Toros de BENITEZ CUBERO, correctamente presentados, excesivamente desmochados, descastaditos, que se pararon en banderillas. DIEGO VENTURA, único rejoneador. Pinchazo y rejón caído, oreja. Rejón trasero caído, echa pie a tierra y lo descabella, oreja. Rejón trasero, dos orejas. Rejón que basta, dos orejas. Rejón delantero, dos orejas. Pinchazo y uno entero qiue provoca derrame, dos orejas y rabo. En el toro sobrero que regaló, Rejón bueno, dos orejas.
Actuaron de sobresalientes el rejoneador, David Vázquez y los matadores, El Duende y Saleri.
Al romper el paseíllo exhibió a los diecisiete caballos de su cuadra.
Casi lleno. En otras rondeñas de rejones se acabó el papel.
Los caballos con gamarra, como Minuto, los bocados portugueses, y las monturas mixtas. En todos para dar la cara al toro o galopar de costado necesitaba echar las dos manos a las riendas.
Califa se llenó de gloria porque intervino en casi todos los toros para poner banderillas a dos manos.
En algunos toros puso más palitroques de la cuenta en el quinto llegué a contarle más de doce.
RIVERA ORDOÑEZ DE SPORT.
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Se trataba de una encerrona con morbo, de un rejoneador que había adquirido en el mercado del toreo moderno vitola de violento, y fue sorpresa que nada de violencia hubo. Es verdad que sacó a Morante, pero el caballo lejos de hacer su numerito de morder en el lomo al toro con violencia, esta vez lo fue de forma simulada y por lo tanto no se le llenaron los belfos de sangre. Variado en sus ejercicios a la jineta supo dosificarse bien y emplearse mejor en los últimos toros. En el cuarto invitó al sobresaliente David Vázquez a poner banderillas. En el sexto echó pie a tierra y le enjaretó media faena de muletazos, que nos devolvieron la estima de esta gran ganadería, de Benítez Cubero, para reivindicarla en su vuelta como encierros para el toreo a pie. Y en el sexto llegó la apoteosis pues invitó a poner banderillas a Francisco Rivera Ordóñez que andaba en el callejón vestido de sport. Este aceptó, se quitó las zapatillas y descalzo se fue al toro que estaba en el burladero de sol junto a la puerta grande, y se lo puso bajo, al violín. Le pidió Ventura otro y Rivera accedió, este en el centro del ruedo, y le cayó arriba. Era de verlo saludando la cerrada ovación, ayer con un terno nazareno de las tres caídas y hoy con vaqueros ocres y sweter frambuesa, y descalzo con calcetines grises... y es que se ve que esta feria de Pedro Romero estaba metida en moda.
En el primer toro con el castaño en banderillas batía un tranco antes y perdía emoción. Con Cheke en el segundo batió muy justo y dio qué hablar. Con Poema paró de salida con el Marsellés en la mano y por lado izquierdo. Con Distinto se equivocó en la batida, la primera vez batió pronto y se pasó, no pudo clavar, y la segunda batida fue tarde y topó al caballo. En el cuarto invitó a David Vázquez que estuvo correcto en las dos que puso. Paró al berrendo en colorao que hizo quinto con la garrocha y montado en Girasol. Con Cali puso una banderilla buena. Con Te divirtió con los balanceos. En el sexto toro puso un rejón de castigo a toro levantado esperándolo en la puerta de chiqueros que hizo ponerse en pie a la gente. Con Manzanares lo bordó en las medias vueltas y los galopes de costao, después le entró la neura y echo pie a tierra y le enjareto dos o tres tandas de muletazos en los que se vio como fallaba la pierna en la que sufrió la rotura de tibia, desde el tendido le cantaron, con Morante estuvo discreto, como ya se ha dicho y con Califa plantó una rosa consiguiendo el rabo. En el séptimo, de regalo, Rivera Ordóñez puso banderillas y Ventura con Distinto bordó los palos dejándose venir al toro en la querencia.
Tarde de gloria para el portugués de Sevilla que contrató a varios equipos cinematográficos para que le grabaran desde distintos puntos de la plaza.
¡Aquí paz y allí gloria!
No hay comentarios:
Publicar un comentario