SIN DEVOLUCION DE TRASTOS

Archivo. Morante. foto Manolo Ortega

SIN DEVOLUCIÓN DE TRASTOS

Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

López Simón tiene que volver a La Maestranza porque allí se dejó los tratos de Morante. Y tiene que volver con Morante para tener la oportunidad de que este se los devuelva. No es que Simón sea un chorizo. No. Simón es un chaval de buena familia y hay que darle esa ocasión. Simón además de ser un chaval de buena familia, es un torero valiente que no pudo devolverle los trastos a Morante, el padrino de su alternativa en Sevilla, porque un toro le pegó una cornada y lo metió “pa dentro” de donde salió en camilla.

Los buenos toreros son así. Se van a Sevilla a que les de la alternativa el primer espada del momento y luego les moja la oreja a todos porque hace promesa de salir por la Puerta Grande o la de la enfermería. A la primera se accede con valor y arte, a la segunda con valor y entrega.

El toricantano se fue al centro del ruedo a recibir al sobrero de Cuvillo con dos pases cambiados y una tanda de redondos de rodillas. Luego con el compás abierto ligó las series por el pitón derecho, y aunque por el pitón izquierdo bajó el buen toro y el toreo, admiraba la tranquilidad y el buen temple del chaval el día de su alternativa. Se entregó en la estocada y salió prendido con una cornada que no le impidió recibir la oreja y pasearla. Esto es estar en torero y proyectarse para serlo en figura.

En realidad el sobrero fue el mejor toro de la corrida por juego, el resto descastados en su mayoría. Terciaditos de presentación, cuarto y sexto más vareados y con un segundo manejable, y un quinto de media arrancada. Resto parados.Morante de la Puebla no se confió con el segundo, no se acopló, solo algún detalle suelto. No tuvo opciones verdaderas en el cuarto, descastadísimo, y en el que mató por Simón, nos regaló un quite por chicuelinas abelmontadas, con una media que quitó “er sentío”, y una tanda por el pitón derecho. Luego con ese toro sin clase nada más pudo hacer.

Manzanares ha tirado toda la tarde de oficio por exigencias del lote. Con el tercero tuvo la virtud de esperarlo por el pitón derecho, y templarlo, aunque con el defecto del pasito atrás. Y en el quinto dio una serie de verónicas que luego ligó con tafalleras, chicuelinas, abrochando con media de rodillas. Después quitó por chicuelinas bajas, menos vistosas. Luego construyó una faena con muchas pausas para buscar el acoplamiento por el pitón derecho, aunque lo meritorio aquí fue una tanda de naturales.

Volvieron a saludar Trujillo, Curro Javier y Blázquez. Barroso picó bien al tercero y Chocolate al quinto

Toda la tarde molestó el viento. El tiempo va a cambiar para el fin de semana.

¡Aquí paz y allí gloria!