Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
El toro de la corrida y posiblemente de la feria. Trementina, marcado con el numero 73, nacido en diciembre de 2008 y de 486 kilos de peso
A la tercera va la vencida y así ha sido. El ganadero de Galapagar ha conseguido por fin entrar en La Malagueta con una corrida de toros de los que le han embestido cuatro, de seis, un porcentaje altísimo de por sí, y mucho más en esta ganadería. Excepto el segundo toro que no se empleó y el tercero que sin ser alimaña no le gustó al matador, los otros dieron un espectáculo interesante en el ruedo malacitano. Sobre todo el cuarto toro que debió ser premiado con la vuelta al ruedo y que la presidenta Ana María Romero no propició. Ciertamente que el asunto fue confuso porque el propio matador, Javier Castaño que se presentaba en Málaga, inició la petición del indulto, que nadie hasta entonces había solicitado, luego supimos que Castaño pasa horas bajas con la espada y no quería pasar ningún fielato.En realidad la corrida bien mirada estuvo por encima de los espadas, pese a que la gente se entretuvo bastante y dio por buenos los euros empleados en las entradas. Es evidente que el desafío ganadero planteado por los aficionados se lo ha llevado de calle Victorino.
Ferrera cortó la oreja, muy pueblerina por cierto, del primer toro, pitorro, justo de presentación que se dejó en varas y que colaboró en banderillas que el matador puso a cabeza pasada. En la muleta fue noble y bueno y el extremeño no hizo nada más que pajarear con él. No dio un muletazo bueno en toda la faena y lo mató de estocada baja. En el tercero de la tarde lo sacaron a saludar desde el tercio, sin merecimiento porque Ferrera no quiso hacer el esfuerzo no siendo una alimaña el burel. El toro justamente presentado anduvo bien en varas y a palitroques con pies. Ferrera mal con los palos, antiestético y bullidor, pitaron al toro después de un pinchazo y una estocada trasera. Al quinto le cortó otra oreja sin merecimiento. El Mundo Feliz malagueño es muy generoso y complaciente, tal y como les enseñan en algunos medios de comunicación. Cumplió bien varas el de Victorino y en banderillas tuvo recorrido. Ferrera ofreció palitroques a Adalid y Sánchez, banderilleros de Castaño, los que por cierto ponen banderillas mejor que Antonio Ferrera, Se desmonteraron los subalternos saliendo prendido de su par Fernando Sánchez, con aparato pero sin caso. Por el tendido se cundió que la próxima temporada Ferrera va a contratar a estos banderilleros para recorrerse España y parte del extranjero ganando billetes y poniendo del revés la suerte de banderillas. En la muleta el toro fue bastante manejable pasaportándolo de media atravesada, después de darnos una exhibición de posturas culares, pues las incurvaciones, los gestos “oscenos”, mariquetas, y esperpentos que Ferrera hace delante de los toros son propios de números circenses y no de la seriedad con la que hay que estar delante de un toro, de ahí que una espectadora le espetara, ”¡pero ponte derecho!! Y se puso pero hacerlo más mal todavía.
Castaño ha perdido el norte en esto de la lidia de los toros y con la espada. Asustado, aliviándose y a merced de los astados, no dio puntada derecha. Se había pensado en una corrida para ver al toro, y propició trampas echando la Montera al toro desde la grupa del caballo, para provocar su arrancada al peto y colocándose a la derecha del picador. Trampas donde el toro ve al torero acudiendo y encontrándose con el piquero. Eso no es acudir por voluntad de bravo. Puesto a hacer las cosas bien Tito Sandoval, picador que tanto predicamento ha alcanzado en esta cuadrilla, anduvo acelerado moviendo el caballo a ritmo de Lambada, olvidando que los picadores también deben templar el caballo y la vara, y claro, fue aplaudido por el entendido público de Málaga.
El segundo toro fue terciado y pitorro, aunque tardo se dejó en varas, esperó en palos y saludaron Adalid y Sánchez tras parear con decoro. Embistió en la muleta a su aire, sin emplearse, pero sin maldad, como toda la corrida. El salmantino no pasó de voluntarioso descabellando al toro de seis intentos, antes dio solo dos pinchazos. Habrá que recordar que los descabellos no son suerte fundamental, sino recursos. Fue silenciada su labor. El cuarto, el toro de la corrida terciado de presentación fue un toro bravo con fijeza, nobleza y recorrido, al que Castaño no entendió, y no toreo. Pegar pases, si, pero torear no. Un pinchazo, una estocada tendida, un aviso y dos descabellos. Por estos fallos y su inseguridad con los aceros quiso indultarlo. Dio una vuelta al ruedo, que para él quedará, pero no para la historia de esta plaza. El sexto toro, otro toro pitorro cumplió en los dos primeros tercios, cuando Adalid y Sánchez, que también habían saludado en el cuarto, salieron a cumplir en el sexto, la música sonó, detalle de Puyana sin que el público la pidiera. Saludaron también por su oficio y después el matador se quedó a dos velas. Que es el riesgo de llevar en la cuadrilla a toreros que estén a más altura de lo que está el cabeza. El toro se dejó pero el torero no, de manera que alivió con tres pinchazos y descabello. Otro toro que no mató, solo descabelló.
Aún queda mucha feria y están por llegar a los corrales las ganaderías de las figuritas, y en estas los presidentes de La Malagueta no quieren dejar estar en los reconocimientos a los alumnos de los cursos de presidentes que promueve la Asociación de Presidentes. Con lo que algo tendrán que ocultar, por ejemplo que en el día de mañana Padilla, Talavante y El Juli traigan sus lotes bajo el brazo, de jandillas, garcigrandes y zalduendos. No obstante estas sospechas que se comentan por las esquinas, los veterinarios ponen de “sus partes” más en esquivar cornadas de los ganaderos que de los propios cornúpetas. Me dicen que sufrieron con Ricardo Gallardo lo que no está en los escritos por la actitud déspota del ganadero, al que no le consintieron nada de lo que el quería, y lo quería a ultima hora cuando ya todos los papeles estaban firmados.
También me dicen, y es justicia recalcarlo, que la empresa en todo momento está cordial y colaboradora con la autoridad. Pero como digo, todavía queda mucha feria por delante...
¡Aquí paz y allí gloria!!
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