador, aumentar o desmerecer la condición del animal y nunca para propio lucimiento, si bien es en la segunda mitad de la década de los ochenta del pasado siglo, cuando los banderilleros aupados por sus jefes de filas, y cuando la ocasión lo permitía, se lucían para gloria del espectáculo. Martín Recio, Montoliú, Cruz Vélez, etc. son ejemplos de excelentes profesionales poniendo palos y manejando el capote en la brega. Los matadores que han cubierto el tercio por lo general han evolucionado conforme la suerte y las modas lo han hecho, encontrando nombres que han hinchado de gloria este toreo. El poderoso Miguelín, el atlético Paquirri. Vean videos de Luis Miguel. Y otros matadores le han puesto espectacularidad y le han quitado elegancia.

El Fandi se ha convertido en un torero fortísimo en este tercio y se dice que no hay quien le enmiende la plana. Hoy en Sevilla lo ha demostrado una vez más cuadrando en la cara, ganándosela corriendo hacia atrás, cosa que es de su factoría, o las del violín que ha revitalizado. Pero también ha emocionado en los pares saliendo desde el estribo y otro por dentro, aunque el más arriesgado ha sido el cuarto par al toro sobrero porque se le paró a mitad del recorrido, cuando Fandi embrocaba, apretando con malicia el animal. La cosa no pasó en su lote más allá de este segundo tercio pues los toros terminaron parándose. Quizás unos leves apuntes con el capote en el tercero.

Pero el tercio de banderillas más serio lo ha protagonizado esta tarde Francisco Rivera Ordoñez. Confieso que nunca lo he visto tan completo. Algunos pares buenos aislados desde que realiza la suerte más de continuo. Pero hoy Rivera Ordoñez a toreado a cuerpo limpio con una pulcritud y una seriedad que me han admirado. No encontré formas de Paquirri por allí. Vi a un Rivera Ordoñez personal y serio. Era el quinto toro, que había embestido bien al capote, que se empleó en el primer puyazo y al que el matador le hace un quite a la verónica aseado. La segunda vara es de trámite y además se repucha. El publicó pidió palos y el torero se los dio. El primer par lo tomó en corto porque el toro no acudía a los cites. Bien, pero quedaron caiditas. El segundo par perfecto en el cuarteo y bueno en la colocación. El tercero al sesgo, bien. Todo sin concesiones. Puro. Me gustaría volver a verlo así, porque quizás entonces lo que he visto hoy significaría algo que bien pudiéramos contar mañana. Su lote en la muleta, como toda la corrida, no tuvo ni chicha ni limoná.

Abría plaza un chaval que volvía por fin a una plaza seria, después de haber estado en el exilio tropecientos años, y volvió "pa na". Manuel Díaz El Cordobés, como no banderillea quedó inédito.

La corrida de José Luis Marca ha pesado, incluyendo el sobrero, 3422 kilos. Le he oído decir al ganadero que va a cambiarles la alimentación. ¡Qué mal aficionado es! Le echa la culpa al pienso cuando tendría que flagelarse como penitencia por criar toros tan descastados. Esto es Juan Pedro y a la corrida de Juan Pedro les remito para que comparen. Yo que el empresario le pediría que me devolviera el dinero agarrándome a la ley del consumidor. Fuimos a una corrida de toros bravos y vimos una bueyada. Pero más grave aún, yo que el carnicero no le compraría las tres toneladas y media de carne porque esta debe ser una carne amarga como el amo que la ha criado. No sé como el toreo tiene en cuenta a este gafe. Gafó a su yerno Paco Ojeda. Gafó a Finito de Córdoba. A Tejela y por ultimo ha gafado a sus propios toros. ¡Para no salir de casa cada vez que se anuncie algo suyo. Toros con fachada pero podridos por dentro. ¿A ver si va a ser el anisaquis?

¡Aquí paz y allí gloria!

27 abril 2007

LOS FORASTEROS

FERIA DE ABRIL. VENTORRILLO: quinto encastado, sexto manso de solemnidad. JIMENEZ: silencio en el lote. TEJELA: silencio y ovación. PERERA: ovación y silencio.

LOS FORASTEROS
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

El forastero es un espécimen humano que no atiende al refrán que dice: allá donde fueres, haz lo que vieres. El forastero baja o sube a Sevilla, se va a la feria, se pone bien de todo y luego se empotra en los toros como si fuera a ver una corrida en cualquiera de los pueblos de la España profunda. Allí sale un toro manso y el publico se come a quien se ponga por delante que suele ser el alcalde. El alcalde no quiere ser comido y va y lo devuelve. En Sevilla sale un toro manso, y claro, no se protesta y como el forastero no hace lo que hace el foráneo canta la gallina con sus protestas. Y el de la guasa mira "parriba" y "dise": yan venio loo vasia corrale"

El toro manso era el sexto pero además lo era de solemnidad desde la primera entrada al caballo de la que salió arrea burras, y como sabía dónde estaba el daño no quería repetir, huyendo, no yendo, hasta que se encontró otra vez con la plaza montada y se dejó. En banderillas pegando arreones y echando la cara arriba y el torero, torpeza al canto, va le pierde la cara y dice el Explosivo: ¡pues ahora te reviento! Y va y le pega un revolcón de muy señor mío. Perera se libró por los pelos. Pero no fue el lote el de Miguel Angel porque con el tercero, que se paró, solo pudo poner voluntad sin obtener resultados.

Abría plaza César Jiménez y la abrió mal recibiendo al primero con lances a pies juntos que es un toreo ventajista. La verdad en el capote está en la verónica, lo demás son cuentos. Luego en el trasteo no se acopló, hubo más toro que torero y sinceramente creo que fue porque este chaval tiene más tonterías encima de los hombros que chismes tiene un mueble bar. En el cuarto se empeñó en torear a un manso como si fuera una burra y Joselito hablando por teléfono, claro que no era él el que conducía, pero es que me da que no ha enseñado bien a su pupilo. Bueno, seguramente le está enseñando las cosas de Pepito Arroyo en su mala época.

El segundo toro de la tarde salió mandando y alguien dijo: miradlo, con mando en plaza. Empujó al caballo con genio. Cumple en el primer par, corta en el segundo y echa la cara arriba en el tercero después que los banderilleros pasaran el quinario para ponerlo. Capotes regados por el suelo y el burel diciendo: ¡Qué pasa! Y eso, que no pasó nada porque nadie de los de a pié, incluido Tejela, supo dominarlo. El quinto fue otra cosa. El toro bueno por encastado tuvo viaje e interés pero el de Madrid no lo vio hasta muy entrada la faena de manera que anduvo uno por aquí y otro por allí quitándole la muleta de la cara y olvidándose del verbo ligar y poco antes de cambiar la espada algo al natural más entonado. Por el derecho había estado muy vulgar y sin entender las embestidas. Tanto tardó en calentarse que cuando volvió a la cara para hacer el mejor toreo de la tarde ya no había tiempo. Me da a mí que este ricitos es un poco torpe. Sabe torear pero no ve los toros a tiempo. Pinchazo, estocada trasera y baja.

La corrida del Ventorrillo correctamente presentada, el segundo bien presentado. Mansurrona, sexto manso, quinto en bravo, que a la muleta llegó interesante el primero, mansito el segundo, parado el tercero, con las complicaciones propias del mansurrón el cuarto, encastado el quinto, imposible el sexto.

¡Aquí paz y allí gloria!

26 abril 2007

CASTELLA SE EQUIVOCA



foto: oraciones en La Maestranza, por Erpacomuro

FERIA DE ALBRIL. JUAN PEDRO: de hastío, quinto y sexto mejores. FINITO: ovación y silencio. CASTELLA: silencio y oreja. MANZANARES: aplausos y ovación.

CASTELLA SE EQUIVOCA
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

El toreo de Castella está basado en el valor y la quietud. Le gustan las cercanías pero cuando por lógica el toro se viene a menos. Los comienzos son vibrantes y emocionantes. Si el francés no consigue eso, el francés no es Castella y si no lo consigue es porque el chaval tenga una mala tarde o los toros no le valgan. Los toros artistas no le valen a este torero. No deben valerle a ninguno, porque los toros artistas son eso, artistas, pero no toros, y a este cuya concepción taurómaca es de principios emocionantes, menos. Castella se equivoca y lo equivocan apuntándose a estas corridas. La corrida entera no ha sido picada. Las puyas no medían la bravura que es para lo que se inventaron, sino que acariciaban el cuero. Craso error. Hay que picar y si el toro aguanta, muy bien, sino, al desolladero. Con esta suerte no se puede transigir. Aquí como los de Esparta. El que se agarre al peto se queda, el que no, fuera de la comuna. Con el segundo toro el francés no dijo nada, porque el toro tampoco decía y el publico con media de La Guita en cima, dormitaba. En el quinto empezó la faena con muletazos atribuibles al toreo superficial que tanto gusta a los sevillanos. Ahora ese pase cambiado, luego esa trinchera, ahora la trincherilla, después el remate y aquí le cambio el cite porque se queda parado por el otro lado. Más recorrido tuvo el toro, y más interés la faena, aun cuando en los finales pecó Sebastián de encimismo. Buena estocada de ejecución pero de colocación deficiente.

Los toros de hoy han evidenciado el tremendo fracaso del ganadero Juan Pedro. Todo el esfuerzo que ha puesto en transformar su ganadería cambiando la sangre de casta por la mansa, léase la mansedumbre borreguil, ha sido inútil porque el sendero del toreo que él pretendía y para el que servía sus toros no ha sido el elegido. Este noble español, (noble de clase, no de ser persona) que con la crianza de este tipo de toros auspiciaba la teoría de la diversión, se ha equivocado de pitón a rabo, porque lo que la gente quiere, y algunos toreros también, es la teoría de la emoción. Esa que ha llegado en los dos últimos toros a partes iguales por los cornúpetas y por los de luces.
Muy baja de casta, de presentación también muy desigual. Primero y cuarto, justos. Segundo y quintos, terciados. Tercero anovillado y sexto bien presentado y rematado. En la muleta dieron el siguiente juego: Noble y bueno el primero, el mejor. Desesperadamente noble el segundo. Quinto y sexto con un poco más de movilidad. El tercero brusco y el cuarto chochón.

