PADILLA SE VA SIN NA

PADILLA SE VA SIN NA

Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Fotos: Toros de piedra de Paco Rodríguez

Solo dos toros de la corrida de Torrestrella esta tarde han merecido la pena. El cuarto y el sexto. La verdad es que no ha estado mal presentada, e incluso me han interesado en los dos primeros tercios casi todos. Lástima que las varas sean un trámite pues se hace mas difícil adivinar la bravura. Luego a la muleta excepto esos dos, el resto, se han parado, han sido tardos, se han defendido, y se han agotado, y como consecuencia se entiende que si un toro no aguanta hasta el final, no es toro de triunfo que es lo que ahora se viene buscando. El cuarto si, porque ha sido muy bueno por los dos pitones, y el sexto ha tenido su picante que se traduce en motor, en chispa, en acometividad.

La tarde en Sevilla muy desapacible, con viento y lluvia ha impedido que veamos cosas mejores, de hecho no se ha visto casi nada de interés. Pero debo recordar que en otras manos los dos toros estos hubieran lucido más, o no, tal y como va la feria. Diremos pues que ambos toros han tenido mala suerte en el sorteo, de tocarles estos matadores, e incluso, mala suerte de haber sido embarcados para esta corrida, quiero decir con este cartel. Se ha visto eso si matar bien y certeramente, y los tres matadores han homenajeado a su profesión.
Manuel Díaz El Cordobés solo se dedicó a pegarle mantazos al cuarto, y a veces trapazos. Y con el primero muy fácil pero debió estar más rotundo, se quiso poner conservador y no acertó.
El Fandi con el tercer toro, mas terciado, anduvo bullidor con el capote, puso palos con Padilla, a su estilo, sin especiales argumentos que ese de correr hacia atrás, y hasta que el toro se agotó, estuvo aseado.

Sin perdón, o con todo perdonado, pues el personal sabe como es él, no estuvo a la altura del importate toro sexto.
Y Padilla se va sin “na” de la tarde y de la feria. Bien colocado, bien tratado, como nunca lo hicieron aquí. En la primera tarde con un cartel de tronío, y en la segunda ocupando el habitual puesto de Rivera Ordóñez en este sábado de farolillos. Sin suerte en los lotes lo mejor que ha obtenido el jerezano ha sido el reconocimiento del publico, y un subidón de su ego tras sufrir la cornada de Zaragoza. Eso no se lo quita nadie. Y esa historia que está escribiendo en el toreo nadie la podrá borrar. Nosotros mientras vivamos no la olvidaremos. Ese esfuerzo de superación. Esa férrea voluntad. Esa pasión y ese amor por su profesión, lo contaremos aquí y allá, a nuestros hijos, y a nuestros nietos, porque hubo una vez en el toreo un torero tuerto, con un parche, que fue ejemplo de vida. Otra vez será, Padilla, otra vez será, y que mis ojos, que Dios me conserve, puedan verte.
¡Aquí paz y allí gloria!