HOMENAJE A MANOLO SEGURA

Manolo Segura a la derecha antes del paseíllo en La Malagueta, para un festival a beneficio del Gasolina, acompañado de los jóvenes Pedro Castillo y Jesús Márquez.
Foto: Archivo personal.

HOMENAJE A MANOLO SEGURA
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

Mañana en un restaurante malagueño, a la cena, se homenajeará, como Dios manda, al decano de los toreros malagueños, Manolo Segura que celebra su primer medio siglo de alternativa. Su tocayo, Manuel Fernández Maldonado, lo ha promovido como significación de la importancia que tuvo este matador de toros para la ciudad.
Tomó la alternativa en La Malagueta el 6 de julio de 1958. Julio Aparicio y Rafael Jiménez Chicuelo en el cartel, los toros de Juan Pedro Domecq, se llamó Gachito nº48, negro, el de la alternativa. Confirmó en Madrid el 27 de septiembre de 1959. Antonio Bienvenida como padrino y Manolo Vázquez como testigo. Toros de El Pizarral, se llamó Marmolejo nº 24 negro, bragado y meano.
Fue apoderado por el padre de Pepe Luis González "Pepe Luis Román" en los carteles. Pepe González Román, policía y cronista taurino, le dio las mejores oportunidades y un montón de novilladas. Un día, Manolo Segura, que era tímido, harto de tanto torear, provocó una reunión con su apoderado y el cura de La Victoria para que este le dijera a aquel que procurara darle menos novilladas por que el chaval las acusaba. Tras este apoderado vino Pepe Ordóñez por influencia de su hermano Antonio.
Paco Cañete dice que era un chaval muy callado. "Era muy difícil entablar conversación." Ahora no hay quien los calle.
Su vida está llena de lagunas económicas y él se queja de haberlo pasado mal. De que nadie de a los que él ayudó le ayudaron. Tuvo que ver en la Plaza de Fuengirola. De aquella aventura se quedó con ocho acciones de recuerdo. Le gustaba la caza. Por esa pasión la Policía Montada del Canadá lo detuvo por haber matado un oso, no lo encarcelaron pero fue declaro persona "non grata" en el país. Conoció a su mujer en el Hotel Miramar. Era campeona de patinaje sobre hielo, se enamoraron, la siguió apasionadamente y cuenta Manolo, que "hasta incluso tuvieron relaciones prematrimoniales". Para la época esto era pecado mortal y cosa impensable.
Manolo ha viajado en avión, pero aún a sus 74 años, no ha montado en helicóptero, uno de sus deseos.
En el año 94 se acordó ponerle a la Puerta Grande de la Malagueta el nombre de MANOLO SEGURA. Los azulejos fueron descubiertos en la feria del 95 por el presidente de la diputación Luis Vázquez en un acto organizado al efecto.

Fue un buen matador de toros... a José Luis Navas en El Sol le dijo: "Matar bien es muy difícil. Recuerdo que iba al matadero y estudiaba atentamente la anatomía de las reses. Con un alambre procuraba llegarles al corazón sin chocar con los huesos... eso me sirvió de mucho...
A Juan Ramón Romero en el Sol del Mediterráneo le afirmó que su maestro había sido Cayetano Ordóñez: "El hombre más grande que he conocido fue Cayetano Ordóñez, Niño de La Palma. Todo lo que hizo fue de hombre, hasta borracho era un tío. Él fue mi maestro. Me enseñó que como amigo todo el mundo me encontrará, pero como enemigo nunca. Curiosamente su hijo Antonio no se llevaba bien conmigo. Pero ojo, él conmigo no yo con él, pues en realidad no se llevaba bien ni con sus hermanos y lo digo valientemente, pero con cortesía..."
Creo que Manolo Segura se merece este homenaje porque sobre la historia pasada se construye el futuro. Todos tenemos una deuda con nuestro pasado y al pasado honor. Fernando Claramunt tiene escrito: "Entre el rigor formal y la bohemia, a bandazos, no es raro ver moverse a los toreros "típicos"... Cuando el torero se retira rico, puede "tenerlo todo" y "dejar de Ser Alguien". El torero olvidado ya no es "figura" sino un "Don Nadie", que es, psicológicamente, su mayor tragedia.
¡Va por ti Manolo!