La mejor estocada de la feria, en ejecución, colocación y efectividad la dio Manzanares al tercero. De libro ¡oiga!. Se en cuna. Se perfila. Le echa abajo la muleta. Hace la cruz con perfección y toreando como no puede ser de otro modo si entendemos que eso es un pase de pecho, y en el instante deja la mortal estocada que fulmina al toro. Estocadas como estas nos quitan enemigos agresores de la fiesta. Antes el publico no le había parado bola al alicantino con un toro brusco sobretodo en dos buenas tandas de naturales después de haberlo ido domando. Ese Manzanares, al que se le intuye también buenos augurios en su carrera, promete por su disposición, por su oficio y sobre todo porque se lo está creyendo, por eso es capaz de estar bien, cuando pongamos que podría estar mal y no pasaría nada. Anduvo muy correctisimo con el que cerraba plaza.

Finito que hubiera podido ser un torero de culto, ya no tiene remedio. Gusta en lugares muy determinados por esa composición estética y porque a qué negarlo miente muy bien haciendo creer que imprime profundidad cuando en realidad lo que hace es darle largura a los muletazos a base de imprimir pico. El primero de la tarde se le fue sin torear. Echó mano de los kikiriquies y las trincheras para hacer la faena y eso no es torear. En el cuarto la cosa fue de ir y de venir pero sin emocionar y luego dio buenos naturales que la gente vitoreó pero en el toro anterior los había dado Manzanares mejor y nadie dijo nada.

Estuvieron bien con los palos Trujillo que no saludó y si lo hicieron Curro Molina y Curro Javier.

¡Aquí paz y allí gloria!

¡AVE, CÉSAR!

Son bastantes los sectores de nuestra sociedad, y no digamos de la europea, que abominan o se sienten ajenos y distantes de todo lo que significa la Fiesta de los Toros. Pintan bastos, en definitiva, para algo que hasta hace muy poco tiempo fue consustancial con nuestra forma de ser y estar ante el mundo y la vida.
Como no podía ser menos, determinados movimientos sociales y partidos políticos hacen suyo este antitaurinismo y lo llevan o intentan llevar a las instancias parlamentarias o de poder sin que, por cierto, hayan conseguido hasta ahora grandes logros ni éxitos en su batallar, mas sin desmayar por ello y con un espíritu y constancia dignos de mejor causa.
Esta atmósfera hostil ha causado el nacimiento de una Plataforma para la Defensa de la Fiesta, en la que, junto a representantes del sector taurino, se agrupan y aglutinan una serie de intelectuales y hombres ilustres que pretenden divulgar y dar a conocer los valores, grandiosidad y esplendor contenidos en la corrida de toros, todo ello con el loable afán de tomar la iniciativa y pasar a la ofensiva dialéctica, y no sólo para limitarse a reaccionar ante los ataques recibidos.
Sin desmerecer éstas u otras iniciativas taurófilas, lo cierto y real es que no resulta tarea fácil llevar a los taurófobos al conocimiento y comprensión de algo que rechazan de plano, rechazo que, en la mayoría de los casos, no se sustenta sobre la racionalidad y el espíritu analítico, sino sobre fuertes sentimientos de aversión y repugnancia ante el espectáculo de la sangre y el sufrimiento del toro. Cuando sólo se percibe crueldad es casi imposible avistar o distinguir la belleza.
Además, y para acabar de complicarlo todo, la corrida de toros presenta las suficientes aristas, e incluso contradicciones, como para que esta labor proselitista no se vea entorpecida u obstaculizada en muchos casos; más aún, las miserias que los propios taurinos han inoculado en la Fiesta son el mejor escaparate y argumento para quienes intentan abolirla o anularla, ya que éstos aprovechan y resaltan los vicios taurómacos –unos reales y otros ficticios- y no detectan las virtudes, mientras que los amantes de la misma ensalzan tales virtudes y exigen acabar con las lacras y estigmas que la afean y degradan.
Lo cierto y real es que, por desgracia, manchas y claridades conviven en el espectáculo, y a veces, demasiadas veces, son más las sombras que las luces.
Pero también es cierto que cuando se atisba la luz desaparecen las sombras. Cuando la poderosa luz de la verdad que el toreo encierra aparece en todo su esplendor, todo se descubre en un momento.
El pasado 24 de abril se celebraba y televisaba una corrida de toros de la feria sevillana. La primera parte de la corrida podría constituir el mejor ejemplo de la anticorrida: toros flojos, bobalicones, sin raza, casta, poder ni bravura; el aburrimiento, el bostezo, lo plúmbeo era la nota dominante de la maldita tarde. Toros que no eran toros y toreros desesperados ante el más antitaurino de los muros: la falta del toro. La peor lacra de la Fiesta se hacía patente y presente una vez más. Sin toro no puede haber torero; cuando sale el toro siempre es factible que aparezca un torero.
Salió el cuarto toro y fue devuelto a los corrales por endeble y aun por su exasperante e insulso ir y venir. Todo hacía presagiar lo peor; el bochornoso espectáculo parecía empeñado en continuar para acabar con la santa paciencia de un público que siempre espera todo lo contrario: ver cómo se enfrenta un torero a un toro, a un auténtico toro.
El toro sobrero era un toro. Con la suficiente pujanza, acometividad y agresividad para calificarlo de tal. Un toro que pedía a gritos un torero de verdad, y ese torero de verdad estaba allí.
Estaba allí y logró en un santiamén convertir la plaza –el coro ansioso de emoción y belleza- en una explosión de entusiasmo y aclamación.
No usó más armas que las del valor y el valer. Desgranó con pureza y perfección el toreo de capa, lidió con esmero al animal y le plantó cara en la muleta con la autenticidad desnuda del toreo más hondo y rotundo: citar a distancia, cargar la suerte, exponer la femoral y adelantar la tela para que los pases fuesen completos y nunca semipases.
Ante tanta verdad, ante la sinceridad del auténtico reto que el torero planteaba al toro valiéndose sólo de las reglas o normas más puras y excelsas del rito, la luz se hizo patente y a todos nos encandiló.
Aquel hombre torero, cargado de millones, glorias y honores, sin necesidades ni penurias que cubrir, expuso limpiamente su vida y desafió al pujante toro con la tauromaquia más ortodoxa y arriesgada. Tanto fue el peligro, que resultó cogido de forma aparatosa y nos hizo temer que, por enésima vez, nuestras ansias de llegar a la victoria por la belleza se viesen frustradas.
Pero no, este torero -semidiós ya más que hombre- volvió al toro y desmenuzó una y otra vez el toreo más caro y difícil. Al llegar el instante supremo, citó a recibir y recetó, al segundo intento, una estocada antológica. La catarsis colectiva se desbordó y todos aclamamos y reverenciamos al autor de tan magna obra.
César Rincón, ese menudo y entrañable colombiano, lidió y mató así su último toro en Sevilla. César Rincón demostró su grandeza de excelsa figura del toreo. César Rincón hizo por el toreo y la Fiesta más que un millón de discursos, proclamas y conferencias.
¡Salve, César!

Almería, 25 de abril de 2007.
José García Sánchez.

25 abril 2007

SEÑALAMIENTOS

FERIA DE ABRIL. DEL RIO Y JUAN PEDRO: desiguales de presentación y de juego. ABELLAN: silencio en el lote. JULI: silencio y al tercio. CID: aviso y silencio en los dos.

SEÑALAMIENTOS
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

Se me podrá decir que esta corrida no ha sido señalada por la autoridad sevillana en el campo y que por eso ha salido como ha salido de presentación. Si se me dice eso yo contesto: error. Pues los históricos, me refiero a los archivos, dicen que esta ganadería nacida para alimentar el ego a las figuritas, no es un dechado de virtudes en presentación y "contri más pa esta plaza".
Se me podrá decir que esta corrida ha venido a los corrales de La Maestranza con otros toros que no fueron los señalados. Yo contesto: error. Los taurinitos que pidieron árnica y la consiguieron, en cuanto la autoridad se da la vuelta, les clavan puñales traicioneros a la afición. Y pregunto ¿entonces para qué sirve el articulo de la norma donde se insta a los señalamientos? Tengo dicho y defiendo que ese asunto no le compete a la administración, la administración no puede ejercer de empresario. El empresario presenta toros a la autoridad y la autoridad ejerce de defensor de los intereses del pueblo. Y punto.

La corrida como era de esperar desigual en la presentación: el primero feo, el segundo un becerro engordado, el colorado tercero bastón y el quinto justo. Los dos remiendos de Juan Pedro Domecq, dos novillos bien alimentados. Y para favorecer el argumento de los pillastres que dice que sólo embisten los toros que ellos mandan a las plazas, estos van y se comportan como mulos los dos primeros. El tercero noble pero sin chispa y el quinto corto que se para. Los toros artistas buenos, el cuarto con recorrido y chiribitas. El sexto manejable.

Abellán puso voluntad en el primero de la tarde hasta que terminó desarrollando sentido el toro, y en el cuarto nada dijo, lo llevaba y lo traía pero sin mandar. Por el pitón izquierdo no se acopla y cuando volvió al derecho ya pegaba un tornillazito en el remate del muletazo. Mal con la espada en este, en el otro estocada.

Peor que el primer toro, el segundo, aquí el publico no dio opciones a que el Juli intentara algo. No lo hizo y lo mató de dos pinchazos, media y descabello. Con el quinto se pegó el atragantón justificando la inclusión en la feria de este año porque el pasado se quedó fuera y para el próximo, ya veremos. Hace tiempo que este torero madrileño dejó de interesar y como en toda la temporada no haga algo importarte y los nuevos sigan arreando, lo va a tener complicado el hijo de don Julián.

El Cid ha estado toda la tarde, incluso bajo la lluvia, sobrado. Tuvo detalles de estilo en el tercero después de haber aguantado al toro bien por el pitón izquierdo y hacerle las cosas para mejorar las embestidas. La faena de la lluvia bastante aseada, con derroche de oficio y de entendimiento de los toros.

Esta no fue la tarde de los toros, allí hubo más toreros y a uno que se llama Montoliú que puso dos buenos pares de banderillas entre los pitones, no le tocaron la música.

¡Aquí paz y allí gloria!

24 abril 2007

TODOS ERAMOS CESAR

FERIA DE ABRIL. TORRESTRELLA: descastados. RINCON: silencio y dos orejas. PONCE: silencio y al tercio. CORTES: silencio y saludos.

