COMPOTA DE MEMBRILLO

COMPOTA DE MEMBRILLO
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

Abrazados por el suave otoñó los membrillos maduran al sol amarillento y cabezón. Listos para la recolección y prestos para la compota, o para la carne.
Más duro septiembre que agosto para los toreros, deja, en las postrimerías del mes, su balance. Octubre con Zaragoza y Jaén, será más suave. Algo así como Castellón y Valencia en marzo.
Este mes que se apaga regada su plaza con las lluvias que prepararán el campo del toro; aunque los mayorales dicen que la hierba de otoño, nunca como la de primavera; se fortalece en Barcelona, por la Merced, con esa caricia que José Tomás le hace a la Cataluña taurina, despidiendo su temporada, que resumiré en mucho enganchón, traje manchado, cogida por corrida, testimonio de Madrid, infravaloración de las cartelerías por el toro y por el remate de carteles, y sobre todas las cosas, por la bolsa llena. Su bolsa. Y aquí mismo, tres ases de la temporada reivindicándose. Fundi, descubierto y valorado al fin por el aficionado desde el pasado Isidro. Juli, cada feria, cada temporada más en maestro. Y Perera, que ha firmado una temporada, que no se había firmado desde hacía muchas temporadas por ningún matador, con el reconocimiento del buen aficionado, del taurinísmo, y lo que es mejor aún, con un cartelazo para el 2009, que Cepeda su apoderado debe saber rentabilizar.
En Valladolid, él. En Salamanca él, más El Juli, más Valverde, que no pasa de ser un buen torero sin llegar a ser alguien. En Albacete más Perera y Manzanares antes de Murcia dónde se desvaneció por extraña enfermedad. En Nîmes él otra vez y un desmedido triunfalismo para Castella y Bautista que jugaban en casa. Lo del Juli anecdótico: ¡tan joven y tan mayor de alternativa! En Logroño está por ver, precisamente esta tarde en el cartel mas rematado de la feria junto a otra vez El Juli y El Cid, con los de Gallardo.
No ha acabado esta temporada y la que viene ya está que arde porque me interesará saber si Fandi, Rivera Ordóñez, El Cordobés y Finito, quieren seguir hundiéndose en el desprestigio toreando por los pueblos sin acudir a Madrid. Si los empresarios van a seguir confeccionando ferias pobres por incluir a José Tomás en ellas. Si el Cid mantiene también en provincias los créditos que obtiene en Madrid. Si Perera, Juli, Manzanares y Cayetano, estarán a dos tardes en las ferias, como valoración a toreros importantes, como antes era la cosa. Si Morante seguirá viviendo del cuento de la exclusiva. Si a Fundi lo veremos más y por más sitios, en maestro. Si Daniel Luque entra en las ferias importantes. Y por último, ¡y no me digan que no tenemos toreros con interés para hartarnos! si Castella se centra y Talavante se encuentra.
Sepan que no me he olvidado de Ponce, pero a Ponce sólo me gustaría verlo, por este orden, en Valencia, Sevilla, Madrid, Bilbao y Logroño. Ya se ve que de toreros no andamos mal, pero ¿y de ganaderías? Con rotundidad debo afirmar que tampoco. Lo que hace falta es que el toro salga en su encaste, con sus kilos e integro, sobre todo íntegro. Que salga el toro propio de cada plaza y de los que tengan fiereza y no borreguéz, pues el toro da emoción a esta fiesta y el torero acompaña la emoción dominando a la fiera y creando arte a su alrededor.
Pongamos ejemplos de ganaderías con las que hay que contar y guardan interés para el aficionado. Fuenteymbro. Cebada. Victorino y Adolfos sin adulterar en provincias. Palha. Resina. Miuras. Guardiolas. Cuvillos de los de Madrid, y por supuesto sin descartar lo mejor del encaste Domecq. Repito: puro e íntegro. Pero en esto de las ganaderías nunca deberíamos olvidar que hay reservas de sangre buena en las ganaderías de los grupos distintos a las de la Unión.
Asignaturas pendientes: De entre la novillería sacar uno que valga. De entre los veterinarios quedarnos con los aficionados. De entre los presidentes volver a confiar en la autentica y verdadera autoridad. Ver a Zapatero en los toros. Decidir sobre la suerte de los picadores y por final. Averiguar, qué fiesta queremos. Si la del valor, la verdad y la emoción. O la moderna sin picador, sin toro, y de danza. A ver si entre todos podemos averiguar dónde estamos y a dónde vamos.