15 abril 2012

EL PRESIDENTE HACE LA PLAZA

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EL PRESIDENTE HACE LA PLAZA
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio


Esta máxima que encabeza como título la crónica de hoy en La Maestranza se la debo a José Luis Fernández Torres que fue presidente de La Malagueta. Y lleva razón por mucho que los tiempos hayan cambiado y por mucho que en la era de la mediocridad se le atribuya a la gente un espíritu democrático en el regalo de los trofeos, que no se merece, por pura cuestión de analfabetismo taurino. Hace mucho tiempo que la mediocridad se instaló en el toreo… y en muchos ordenes de la vida, pero en los tendidos, ese mundo feliz, se contenta con ver la orejas en las manos de los rejoneadores y ya da igual todo: el conjunto de la faena, la doma de los caballos, el manejo, la preparación de las suertes, la ejecución y la suerte suprema, sin olvidar el juego del toro. Los trofeos democráticos o no deben sopesar un conjunto que valoricen la plaza.

Fernando Fernández - Figueroa Guerrero ha entendido perfectamente esto que digo. Que la mediocridad no podía instalarse en los tendidos de La Maestranza, y que ¡ya estaba bien de tanto cachondeo orejil en estos festejos! Y ha entendido bien que para avanzar hay que pararse primero y volver a andar el camino para poner las cosas en su sitio. Hoy el presidente ha estado digno y justo. Le negó una oreja pedida por el publico, (aquí la mayoría no me vale), a Diego Ventura, y lo que hizo fue dar un toque de atención al personal para que esta plaza no se convirtiera en una casa de citas de carretera.

Y no es que Ventura no se mereciera un trofeo después de su primer toro, pero ayer dio Oliva Soto una vuelta al ruedo como premio a un trasteo de cierto interés. Por lo tanto dar una vuelta al ruedo en la mismísima Maestranza no es mala paga para un torero. Y les voy a decir más. Ventura ha estado bien en conjunto en la tarde hoy. Sencillo, ortodoxo, fácil por técnico. Maduro, asentado, correcto. Quizás en el quinto ha buscado un poco el efectismo pero no se ha dejado llevar por el arrebato de sus temporadas anteriores.

En su línea Andy Cartagena si bien menos afectado. Me gustó verlo sacar a un caballo español, Laurel, del hierro de los Peralta, para parar al cuarto.

No ha sido la tarde de Leonardo Hernández que poco a poco pierde puntos, en esta plaza y en otras. Después de una remontada en la temporada del 2010, se ha ido viniendo a bajo y me da la impresión que el sin zahones tiene falta de espíritu de lucha y de ambición profesional. Aquí hay que estar a todas, y deseo que la falta de visión de un ojo, no le esté jugando malas pasadas pues en el tercer toro preparaba bien y ejecutaba bien las suertes pero clavaba mal, y en el sexto todo un despropósito, Olé se le alebresta, no prepara bien las suertes que las ejecuta sin estar el toro en la rectitud con los caballos y falla más que una escopeta de caña. Habrá que seguir estudiando porque un buen rejoneador sabe qué caballos sacar según la condición del toro.

La corrida de El Capea anunciada de San Mateo y San Pelayo, noble, sosa y yendo de mas a menos. El toro que más se movió el quinto.

¡Aquí paz y allí gloria!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy de acuerdo con su comentario; del mismo modo con la decisión presidencial. Si se es presidente se es para todo, incluso para llevarse alguna bronca injustificada de un público desorientado.
En los últimos años el rejoneo ha subido de nivel, se torea muy bien, muy cerca, los toros tienen calidad y nivel...Ahora bien, los rejoneadores, en particular las figuras, se están acomodando demasiado en un espectáculo donde sólo ellos quieren brillar. Nos hurtan el juego de toros con más casta, más poder...al menos en las primeras suertes de la lidia. Las cercanías, los galopes cadenciosos deben quedar para el final, con el toro ahormado. Ahora cada vez más quieren un toro bobón que siga el caballo sin pizca de codicia, quieren que salga de chiqueros medio muerto: ayer en los micrófonos de tv todos dijeron que la corrida había sido buena. No. Buena para ellos, pero sin un ápice de transmisión de emoción...y sin emoción no hay aplausos, no hay orejas.....fin del espectáculo. Por otro lado, si el toro sale un poco vivo, con pies y casta...sin problema: dos o tres rejones de castigo de no te menees. Cada rejonazo hace más daño que dos puyazos de los fuertes que se dan ahora en una corrida a pie: un despropósito. En Portugal, cuna del rejoneo, se ponen farpas, una especie de banderilla doble, de infinitamente menos castigo....a ver si aprendemos.
Del público, que decir, paga y sostiene el espectáculo, pero no tiene porque tener siempre razón sobre todo cuando creen que están en el circo. Los presidentes deben a veces poner el sentido común cuando este falta en los tendidos. Tampoco deben reflejar en sus decisiones sus fobias o filias...es tan difícil ser buen presidente.
Perdón por lo extenso de la intervención.

Un saludo.
Fernando.