TODOS ERAMOS CESAR
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

Todos aplaudimos a un torero de casta cuando con las dos orejas daba su ultima vuelta al ruedo en La Maestranza este torero colombiano que vino a decir una tarde de mayo en Madrid, el toreo. Luego en esa temporada fueron cuatro tardes y ya Rincón se instaló entre nosotros. Hoy nos decía adiós y nosotros le tocábamos las palmas. Él aún conmocionado por la voltereta las agradecía con esa sinceridad y humildad que solo los del sur de América saben hacerlo. Se fue Rincón de Sevilla y se fue con una faena de casta torera y pundonor. De eso que muchas generaciones nuevas no saben ni que existe. Lloraban los colombianos que vinieron a verle y a algunos nos pegaron el llanto. Llanto de emoción que no de tristeza. Porque si algo nos ha dado Cesar en su carrera ha sido eso, emoción, que es verbo fundamental en la tauromaquia. ¡O acaso no fue emocionante verlo ponerse encastado, más que el toro, en el cite! ¡O matando a recibir! Gracias que la cosa acabó bien, ¡porque empezó muy mal!, casi al borde del fracaso, o la indiferencia, como le ocurría ayer a Jesulín. El primer toro que había cumplido en varas, acudió a banderillas con reservas que desarrollo en la muleta donde terminó parado como un mulo.

Pero si aquel primer toro de tito Álvaro fue así, peor aún el primero de Ponce que ya en banderillas dijo que nones y en la muleta más malo. Luego el quinto dentro de su sosería se dejó y Ponce, muy técnico, ¡pues como es!, hilvanó bien haciendo que el toro embistiera. Se dice que Ponce nunca defrauda y esta era una prueba de lo que se dice.

Salvador Cortés me preocupa. Ya ha terminado su feria y se va sin decir nada. Nada de importancia. Creo que ha dicho por ahí que después de estar bien las pasadas temporadas nadie lo ha llamado. Debe referirse a contratos. Saben que sostengo aquello de que Sevilla da prestigio y Madrid el cortijo. Pues ya saben lo que le ha pasado a Cortés. Pero mi preocupación es mayor porque me está dando en el caletre que a ver si la cosa de las temporadas pasadas ha sido por la mediocridad que en ellas hubo entre la torería andante, en fin, y ya saben aquello de que en el país de los ciegos el tuerto es un rey. Verán, bien que en el tercero, nada de nada por lo descastado que fue el animal. Pero ¿y en el sexto?. El toro era bueno del principio a la mitad de la faena y luego terminó acabándose, pero en lo que duró es que no pasó nada y Cortés no está en disposición de que no pase nada por su vida. Se quedaba descolocado en cada muletazo por eso no había armonía, que es ligazón, en las tandas, y para más inri no se ajustaba con el toro pareciendo todo muy deslavazado. Total, nada.

La corrida de Torrestrella correctamente presentada menos los terciados toros corridos en segundo y tercer lugar. Muy baja de casta que llegaron a la muleta, parados los tres primeros. Soso el quinto. Bueno de más a menos el sexto y el sobrero cuarto se dejó aunque protestando por momentos.

No puedo terminar sin decir que hoy en Sevilla, ese publico guapo, sevillano y no sevillano, y esa banda de música famosa en el mundo entero, le han pegado una ovación y se han arrancado a tocar, por un par de banderillas del hermano del torero a cabeza pasada. ¡Qué cosas tiene Sevilla!

¡Aquí paz y allí gloria!

23 abril 2007

LO QUE SE ADIVINA

foto: puerta del principe, por Erpacomuro


FERIA DE ABRIL. CUVILLO; quinto bueno. UBRIQUE: silencio en el lote. MORANTE: bronca y dos orejas. TALAVANTE: oreja y dos orejas, Puerta del Príncipe.

LO QUE SE ADIVINA
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

No me importa la Puerta del Príncipe de Talavante, no. Además no creo que se la mereciera, le sobró una oreja. Lo que me importa de Talavante es lo que se le adivina a este torero que acaba de empezar y ya ha conquistado las dos plazas más importantes del mundo. ¡A ver si va a ser el culpable de la reaparición de José Tomas! Talavante no tiene nada y tiene todo, aún de verdad no ha dicho nada importante y sin embargo tiene todo lo necesario para decirlo. Valor. Sitio. Ganas. Maneras. Formas. Entrega. Disposición. El oficio lo tendrá y a la suerte con todo esto debe ayudarle. Los aficionados estamos satisfechos. En su primero, sobrero de la misma ganadería, le cogió el ritmo a la faena de medio al final. Más entonada. Hasta ese momento, iba siendo aseada. El ritmo del toro era más por el izquierdo que por el derecho y el pecado, siempre a media altura la muleta. En el que cerraba plaza le pasó igual, la comenzó quedándose descolocado en los remates de los muletazos, abusando del pico y con intervalos buenos y malos. Cuando el toro se fue al tercio tuvo la virtud de aguantarle los terrenos y ponerle las ganas de embestir que le faltaron al toro que acudía al engaño retranqueado pero el lo esperaba muy firme y conseguía templarle el muletazo llegando a arrebatar al publico. La estocada fea, caída provocó vómito horroroso. No fue faena de dos orejas pero la gente guapa ya se sabe, muriendo por sacar a los toreros a hombros. Bueno ellos no. Los otros.

Dicen que Morante ha hecho otras faenas parecidas a la de hoy en Sevilla, y yo digo que eso es mentira, o para que suene más suave que eso no es cierto. Morante jamás, en lo que yo llevo de verle y lo he visto desde novillero casi sin caballos, nunca ha hecho una faena igual. Ahora menos aún. Jamás sus faenas son iguales, jamás las broncas que le pegan son iguales. Esa es la virtud de Morante: la variedad, aderezada con el gusto que le imprime a sus trasteos y la calidad de lo que realiza delante de la cara de los toros. No hay ahora mismo ni un torero parecido a el. Por eso arrebata, por eso gusta y por eso impresiona. La faena de las dos orejas llena de pinturería y estética y lo de la Portagayola no tiene importancia más que pedir perdón a la afición después de la bronca en su primero, se tiró a la arena dejando el capote de cualquier forma. Lo importante de eso es que después de levantarse se puso a torear a la verónica y bien. El segundo toro ni lo vimos. Podíamos suponer que no se iba a dejar pero antes llegó el sevillano. Lo macheteó y se lo quitó del medio. Bueno la bronca fue más bien una bronquita.

Con todo esto sucedido nadie se acordaba de Jesulín, pero se despedía de Sevilla y bien merece un recuerdo. El que abrió plaza después de haberse roto en los dos primeros tercios en la muleta se apagó. Tuvo momentos buenos por el pitón derecho pero no terminó de calar en el publico. Por el izquierdo no terminó de acoplarse. Estuvo mal con los aceros. A este lo mató de bajonazo y al cuarto de un metisaca en los costillares y un descabello. El toro se vino rápidamente a menos y no hubo opciones.

Los toros de Nuñez del Cuvillo correctos en su presentación, algunos justos de fuerzas motivo por el que no aguantaron hasta el final, cumplidores con los montados y que llegaron a la muleta: primero, noble de mas a menos. El segundo parecía malo. Tercero devuelto por descordinación motriz. El sobrero manejable. El cuarto se apagó. El quinto el mejor. El sexto sin recorrido.
¡Aquí paz y allí gloria!

NO ERA UN TENTADERO

foto: maqueta de la maestranza, por Erpacomuro

FERIA DE ABRIL. EL PUERTO: de irreprochable presentación. VILCHES: saludos desde el tercio en el lote, avisado en el cuarto. GALLO: silencio en los dos. CAPEA: silencio en el lote.


NO ERA UN TENTADERO
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio


Se daba en La Maestranza una corrida de salmantinos con un invitado de Sevilla y aquello parecía que habían ido a un tentadero. ¡Figúrense, un tentadero en La Maestranza!


Fraile ha echado un corridón de toros en presentación y de variado juego, como deben ser las corridas para que no se conviertan en monólogos de burras y en divertimento de orejas. Toros con sus tonterías de mansitos pero para haberles cortado las orejas por lo menos a la mitad. Sin embargo los matadores los trataron como a becerras en tentadero. Arreándolos con la voz, fustigándolos con la muleta, lambreándolos con los capotes. ¡Ya digo como en tentadero en casa de ricos!


Así pareció estarlo El Gallo que maltrató al mejor toro de la tarde, un toro bueno por ambos pitones que venía de cubrir los dos primeros tercios con suficiencia, pero al que le dio por gritarle, ¡como si el toro fuera sordo, oiga!; y por no darle ni un muletazo bueno. Despegado, sin fajarse, abusando del pico, y por el izquierdo, que iba donde quisiera llevarlo, no sabía hacerlo, pero es que con el sobrero no pasó de aseado. Todo ello en el mejor lote de la tarde. ¡Pues si esto fue con el mejor lote, adivinen el resto!


El tercer toro tuvo mala suerte en el sorteo, le tocó un torero aburrido que terminó aburriendo las buenas embestidas del animal que como es natural en estos casos fue de más a menos. ¿Dicen falta de casta?, no seré yo quien niegue tal posibilidad, pero también diré, con el mayor cariño posible, tengo mucho respeto por su padre, que el vástago del Niño de la Capea no imprimió profundidad a los muletazos, lo llevó y lo trajo por el derecho a placer cuantas veces quiso, pero no se apretó con el, y es verdad que por el izquierdo, en sólo una tanda vimos como se paró, tardó en embestir y cuando lo hizo se quedó corto. El ultimo, garbanzo negro, soso a más no poder. Se rajó pronto y no hubo opciones.


Vilches, el invitado en su propia tierra, fue el único que se justificó por lo menos con el cuarto porque poniendo mucho de su parte hizo crecer la faena aunque ayudado de las artes de tentadero como son la voz y la distancia. No la distancia del cite, sino la que va de la faja a la sangre del toro. Con el que abrió plaza, muy dispuesto también, porque se fue a tablas, rehuía la pelea y embestía con las manos, se iba cuando veía puerta y cuando le daba por embestir no terminaba los viajes. Por el izquierdo se tragó tres buenos, pero después con la manía del punteo enganchaba el trapo.


Los toros, bien presentados, en conjunto la corrida más pareja de las vistas hasta ahora, cumplieron en varas mintiendo. Decían que querían ser bravos pero luego se arrepentían. Y a la muleta llegaron, el primero defendiéndose, segundo y sobrero quinto, buenos. Tercero de más a menos. Cuarto manejable. Sexto se rajó. El quinto fue devuelto porque doblaba bastante las manos. No se sabe si era por disfunción motriz, o porque el toro no le cogió el aire al albero. De todo un poco.


¡Aquí paz y allí gloria!

21 abril 2007

EN LA PRESENTACION DE TALAVANTE CASTELLA TRIUNFA


FERIA DE ABRIL: TORREALTA: sexto bravo, quinto devuelto sin motivo. CASTELLA: oreja y silencio. PERERA: palmas y silencio. TALAVANTE: silencio y saludos desde tercio.

