MANZANARES POR LA PUERTA GRANDE

 Manzanares

FERIA DE ALMERÍA 2013. 21 DE AGOSTO. PRIMERA DE FERIA

Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

Se han lidiado cinco toros de Juan Pedro Domecq, terciados los dos primeros, correctamente presentados el cuarto y el quinto, y bien presentado el sexto. Noble y bondadoso el primero pero muy justo de fuerzas, el segundo bueno, el cuarto de mas a menos, el quinto manejable, y el sexto noble y bueno. En tercer lugar se corrió un castaño bien presentado de Parladé encastadito y manejable yendo de más a menos.

La suerte de varas está desaparecida prácticamente de esta plaza de toros y nadie se preocupa de recuperarla.

Ruiz Manuel pinchazo hondo y descabello, ovación que saludó. Y tres pinchazos y media, ovación.

José María Manzanares estocada recibiendo pelín tendida pero muy bien ejecutada, dos orejas. Pinchazo y estocada que provoca vómito, oreja.

Iván Fandiño que sustituía a Morante, dos pinchazos y entera contraria, silencio. Estocada que provoca derrame, oreja.

La tarde se la ha llevado el alicantino Manzanares que estuvo en su primero con oficio y estética, acompañando que es el arte de llevar a los toros sin poderles, y más entonado en su segundo toro sobre todo por el pitón izquierdo, por donde hubo un planteamiento de faena mas enjuto y de más verdad. Cosa muy rara en este torero que se pierde mucho en el arte de la decoración que en el de la construcción.

Fandiño anduvo toda la tarde de pajarraca, no vio su lote, o tardó en verlo una enormidad, no fue capaz de cogerle las distancias a su primero, y tardó en acoplarse en el sexto. Para una tarde que le dan una corridita de toros para comérselos con papas, va el vasco y se repucha. Debe ser cosa de la luna. Otros dirán que el de Orduña se inventó a los toros. ¡Para ellos la perra gorda!

El veterano Ruiz Manuel, muy querido por su paisanaje, no paso de aseado con su lote, debió esforzarse más sobre todo en el cuarto de la tarde, pero no era cosa de entrar en el nuevo oficio de hombre fuerte de la casa Chopera en Almería, conmocionado.

¡Aquí paz y allí gloria!