EN LA PRESENTACION DE TALAVANTE CASTELLA TRIUNFA.
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

Debutaba Talavante y tenia expectación la cosa y para empezar el brindis a Paco Camino. Luego, la verdad, no me gustó Alejandro. Verán, la faena no tuvo acople por el pitón derecho y por el otro estuvo llena de errores en las distancias, descubriéndose y por tal sufriendo sustos. No sería justo echarle la culpa al toro. El toro es un animal que nunca tiene la culpa, hace lo que su condición le empuja y este, miren por donde tenia el defecto de ser un toro interesante por encastado que cumplió con suficiencia en las dos varas y que protestó en banderillas echando la cara arriba pero que en la muleta tenía mucho que torear, y se fue para el desolladero sin haber sido toreado, porque en la condición de este toro lo peor que le hizo el torero fue ahogarlo. Todavía me estoy preguntando por qué la gente, seguramente había muchos de pueblo, aullaba en la faena al sexto y digo esto porque en ella solo vi una tanda de naturales buenos y en comparación con otros que ya hemos visto en esta feria, no pasaban de ser buenos. Lo explico, para empezar el toro era un toro bravo al que no vimos en su dimensión en varas porque solo le dieron dos entradas para barrenarlo. A banderillas fue con un son muy bueno y luego para acabar de rematar la cosa se venia de largo a la muleta. Y Talavante no bajaba la mano, acompañaba y no mandaba en el toreo en redondo. Por naturales fue a mas desde la primera tanda enganchada, pasando por la segunda con más ritmo pero sin planchar el trapo y sin arrastrarla por el piso, hasta la siguiente que fue la buena de verdad. La ultima menos aseada y con la espada un petardo, se deja el brazo atrás y lo que es peor aún, no tiene confianza en sí mismo para ejecutar la suerte.

Castella asombra. No por su valor, que ya sabíamos que lo tenía y ¡ojalá lo conserve siempre! sino por su oficio y su concepción de la tauromaquia. Por el pitón derecho del primer toro, toreó de salón, ¡claro el toro se lo permitió!, pero también imprimió temple y supo cogerle la distancia, que es otra cualidad que ha curtido con los años el francés. Al natural toreo con tanta pulcritud y hondura que daba al espectador esa sensación de ver con facilidad la dificultad del toreo. Y creo que ahí radica el objeto principal del momento actual de Castella. Mató de una baja y le dieron la oreja de la tarde. En el cuarto se equivocó al comenzar por alto. Estos pases quebrantan mucho y baste que el toro no sea muy encastado para que se ponga molesto, quiera dar cornaditas al engaño y resulte complicado.

Seguro que Perera es un buen torero. Al menos eso es lo que me dicen todos. Todos los que lo han visto bien por esas plazas de Dios. Pero yo debo tener mala suerte porque de las veces que lo he visto, no lo he visto bien. En Sevilla ha sido otra vez. Al segundo no le cogió el aire que por cierto, tenía mucho que torear. No era la bondad del primero. Quizás algo por la izquierda pero no rompió la cosa. Con el quinto, el sobrero, no vio que la faena había que construirla al principio, acoplarse desde la primera tanda en distancia y en temple, porque de medio al final el toro dijo que tururú. ¡Ojalá el viernes tenga suerte y lo vea!

Los toros de Torrealta: Terciado el primero, que cumplió en varas y bueno en el ultimo tercio. Tercero y cuarto raspando la presentación en Sevilla, tapándose por la cara, en el caballo cumplieron con suficiencia y en la muleta fueron el tercero interesante y el cuarto arisco. Cuajado el segundo y el sobrero de Zalduendo, este se rompió en la primera vara cumpliendo en la segunda y agotándose en la muleta; aquel se dejó pegar y fue con picante a la muleta. El mejor presentado fue el sexto que resultó ser el más bravo del encierro. El quinto fue devuelto precipitadamente a los corrales porque al hecho de haberse entregado en varas hay que unir el del estado del piso, resbaladizo en tarde lluviosa.

¡Aquí paz y allí gloria!

20 abril 2007

MANZANARES CON PASO FIRME


FERIA DE ABRIL. ZALDUENDO: quinto y sexto buenos. MORANTE; silencio tras aviso en ambos. JULI; silencio y oreja. MANZANARES; silencio y dos orejas.

MANZANARES CON PASO FIRME
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

"Este no es mi Manzanares, que me lo han cambiado", podría decir muy bien el padre en lo que va de un año que se retiró en esta misma plaza. Manzanares hijo ha echado en la tarde de hoy en La Maestranza los cimientos de una interesante carrera que ojalá sea prolífica en triunfos, no por las orejas cortadas, que a mi manera de ver en Sevilla deben pesar mucho más, sino por lo dicho en el ruedo. En el tercero por el esfuerzo que hizo, así debe ser, ante un toro que se quedaba corto y que derrotaba, queriendo enganchar, no seguir la muleta. Y en el sexto porque después de una apertura de faena buena al estilo de la casa fue metiéndolo en el canasto pues las ganas mandaban. Cambios de manos, trincherazos. Siempre el toreo superficial mejor que el fundamental y este con algunos muletazos buenos y justos, justos por cortos, dos o tres nada más. Pero está bien el chaval. Dio buena estocada que sin duda animó a todos por lo de las dos orejas.

El Juli también corto "unita" después de una estocada caída y de una faena aseada y ligada, no siempre, en algunas tandas. Es verdad que el toro fue más fiero que bravo y no terminaba de meter con claridad la cabeza en los engaños. El segundo de la tarde soso en la embestida a la que acudía por las voces del matador y aún así con chulería pues daba un derrotito molesto e irritante para el madrileño. Este toro era un toro para los pueblos con el que las figuras revientan las plazas, pero en La Maestranza este toro era un petardo de toro.

No fue el día para Morante y no lo digo por justificar, lo digo por criticarlo ácidamente, salvo detalles, nada, y ya estamos acostumbrados a vivir las faenas de Morante, sólo de detalles, y lo malo es que el chaval se lo crea porque en realidad ese no es el camino. No le cogió la velocidad al primero y eso que no tenía mal pitón izquierdo y en el cuarto mucho "pacá y pallá, pa na" A Morante de la Puebla deberíamos exigirle mucho más y bueno, porque calidad tiene, oficio también, y ganas de formar propia tauromaquia, de esa que se queda para toda la vida en los anales, también, luego entonces ¿que es lo que pasa?, pues pasa que no da el pasito que hay que dar para romper aquello. ¡Miedo me da lo de la Beneficencia de Madrid!, miedo a mí, que lo vi un domingo de Ramos antes de la debacle emocional.

Viendo la corrida de Zalduendo me acordé de José Antonio Soriano, ahora que Evangelina Naranjo ha microfoneado las excelencias del reglamento andaluz y de lo bien que ha ido la temporada pasada: Muchos indultos, dos presidentes seglares apercibidos y otro más destituido... y lo mejor, ni un pitón de toro analizado para ver si, como corresponde a la administración publica, hay indicios de fraude de afeitado. Debe pensar Soriano que al contribuyente lo que le interesa es retratarse en taquilla y que si lo que sale por chiqueros no tiene cuernos es que el contribuyente debe haberse equivocado de corrida. Porque el contribuyente lo que quiere es sacarle rendimiento a su billete haciendo palmas. Un contribuyente sin hacer palmas en una corrida es un contribuyente insatisfecho. Lo demás no importa. A los presidentes no les pagan por serlo pero en la tarde de hoy un par de toros (segundo y cuarto) salieron con las astas altamente sospechosas de fraude y aquí nadie dice nada. Es más con referencia al año pasado, la administración se jacta (ya me lo adelantó el director de juegos y espectáculos en Almería la pasada feria) de que en Andalucía no se han analizado toros. El reglamento aunque Evangelina diga lo contrario, hace aguas. El fraude, aunque no se quiera admitir, porque no se previene, ni se persigue, existe. ¡Aguas! Y además lo de las visitas a las ganaderías para reseñar toros. ¡Aguas!, pues sino ¿porqué se han reconocido en los corrales mas de doce toros para sacar luego las birrias que ha aprobado la autoridad para una plaza de primera? ¡visitas al campo! Se dice que la gente no protesta las birrias. En Cuba la gente no protesta las birrias de casas en las que algunos viven, pero luego por lo bajini te lo denuncian.

Espero que la corrida de esta tarde en presentación, sea lo diferente, de lo contrario con Victorino termina el toro y con Zalduendo empiezan las cabras. Doy fe de que las mejores cabras lecheras las tienen los malagueños y los granadinos. Imaginemos que la fiereza la dan los bultos que en la entrepierna les cuelgan a los toros. ¡Imaginemos! Pues la cabra los tiene más gordos. Y si amuercan con las puntas que tienen en la frente, las cabras las tienen más limpias.

Desiguales de presentación, segundo y tercero muy justos, sexto terciado, primero un búfalo y cuarto y quinto correctos. En cuanto al juego, interesante el primero, soso el segundo, protestón el tercero, con dificultades el cuarto, fiero el quinto y bueno el sexto. Para el ganadero más encastados el primero, quinto y sexto.

¡Aquí paz y allí gloria!

AMIGO MIO, YO TE VOY A AYUDAR

Lo que Francisco Alarcón propone en este articulo es una forma distinta, seguramente su vivencia personal, de acercarse al mundo del toro. Desde el asco inducido por los detractores y desconocedores de la fiesta, pasando por una estereotipada catarsis sobre el sufrimiento, hasta la acomodación animica de las diferentes sensaciones producidas por el espectáculo. Sin embargo, Alarcón, deja para los profanos una puerta abierta a la introspección de la tauromaquia.
Del articulo, cuanto menos, respeto por la forma que este ciudadano expone para llegar a entender esto. Despues la opinión del lector. En suma, crear opinión.

AMIGO MIO, YO TE VOY A AYUDAR
Por Francisco Alarcón Ruíz
Aficionado

"El toro, mientras no se demuestre lo contrario, es y será siempre un ser vivo con un sistema nervioso tan desarrollado como el nuestro en cuanto a la capacidad de sentir dolor físico. Con todo el respeto hacia quienes sientan afición hacia este espectáculo, convendría preguntarse si algunos de nuestros defectos, como las cifras alarmantes de maltratos y abandonos de animales, no vienen en parte inducidos por la falta de sensibilidad al sufrimiento de otros animales."

Estoy anonadado. No entiendo querido amigo como puedes levantarte cada mañana, tomar un café en el bar, leer el periodico, ir a trabajar, ir a comer, volver a ir a trabajar, volver a casa, volver comer y luego volver a la cama sin saber esto. Voy a aprovechar este momento y, te voy a enseñar, además, otras cosas.
Todo el mundo sabe la lección de la pica o puya que acaba en una punta de acero de unos catorce centímetros de largo, y que al penetrar tres, o más, centimetros a la altura de la cruz castiga al animal y, mediante el dolor, conlleva al toro al sufrimiento. También nos sabemos que en la práctica, los picadores aumentan la penetración hasta unos nueve centímetros. Pueden llegar a perforar el pulmón, e incluso provocar una hemorragia que limita la capacidad del toro….
Y para que te des cuenta de todo, las banderillas son afilados harpones de seis a ocho centímetros que los banderilleros clavan, en número de cuatro a seis cerca o dentro de las heridas del puyazo. Estos harpones tienen la facultad de actuar como palanca a cada movimiento del toro oradando y desgarrando todos los músculos del cuello. El toro malherido en un pulmón, una arteria o el corazón, agoniza gimiendo lastimosamente y vomitando sangre. Éste debe ser rematado con la puntilla, un puñal corto destinado a seccionar la medula espinal, lo cuál, supuestamente, acaba con el sufrimiento del animal.
Amigo mio, no sufras. No te he contado ni la mitad, pero tampoco voy a contarte lo demás que por ahi van diciendo. A mí me pasó, hace unos años, lo mismo que te está pasando a tí. Yo sabía que existian los toros porque como tú nací en España, y en este país te enteras pronto de que existen. Lo curioso es que nunca me interesaron hasta que un dia un tipo, normal y corriente, como tu y como yo, me mostró lo que hace un rato te contaba. Y yo tan feliz por la vida sin darme cuenta por mi mismo de nada.
Por aquellos entonces estaba yo como en una lucha interior. No sabía qué era el bien ni que era el mal. No sabía de donde veniamos y a donde ibamos. ¡Incluso leia libros de filosofía y psicología! Así que me vino la idea de ir a una plaza de toros una tarde de Mayo para ver y vivir, con mis propios ojos y mi propia persona, lo que eran los toros. Antes de creer en cualquier cosa, quería tener mi propia opinión e ideal. Para ello estuve preparandome durante varios dias antes del momento, y mi gran amigo, esto a tí te lo voy a ahorrar. Te voy a aconsejar y a transmitir mis reflexiones, y verás como cuando vayas por primera vez a los toros en vez de sufrimiento vas a sentir armonía, pureza, arte y jovialidad.
Nada mas entrar a la plaza y ver salir de toriles al animal empezarás a pensar que el pobre va a pasar el peor momento de su vida, lo van a matar, no voy a poder verlo y querrás irte. Entonces llega cuando tu tienes que creer es que no es el toro el que sufre, sino que eres tu al verlo. Ésta es la única forma de curarte de tus prejuicios. Si solamente te aprendes lo que te contaba al principio del todo, te pones en el pellejo del toro, piensas que es a ti al que están lidiando y al final incluso te desmayarás. Y ni tu ni yo somos toros amigo mio. Aunque a veces si que seamos bravos.
Como ves, no es un problema de injusticia, tal vez sea un problema de creencias, politica, moda o cualquier cosa que ni a ti, ni a mi, nos importa. Nosotros somos dos personas normales y corrientes que queremos ser felices, y los toros son un medio para lograrlo. Hazme caso. Así, cuando en la faena creas que el toro esté pasando su peor momento, de sufrimiento, actues con contundencia y te digas con propiedad a ti mismo "él no está sufriendo, soy yo". Repite la frase varias veces, incluso la puedes acompañar mirandote a ti mismo y comprobando que estás sano y de una pieza. Si has llevado un puro, enciendetelo. Éste es el mejor momento.Y verás tu como la enferma sensación que parecía que tenias, se transforma, en una placentera emoción.
Yo solo tuve que hacer esto dos o tres veces. A partir de ahi, me empecé a enamorar del toreo. Y a ti que te conozco como la palma de mi mano te pasará lo mismo. Te interesarás por todo lo que tiene que ver con este arte. La próxima vez que oigas banderilla o rehilete no te imaginarás nada mas que a el Fandi, a Carlos Cassanova, a Álvaro de la Viña o a Álvaro Montes. Te aprenderás el Cossio, no pararás de mirar el teletexto, los diarios, semanales y publicaciones varias para ver si ponen alguna corrida en la televisión. Y más cosas que quiero que tu mismo seas el que vayas viendo con el tiempo. Verás como vas a ser bienvenido en el mundo del toro.
¡Ah! Se me olvidaba. Cuando te vengan con las pamplinas de las injusticias a los toros, asesinatos, vejaciones, etcéteras, no hagas ni caso. Si para estar en paz con los demás, uno debe de empezar a estar en paz consigo mismo, imagínate al ser humano en su conjunto. Deberiamos de tratar prioritariamente las miles de injusticias que nosotros mismos nos autohacemos. Pero como antes te decía, amigo mio, a ti y a mi, que no nos molesten y nos dejen ir en paz los domingos por la tarde a los toros. Eso si, tu invitas a los puros.

19 abril 2007

EL CID FIGURA DEL TOREO


FERIA DE ALBRIL: VICTORINO; segundo vuelta. LIRIA; palmas en el lote. CID; dos orejas y oreja, por la Puerta del Príncipe. CORTES; Saludos tercio y silencio.
EL CID FIGURA DEL TOREO
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

No era de indulto aunque se podía discutir, pero sí de honorífica y merecidisima vuelta al ruedo el victorino segundo. Y si este honor es para el toro, indiscutibles las dos orejas del Cid que ha estado bien, bien de verdad. Se podría discutir lo del indulto y sé que Sevilla es mucha Sevilla, pero la calidad de la embestida en la muleta, el interés del toro en las arrancadas, la emoción del animal en el recorrido, son notas puntuables, al menos para los pocos aficionados, que lo pidieron en los tendidos. Bordoñés desde que salió echó la cara abajo y se tragó limpias todas las verónicas del sevillano. En la primera vara se entregó y derribó cogiendo al caballo por los pechos. En el pequeño barullo que se formó el tono de la bravura del toro se diluyó, y en la segunda fue a la llamada del picador y cumplió bien. El quite de Cortés pasable y el toro en su tono bueno. Al primer par de banderillas acudió con tranco, el segundo lo tomó bien y el tercero tuvo que ser a la voz del banderillero. Por estas notas digo que se puede discutir, luego, lo de Sevilla que es mucha Sevilla pesa para el handicap de los indultos. Ahí queda la cosa. Pero la vuelta al ruedo no puede ser discutida por nadie, al menos con razones poderosas. Gloria pues para el Victorino. Gloria para el matador que gana estrellas de figura del toreo, primero apuntándose a estas corridas, que muchas figuras rehuyen y que si por hacer gestos las matan, las matan en provincias no en plazas como Madrid y Sevilla y el Cid, nada más que con esto reivindica su estatus de figura del toreo. Luego, el toreo, el planteamiento de la faena, de las faenas, porque fueron esta y la del quinto, el sitio, el momento, la decisión y el oficio, que haya sido educado por el mismísimo Victorino en el propio entendimiento de sus toros es una ventaja, pero también otros lo hubieran podido hacer y no han querido, y además alardean, de que nunca matarán ninguno de esta ganadería ni de la de Miura. Allá ellos con su conciencia. La del Cid, limpia como una patena, ha conquistado voluntades entre los aficionados que habíamos discutido su estatus de figura. Hoy hay que rendirse a la evidencia, que el propio torero aduce, de venirse arriba, crecerse, ante los retos en plazas de importancia. ¡Olé por los toreros machos!, ¡Olé por los toreros buenos! Más si bien estuvo con el bravo, con el Victorino de chiribitas anduvo tan profesional que ¡ojalá! alumnos de escuelas taurinas aprendan lo que es, videos en ristre, enseñar a un toro a embestir. Hacer de un toro malo, uno manejable. A ser un torero que comienza a vestirse por los pies y termina por ponerse la Montera. Si yo me siento orgulloso de haber visto esta tarde en figura al Cid, figúrense cómo se habrá sentido su padre... y esa satisfacción de hijo triunfador.

Liria ha demostrado una vez más su casta torera y su oficio con los marrajos que le tocaron en suerte, en un toreo sobre las piernas y en un toma y daca donde todas las opciones eran nulas. Mantiene su cartel y comienza a ganarse una vez más los contratos de la temporada, poco a poco, a fuerza de valentía, tesón y oficio.

Salvador Cortés no entiende a los Albaserradas de Victorino Martín. Su lote no fue el mejor pero tampoco fue el peor y hubiera podido llegar a otros registros en sus faenas de muleta de haber contado con más oficio. Le faltó templanza y entendimiento. En el sexto cuando le cogió el aire a la embestida del toro, ya era tarde, la faena devino en sosería y pesadumbre.

Los toros de Victorino Martín Andrés, correctos en su presentación. Alimañas el primero y el cuarto. Bravo el segundo, mansurrón el tercero. Quinto encastado con chiribitas y sexto manejable en este encaste.

¡Aquí paz y allí gloría!

18 abril 2007

GANAR LA CATEDRA

foto: callejon de La Maestranza, por Erpacomuro


FERIA DE ABRIL. PALHA: complicados. ENCABO: saludos tercio y silencio. CHAVES: aviso, vuelta y gran ovación, al tercio. IVAN: aviso y silencio en ambos.

GANAR LA CATEDRA
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

Sostengo que los toreros cuando van a Sevilla y triunfan, adquieren prestigio entre la torería y la afición. Cuando lo hacen en Madrid, popularidad y contratos. Sevilla es la cátedra del toreo y Madrid el doctorado. La corrida de hoy ha sido de las que hacen ganar la cátedra en tauromaquia.
En el toreo estamos acostumbrados a llamar figuras a los que triunfan cortando orejas con toros colaboradores – me ahorro otros adjetivos – y toreros valientes a los que triunfan con una corrida como la que Palha ha echado hoy en Sevilla. Sin embargo en mi opinión ambos adquieren la cátedra en tauromaquia haciendo bien las cosas a los toros que les caigan en suerte.
Los tres toreros de hoy, de querer, hubieran salido catedráticos de la Universidad de Sevilla. Sólo López Chaves aprobó, echando mano de la valentía, dando una vuelta al ruedo con mucho merecimiento y honor.

El torero de Salamanca se las vio con un toro, el segundo, que cambió de las varas; encastado en bravo, a las banderillas; metiéndose en los adentros como amagando para rajarse, y en la muleta; tardo, mirón, que se quedaba a mitad del viaje, embistiendo a oleadas; y así con entrega y arreando el chaval le arrancó muletazos que si bien no tuvieron ningún aquel, si demostraron quien mandaba en el ruedo. Después de la estocada entregándose salió prendido a traición, rompiendo el pitón la taleguilla por detrás, a la altura de la cintura. El quinto un mansurrón de cuidado que hizo sonar el estribo y fue protestón en varas buscando carne en banderillas, llegó a la muleta muy reacio a la embestida. Chaves le dio dos series por la derecha metiéndolo en la canasta, la segunda más ajustada y de muletazos limpios. Por la izquierda lo hizo embestir sacándole los muletazos finales buenos. Antes en la última tanda por el pitón derecho se negó a ir y terminando los últimos naturales rebañó. Dos pinchazos y trasera tendida y caidita.

Abrió la terna el ya veterano Luis Miguel Encabo que como director de lidia estuvo atento en todo momento a lo que ocurría en el ruedo, pero a la hora de la verdad en su primero estuvo sin apreturas, sin gracia, tomando precauciones cuando el toro por el derecho iba con buen ritmo aunque sin entregarse. Sin dominar y sin hervir la olla. De vulgar a mal en el tercio de banderillas y rematadamente mal en la muleta. Claves: el toro fue el más manejable del encierro, embistiendo de largo; el torero no le baja la mano y cuando le tira la cornadita, se asusta. Se le fue sin torear.

Si Iván García hubiera querido hacerse catedrático, hoy lo podía haber sido con el examen que le puso el toro tercero. Manseó en varas saliéndose suelto. Pronto en banderillas e incierto en la muleta pero con interés. El examinando le dio, una vez embarcado el animal, por dar series muy cortas que perjudicaban al toro, a la faena y al chaval, debido a que se le vio como asfixiado, no de falta de aire, sino de exceso de miedo. Con el que cerraba plaza demostró que lo de las banderillas es para que las ponga en los pueblos, quizás las plazas más idóneas para cultivar sus actuaciones. Con la muleta, tan vulgar como un principiante debatiéndose entre la duda, el enganchón, el desarme y el jipido. El toro arisco, no yendo al final de muletazo, quedándose a mitad del viaje y terminando por rajarse.

Los toros portugueses desiguales en su presentación, más cuajados los dos primeros; mansurrones, que llegaron a la muleta con las complicaciones propias del toro fiero y reservón.

¡Aquí paz y allí gloria!

LA AMENAZA DE DON TANCREDO (la afición)

foto: gente en el tendido, por Erpacomuro



LA AMENAZA DE DON TANCREDO
(la afición)

Por JOSÉ GARCÍA SÁNCHEZ

Y al final sólo queda la afición, la escasa afición, sin fuerzas y sin apoyo, hasta sin criterios homogéneos diría yo.
¿Cómo se fomenta la afición?. Me remito a un articulito que escribí hace unos años y que, con el título de FOMENTO Y RECREO DE LA AFICIÓN, decía así:
"Con este expresivo epígrafe se recoge en una Orden del Ministerio del Interior la suelta de vaquillas en espectáculos menores, para deleite de los aficionados y mozos que se atreven a ponerse ante ellas.
Fomento y recreo. ¿Cómo se fomenta la afición, qué se hace para su recreo y satisfacción?.- A veces, mucho, a veces, poco. A veces, incluso, nada de nada.
El recreo no es más que una mera consecuencia del buen fomento, de ese apoyo que tanto echamos de menos en muchas ocasiones y lugares. ¿Quién debe hacerlo?. La respuesta es sencilla: La Fiesta de los Toros deben fomentarla quienes de ella se benefician, que no son otros que las distintas Administraciones, sobre todo autonómicas y locales, y los diversos estamentos taurinos con intereses económicos directos en liza. Intereses económicos directos, es decir, ganaderos, empresarios y toreros. Esta aclaración es necesaria, puesto que alrededor de estos agentes directos existen otros que también, aunque de forma indirecta, viven del espectáculo taurino, especialmente la prensa especializada, merecedora de un tratamiento monográfico que dejaremos para mejor y futura ocasión.
Para constatar este planteamiento no hay más que reparar en un hecho tan simple como éste: cuando se abren las puertas de una plaza de toros para que entre el público –afición incluida-, el dinero se lo reparten, en desigual forma, todos los que actúan en el espectáculo. Bueno, todos no: El presidente, el delegado gubernativo y el toro no cobran, si bien los dos primeros no son muertos a estoque.
Bromas aparte, lo cierto y real es que el público paga y todos los demás cobran: matadores, cuadrillas, empresario, ganadero, empleados de la plaza, alguacilillos, veterinarios, monosabios, músicos, etc., etc. ¡Ah!, también lo hace la Administración -Central, Autonómica o Local- por la vía de impuestos, sin contar que Comunidades Autónomas, Diputaciones o Ayuntamientos hay que son propietarios de las propias plazas de toros.
Y a veces, muchas veces, no fomentan la afición y se limitan a ordeñarla. Y se podrían hacer otras cosas que, a lo mejor, también ayudarían a que las ubres a exprimir se mantengan plenas para su mejor estrujadura.
Porque, no nos engañemos, no se fomenta la afición cuando la Administración no contempla exenciones o reducciones de impuestos para determinados festejos como las novilladas, o cuando algún Ayuntamiento o Diputación cede en arrendamiento su plaza de toros imponiendo unas condiciones leoninas en el contrato con el sólo afán de recaudar cuantos más millones mejor, lo que obliga a la empresa arrendataria a caminar siempre por el filo de la navaja y con escaso margen de maniobra para invertir en buenas contrataciones de toros y toreros. Sin embargo, se olvidan de incluir en los pliegos de condiciones que esas empresas se comprometan a organizar un número determinado de festejos para promocionar a los toreros que empiezan. Tampoco fomentan la afición esas Administraciones que se limitan a otorgar limosnas testimoniales a las Escuelas taurinas que patrocinan oficialmente, estando más presentes a la hora de la foto que a la de firmar los cheques.
No quieren fomentar la afición esas figuras del toreo que vetan a éste o al otro, o se vetan entre sí, lidiando más en los despachos que en la plaza y frente al toro; no pueden fomentar la afición esas empresas que olvidan los intereses del público y que ellas pueden ser el fiel de la balanza frente a las exigencias de torero y ganadero, ganadero que tampoco piensa en fomentar la afición cuando se muestra dúctil y acomodaticio con las exigencias de los toreros, seleccionando sus reses sin buscar la auténtica bravura y sí la dulzura y nobleza bobalicona de las mismas.
Son contrarios a fomentar la afición ese grupo de desaprensivos que mercadean y se aprovechan de la ilusión de los toreros noveles y les sacan el dinero de mala manera.
Nos olvidamos de fomentar la afición esos aficionados que formamos peñas, triángulos, círculos mágicos o cofradías de variopinta denominación, cuando sólo nos dedicamos a ofrecernos festivales gastronómicos o a perseguir fotos junto a figuras o figuritas toreras.
Fomento de la afición. Unos porque no pueden, otros porque no quieren, otros porque no saben, otros porque se olvidan, porque nos olvidamos.
Saber, poder y querer fomentar la afición. Su recreo no hace falta buscarlo: vendrá por añadidura si conseguimos lo primero".
La solución, por tanto y en conclusión, sería fomentar esa afición, cultivarla, puesto que ella será el único sostén del festejo; el público va y viene, según modas más o menos pasajeras; llenar las plazas sin crear afición es sentar la miseria de mañana.
¿Cómo se crea afición?: recuperando le integridad del toro y la pureza y la verdad del toreo; difundiendo esa verdad entre la juventud, llevando la corrida y su emoción a la escuela y a la universidad, a la televisión y a la prensa, a Internet y al mundo.
Pero, ojo, la verdad, que nada tiene que ver con la pantomima de corrida que presenciamos muchas veces, con toros derrengados y toreros mecanicistas y adocenados, o con las mentiras empalagosas que leemos o escuchamos a diario por parte de ilustres cronistas.- Ésa es la mejor propaganda antitaurina que hacerse puede, y la estamos haciendo casi a diario, en la plaza y en la televisión.
Las plazas deberían llenarse de aficionados y no de espectadores verbeneros; los "Tancredos" deben abandonar su agitado quietismo y dejar de mirarse permanentemente el ombligo, sacudirse la harina y abandonar la peana.
Todo ello es muy difícil, hasta doloroso para muchos de los aludidos, pero también es posible, urgente y necesario.
Pero, sobre todo y por encima de todo: si no lo hacen, si no lo hacemos, seremos barridos y borrados con enorme facilidad de ese tiempo nuevo que es ya el día de hoy.-

17 abril 2007

DESCASTADOS CEBADAS

FERIA DE ABRIL. CEBADA, descastados. DIAZ, saludos en el tercio en el lote. ROBLEÑO, silencio en el lote, CRUZ, silencio y vuelta por su cuenta.

DESCASTADOS CEBADAS
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

La corrida de Cebada Gago ha decepcionado. Toros descastados con distinta condición y de distinta presentación, incluso uno impresentable, el tercero, y uno astigordo, el cuarto. Peligroso el primero, difícil el segundo, bronco el tercero, mansito el cuarto que se dejó y terminó pronto, infumable el quinto, y el sexto, más cuajado, manejable con final rápido.

Curro Díaz estuvo muy firme y con voluntad en su primero al que pasaportó de una estocada caidita de buena ejecución. Con el cuarto, un toro que mintió en los dos primeros tercios, pareciendo que iba a ser y luego no fue, el de Linares abrió la faena de forma interesante en colocación y ejecución de los muletazos auxiliares. En el cuerpo de la faena, a media altura la muleta, rompía el ritmo porque se dejaba enganchar. En algún momento bajó la mano y el toro hizo el amago de pararse. Otra estocada buena de ejecución y de mejor colocación.
Fernando Robleño no tuvo opciones, con su primero consiguió algunos muletazos limpios toreando en redondo mas por su voluntad que por la voluntad de embestir el animal. Por el pitón izquierdo nada quería el toro. En el quinto, imposibilidad de hacer nada decoroso, embestía con las manos, siempre a la defensiva y sin ninguna clase. Voluntad del madrileño.

Fernando Cruz equivocó la ejecución de la faena al sexto. El toro cuidadosamente picado por Sauco cumplió en el tercio y a banderillas fue con un tranco aceptable. Cruz se mostró hábil en la apertura de faena y en las series serias por el derecho no le bajó la mano, el toro con buen son. Y a partir de ahí por el izquierdo despegado y el toro queriensose ir. Otra serie por el derecho cortándole los viajes el torero al toro. Otra tanda por la izquierda más farfullera y otra con la derecha en menor tono. Mató a voz en grito de una trasera y un descabello. Con el tercero que se invalidó después de las varas no pudo dar ni uno bueno. Pinchazo y una corta caída.

¡Aquí paz y allí gloria!

LA AMENA DE DON TANCREDO (la critica y los taurinos)


LA AMENAZA DE DON TANCREDO
(la critica y los taurinos)
Por José García Sánchez

Sin embargo, no es esto lo que escuchamos habitualmente en las crónicas y reseñas de los gacetilleros y cronistas taurinos, esos mismos gacetilleros que se reúnen para diagnosticar los males de la Fiesta y buscar soluciones a la crisis del espectáculo, esos mismos comentaristas que están bajo sospecha de haberse enriquecido multimillonariamente a costa de cobrar ingentes cantidades de dinero a todo el mundo, toreros incluidos, para encumbrar a unos e ignorar a otros.
La autodenominada flor y nata de la crítica taurina está atada a tantos pesebres, tan cubierta de mierda, salvadas gloriosas excepciones, que su crédito para el aficionado debería ser nulo o casi nulo, pero no olvidemos que, hoy más que nunca, las plazas se llenan de público y no de aficionados, y ahí está el problema, que al público sí lo enredan y enmarañan con sus cantos de sirena, con sus mentiras y lugares comunes, con sus descubrimientos del "toreo moderno", con sus repugnantes frases de que el toro de hoy es más bravo y que se torea mejor que nunca, con sus descalificaciones a los agoreros o fundamentalistas –así llaman ellos a los aficionados-, con sus empalagosas lisonjas a mercaderes y vividores, con sus, en definitiva, connivencias con los que se sirven de la Fiesta en vez de servirla.
Estos redentores de vía estrecha pretenden colocar la zorra a cuidar las gallinas y reclaman la autogestión de la Fiesta, o lo que es igual, la creación de una Federación taurina compuesta por los taurinos, ellos también incluidos, naturalmente.
Los taurinos, es decir, toreros, ganaderos y empresarios.
Ganaderos que hacen cesión de su libertad y autonomía para criar un toro verdaderamente bravo y no sólo "toreable o artista", pendientes únicamente de seleccionar poco y vender mucho; toreros que se mueven más como un "lobby" o grupo de presión que como artistas, que exigen el medio toro para realizar con él el medio toreo; empresarios que han cedido ante las exigencias del torero porque no se ven presionados por una afición exigua y exigente, o que nunca piensan en reinvertir parte de los beneficios para que surjan nuevos toreros.
Esos taurinos que, sobre todo los toreros, andan negociando con la Administración una nueva reforma del Reglamento que les conceda más facilidades y derechos que el actual. Y para colmo de males, esa Administración que ni sabe, ni puede, ni quiere ni le interesa realmente ocuparse y preocuparse de la Fiesta de los Toros, a pesar de cuantas rimbombantes declaraciones salgan de sus representantes; esa Administración que no ha sido capaz de abordar algo tan elemental y fundamental como el cambio del caballo y el peto de picar, que no es capaz de arbitrar un instrumento jurídico eficaz para acabar con la lacra del afeitado, decretando un análisis completo y sistematizado de las reses lidiadas y haciendo recaer la sanción en el único y directo beneficiario del fraude: el torero.
Así está la Fiesta y así se comportan los taurinos; se mueven mucho alrededor de sus propios intereses, es decir, dan vueltas sobre sí mismos, no se mueven porque no se renuevan: están como Don Tancredo, envueltos en su harina y anclados a su peana.

16 abril 2007

UN VEEDOR


FERIA DE ALBRIL. CUADRI, descastados, algunos aplausos al arrastre al primero, quinto y sexto. PINEDA, ovación, dos avisos y palmitas. MARÍN, aviso y silencio, aviso y ovación. ESCRIBANO, aplausos y ovación.

UN VEEDOR
Por Agustín Hervás

Se necesitan veedores, veedores buenos, para no confundir a la afición. Pero no veedores en el campo, sino veedores en la plaza. Los toros hay que verlos bien y es condición de aficionado saber verlos y del profesional, saber entenderlos. La corrida de Cuadri no ha sido tan mala como algunos la han puesto, ni tan buena como para aplaudir al arrastre los toros que se aplaudieron. La corrida de Cuadri lo que sí ha sido es un peñazo de corrida por larga y lenta. La corrida de Cuadri ha sido una corrida para aficionados y punto, nada para la galería. Se han dejado tres toros y tres más descastados. Los que se han dejado, primero, cuarto y quinto, lo han hecho poniendo dificultades a los matadores. Es lo normal en un toro.

La figurita del cartel era el catalán Serafín Marín que tras pechar con uno de los descastados; tardo, amagón y difícil; le tocó en cuarto lugar uno de los buenos. No de los buenos al estilo de los del Conde del Asalto, sino de los buenos del encaste Santacoloma. El toro había protestado en el caballo y en banderillas planteó las dificultades de libro de este encaste: se traga el primer par, espera en el segundo y en el tercero echa la cara arriba. Pero en la muleta rompe. El toro Puntillo no rompe cuando Marín le acompaña la embestida toreando por el pitón derecho, o cuando lo lleva con la muleta a media altura. El toro Puntillo rompe cuando al natural el catalán le baja la mano, entonces la cosa parece bien y el toreo es toreo, lo que ocurre es que para ver esto, lo más interesante de la tarde, tuvimos que tragarnos dos horas de "paca y pallá" por lo pesados que se pusieron en los tercios de varas donde los toros, todos, tardearon. Mala señal para la casta.

El peor lote fue para Escribano que estuvo toda la tarde dispuesto, mejor las banderillas del tercero, (uno correcto al cuarteo, otro bueno desde los adentros y otro quebrando), que del sexto donde estuvo más aturrullado, (casi no llega a ponerlas en el primero, en el segundo falla el quiebro, luego sí, y en el tercero un violín quebrado, innovador).

Lo intuyo, lo presiento, aunque no lo he visto redondear la tarde, es Fernández Pineda. Tiene maneras ortodoxas y buena concepción del oficio, que llegue dependerá de las tardes que toree y de la suerte. Esa que hoy no ha tenido. El lote ha sido el suyo, pero el oficio bisoño no era el menesteroso para los Cuadri que le han tocado en suerte. No me ha convencido en el primero, aunque estuvo con ganas, se ajustó más por el pitón izquierdo que por el derecho, por dónde se arrugó un poco. Al natural consiguió una buena tanda de muletazos importantes. Pero en el cuarto me convenció. Tardo el burel en varas, de la segunda salió arreando. Midió en banderillas tanto como esperó y luego en la muleta por el derecho, iba pero no terminaba y por el izquierdo tuvo alguna arrancada interesante que el chaval aguantó y lo llevó de verdad. Era el toreo no acompañado, breve pero intenso, por eso me interesó el chaval, porque se ve que lo puede hacer cuando adquiera más oficio. Con los aceros muy mal.

¡Aquí paz y allí gloria!

EL VALOR DE LAS OREJAS

FERIA DE ABRIL. REJONES: BOHORQUEZ, cuarto bueno, sexto se dejó. BOHORQUEZ, silencio, aviso y silencio. HERMOSO, oreja y oreja. VENTURA, oreja y dos orejas, Puerta del Príncipe.
EL VALOR DE LAS OREJAS
Por Agustín Hervás
Está claro que las orejas no valen lo mismo para el público, que para el presidente, igual que está claro que el público del toreo a caballo no es el mismo que el del toreo a pie. Entre el publico y el toreo, sea cual sea su forma, está el presidente y aquí es dónde cambia todo, porque la cosa entonces adquiere otro valor. Del Rey que es un presidente de los de la vieja escuela, es decir policía, es un presidente al que le baila el criterio y no debiera ser así pues quien lo enseñó fue el propio Antonio Ordóñez. Este de perilla canosa lo que sabe de toros, que se supone sabe, lo aprendió en Ronda y de Ronda a Sevilla parece poco bagaje y sin embargo un día me lo encontré encaramado en el palco de la Maestranza y me admiré. El caso del criterio en las presidencias no es sólo potestad de este presidente. El criterio presidencial flojea por doquier. Sin embargo misterios tiene esto del toro aunque en verdad mantener el criterio en esta corrida de rejones era bien fácil. Sólo había que seguir el hilo de la corrida porque si no le dio dos orejas a Hermoso en su primero por una faena inventada por el navarro, tampoco debió dárselas al seudo portugués por una faena de cuento. Con Hermoso dio categoría a la plaza, con ventura se la quitó.
El reglamento andaluz es claro en los enunciados relativos a las presidencias y en ellos se dice que los presidentes pueden ser recusados y, digo yo, que esta debería ser practica habitual en ciertas plazas de toros, si a la autoridad administrativa le place, y si no se recusa de particular, usted mismo podría proponer recusación, se podría recusar de oficio para así mantener la seriedad y la dignidad de una plaza de toros, en este caso la de la Maestranza.
Pablo Hermoso de Mendoza al que siempre le reprocharé, perdón por la insistencia, que use monturas mixtas y bocados con portamozos independientes, puso al segundo toro de la tarde un rejón al quiebro con Labrit, perfecto. Luego de un par por los adentros imposible, al que Chenel ayudó a que saliera bien en su ejecución, vino otro al hilo de las tablas, un tercero entregado y dos pares de cortas uno de ellos a dos manos. La importancia de la faena la tuvo el ser inventada porque no había toro. El toro se había escondido en las tablas casi desde salida, sin embargo el conocimiento de los terrenos del caballero, el buen rejón de muerte, y el dominio de las monturas culminaron una brillante actuación de la que en justicia con la oreja recibida bastó. Sobraron los bocados del caballo Sármata al toro moribundo. Eso para el circo. La gente pidió las dos orejas. El presidente pasó de la gente. Pero con Ventura no pasó y aunque las comparaciones son odiosas nos dan a los humanos la medida de las cosas. Dos orejas por un rejón de muerte bueno después de haber pinchado, y por una apertura enganchando al toro, desde la salida de toriles, a la cola del caballo hasta quedarse con el en el centro del ruedo. Después el teatro, el arrebato y la bullanguería. Pero la verdad es que la oreja que le cortó al tercero también fue una oreja de pueblo por un rejón de muerte trasero, uno de castigo bueno y por mostrar voluntad. Ciertamente la oreja de Hermoso al quinto de la tarde fue por una actuación normal, digamos que aseada, arriesgada en los quiebros, aseada en las banderillas, certera en el rejón de castigo y de muerte.
Lo de Fermín Bohórquez es de psicólogo. ¡Mira que me gusta cómo monta! Con la mayor pureza andaluza, en sus monturas y en su talle. Usa las sillas vaqueras y tiene porte en lo alto de un caballo, pero ¡mira que es difícil el niño! Yo pienso que Fermín se trabaja la mala suerte. Verán en el primer toro, y en Sevilla, se le ocurre sacar caballos prácticamente nuevos que no le dan la seguridad necesaria, cierto que el toro se paró emplazándose en el centro del ruedo, pero luego en el cuarto que fue el toro bueno de la tarde y después de haber estado requetebién con el, va y saca para matar a otro caballo nuevo. Lleva probando caballos cuatro años y no da con la tecla, por algo debe ser. A ver si ya le coge el aire a esto porque ahora mismo es uno de los rejoneadores más ortodoxos que tenemos y no estaría bien que se aburriera. Y digo yo que a lo mejor debe ya abandonar el nido.
La corrida de su padre bien presentada, despuntada reglamentariamente, no desmochada, deslucida, parados primero, segundo y quinto, manejable el tercero, bueno el cuarto y el sexto se dejó.
¡Aquí paz y allí gloria!

14 abril 2007

ENFISEMA PULMONAR

FERIA DE ABRIL. PEREDA, quinto se dejó, sexto manejable. UCEDA, aviso y silencio y silencio. FERRERA, aviso y silencio y oreja. BARRERA, silencio y aviso y silencio.

ENFISEMA PULMONAR
Por Agustín Hervás

El cuarto toro no podía respirar, en realidad el cuarto toro pedía a bufidos que lo dejaran en paz, estaba malito, y Uceda, arre que arre. Pasó de porfión a pesado. Seguramente porque no podía respirar, Campano estuvo mal con los palos, sin embargo en ese tercio el toro no se ahogaba. Acudía presto a los banderilleros. Tampoco se ahogó en la primera vara a la que acudió con genio y en la segunda que no queriendo ir, fue y se la tragó. Pero la enfermedad debía estar ahí porque si no, no se entiende que habiendo embestido bien, con la cara abajo, en el quite, luego en la muleta resultara tardo, pasando pero sin entregarse. Se ahoga el animalito.

La corrida de Pereda desigualmente presentada y descastada, sólo el quinto tuvo acometividad. El segundo se partió un pitón al arremeter contra el peto y en su lugar salió un sobrero del mismo hierro, culipollo, sin rematar con descordinación en las extremidades. El primero al rematar en el burladero de cuadrillas tiró un gañafón al aire empitonando a en la cabeza a Ferrera que estaba guarecido. Sin consecuencias mayores.

La tarde no transcurría bien hasta que salió el quinto, muy entipado en Nuñez y con el mismo picante que el encaste acostumbra cuando salen. Ferrera lo dejó crudo en varas para lucirse en banderillas, y lo consiguió. El primer par al remolino aceptable. El segundo citando de lejos y de espaldas para luego quebrar, cuadrar y clavar acertadamente, muy bueno. El tercero al quiebro en el tercio, recortado después de clavar, bueno. El tercio del toreo a cuerpo limpio, emocionante y espectacular. El publico a favor. La primera tanda con la derecha se la traba con bondad echando la cara abajo. Otra más embistiendo con menos fiereza y luego otra metiéndose con el antes de que se viera a menos. Con la izquierda probó sin resultado óptimo, volviendo a la derecha para elevar el interés del respetable. Sin embargo debió haber hecho otro esfuerzo más por el izquierdo ya que cuando el toro embistió con más claridad fue en el tercio. Tardó en cuadrarlo porque el burel no había sido dominado. Media despegando los pies de la arena a manera arrebolada, circense. En su primer toro Ferrera que no había brillado en banderillas puso en la muleta más voluntad que eficacia, dio un mitin con la espada y el toro se echó sin matar.

Antonio Barrera buscaba el triunfo pero no lo encontró, en el tercero de la tarde por culpa del toro y en el que cerraba plaza por culpa del torero. El torero que busca el triunfo debe querer en primer lugar buscarlo y en segundo lugar hacer méritos para obtenerlo. Por ejemplo se me ocurre que en el tercero andándole con más torería y matando bien, aunque el toro no rompiera "palante" y en el sexto, ¡por Dios en el sexto!, un toro manejable aplicando temple, buscando distancia... acoplándose. Si después de que no puede ser, además es imposible, apaga y vámonos.

Con voluntad estuvo Uceda Leal en su primero, voluntad que no tuvo el toro de embestir quedando todo en pinchazo hondo, otro pinchazo, estocada y aviso.

¡Aquí paz y allí gloria!

LA AMENAZA DE DON TANCREDO (Antoñete)

foto: Antoñete por Botán

LA AMENAZA DE DON TANCREDO
(Antoñete)

El extraordinario aficionado que fue PACO PAREJO, cuñado de Antoñete, se lo recordó al torero toda su vida: "hay toreo de oro, de plata y de bronce".
Los muletazos de oro son los completos, los buenos de verdad, aquellos en que se coge al toro delante, adelantando la muleta, aguantando la embestida, mandando para acabar rematando abajo y atrás. La plata consiste en el "medio muletazo": con la muleta a la altura del cuerpo, se le da salida, pero falta otra mitad, la del principio, la de traerse al toro. El bronce no es otra cosa que un "cuarto de muletazo"; se define así porque el pase se da esperando la embestida por detrás de la cadera; de ahí al remate hay un "cuarto de muletazo".

El propio Antoñete ha pergeñado una perfecta tauromaquia en sus muchas frases sueltas, de las que mencionamos las siguientes:
"El toreo bueno es aquel que no sólo queda en el paladar, sino el que, además, te llega al corazón y, si es preciso, te encoge el estómago".
"No entiendo esa moda de rematar una serie de muletazos con dos pases de pecho. Es como decirle a un amigo: Adiós, luego nos vemos. Y sin venir a cuento, repetirle unos segundos después: Adiós, luego nos vemos. Si has rematado, ¿para qué vas a re-rematar? Modas absurdas".
"Cargar la suerte es cambiar el toreo lineal por la hondura y la profundidad, al cargar el cuerpo sobre la pierna contraria".
"La distancia es fundamental, entre otras cosas, para que surja la belleza de la arrancada del toro y la repetición de la embestida".
"Se torea como se es. Por eso el toro delata a los malos toreros y a los impostores".
"Si el riesgo y la cogida no tienen premio, esto no es la fiesta de los toros, sino un mercado persa".
"El toro encastado, ligero de carnes, en puntas y con movilidad es el que vale para el triunfo grande. Pero es también el que da miedo a los toreros".
"El miedo depende de la disposición que tenga el torero por jugarse la vida. Si estás dispuesto a arrimarte de verdad, pasas mucho miedo antes del paseíllo. Si vas dispuesto a tirar las tres cartas, pasas menos miedo que si vas al dentista".
"La ligazón es la rima del verso torero".
"La colocación es imprescindible. En el toro y en la vida. Hasta para tomarse una cerveza en la barra de una bar conviene estar bien colocado".
"Para ser un buen aficionado, antes que torerista, hay que ser torista. Sólo así, entendiendo al toro, se será justo con los toreros".
"Se torea más bonito que nunca y el toro de hoy es más noble que nunca. Eso no quiere decir que se toree mejor que nunca, ni que el toro sea más bravo que nunca".
"Los grandes toros, los que llevan un cortijo en cada pitón, deberían tener el derecho de elegir a su matador".
"Con la cabeza y las condiciones de Ponce, la verdad de Rincón y la pureza de Curro Vázquez sale un torero perfecto".
"Hay faenas que duran cuatro minutos y demasiadas que duran diez. Pero en ninguna faena grande hay más de veinte muletazos perfectos".
"El toreo es de arriba abajo y de delante atrás".
Como vemos, sintético y esclarecedor al máximo.

SIN SUSTANCIA

FERIA DE ABRIL. NOVILLADA: TORREHANDILLA, sexto superior; LUQUE, vuelta y ovación; DE ESPARTINAS, silencio en el lote; SOTO, silencio y ovación.

SIN SUSTANCIA
Por Agustín Hervás

Toreaba en el mismísimo ruedo de la Maestranza un torero de Sevilla. En Sevilla se quiere mucho a los toreros de “toa Sevilla”, son ellos muy suyos, ¡que le vamos a hacer! Y a este que se llama Daniel Luque, también, sin embargo Dani, para los familiares y amigos, toreaba sin sustancia. Ya saben que la sustancia es lo que le da la calidad al cocido porque si no, la olla no sabe a nada. ¡Pues eso, así era la cosa! Se arrebató con el capote en el escurrido cuarto novillo de Jadilla, que ese es el hierro con el que fue herrado, y la cosa vibró un poco, es decir, soltó un poco de sustancia al caldo y después de las varas de Quinta que estuvo bien, y del interés de animal en banderillas, le dio al chaval por citar al hilo del pitón y acompañar las buenas y nobles embestidas del negrito en una faena kilométrica, acelerada y despegada. Los entendidos dicen que el chaval “funsiona” y que “pué funsioná mehó” pero la faena no tuvo sustancia porque el hueso que se le echó al caldo no la tenía. En el primero de la tarde muy justo de fuerzas, al que Juan Sierra le colocó dos pares mirándole el testuz al burel, solo tuvo la lucidez de una tanda por el pitón derecho. Con la espada mejor en este que en el novillo de la faena sin sustancia. Vuelta.
El lote descastado de la tarde fue para Agustín de Espartinas, cuyo primero, segundo del encierro de lo que han dado en llamar ganadería de Torrehandilla, le hizo lesionarse en la muñeca de la mano izquierda al banderillero Muñoz. Un invalido al que no le cogió el aire preocupado por torear bien y empeñado en no entenderlo. Con el quinto, ni chicha ni limonada. Otro novillero más al esportón que quiere matar los novillos a voces y cuyo mayor éxito hasta el momento es haber participado de doble en la película que interpreta Brody, Manolete.
El novillero de verdad fue un chaval de Camas al que el tercer novillo le levantó varias veces los pies de la arena, que quería ponerse bien pero que cada vez que lo procuraba el animal le ganaba la acción, y ¡ala otro arreón! Genio desarrolló el novillo y el chaval, casta. El sexto, con más cuajo, de novillo de plaza de categoría, fue el de la novillada. Bueno por los dos pitones, claro. La cosa pudo haber quedado más a favor del chaval si llega a meter la espada, pero no domina la suerte, en realidad no domina todavía nada pero se le adivinan cosas, cuando se arrebata llega al gentío, pero por eso este Soto estuvo en novillero. Fue sincero.
Los novillos criados por Jandilla pero anunciados como de Torrehandilla desiguales de presentación, flojos los dos primeros y descastados segundo y quinto. El cuarto bueno y el sexto superior. El tercero un marrajo. Ninguno bravo, solo cumplidores con los montados.
¡Aquí paz y allí gloria!