LA MALAGUETA 132 AÑOS DESPUES

En las fotos de Pastor, observesé en la primera como los documentados técnicos ho han sabido conciliar un muro de hormigón, con la histórica entrada al patio del desolladero que como verán está junto a la moderna estatua de Antonio Ordoñez. La pintura en contra de lo que parece, no es pintada, sino pintura modernista. La segunda foto está tomada desde la estatua. Y en la tercera, vean la nueva concepción arquitectónica (imitación a la moderna entrada del Louvre) que no es otra cosa que la entrada al parking. Estos son los muros de los corrales de La Malagueta 132 años después. Un atentado contra la historia de la plaza, y una irregularidad posiblemente punible, porque la plaza, incluidos los corrales, está declarada monumento histórico.

LA MALAGUETA 132 AÑOS DESPUES
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

Hoy 18 de junio se cumplen 132 años del final de la feria que se verificó en Málaga para honrar el advenimiento, a la historia de la tauromaquia, de nuestra plaza de toros, que más tarde tomaría el nombre de La Malagueta.
La primera foto corresponde al cartel donde se anuncian las mejores ganaderías y los mejores espadas del momento. El resto de las fotos corresponden al reglamento taurino de la plaza. La empresa echó la casa por la ventana y los precios (echen cuentas por la inflación) caros, para la España que apunto estaba de darse otra constitución y a la que los Mambises cubanos le tocaban los costados. Curiosamente en los años más convulsivos de nuestra historia, los toros ponían al pueblo la ilusión que los gobernantes le quitaban. 132 años después, igual, pero con Cuba perdida.
Hoy La Malagueta espera los carteles de la feria que se verificará en agosto. Hoy La Malagueta, por capricho político, es una plaza de primera categoría en lo administrativo, si bien en la practica está en pañales. Se ha perdido aforo. De 14.000 almas a poco menos de 10.000 con la excusa de su adaptación a las normas de seguridad, mientras las de Sevilla y Madrid, por poner ejemplos de plazas de la misma categoría, no las toca "ni Dios". Ha perdido sus corrales de 132 años, a causa de indecentes decisiones de nuestros administradores, por unos en forma de planchas de hormigón. Y han horadado su subsuelo para que los carros de la época puedan parquear. De pasada han provocado espacios para solaz de los vecinos, y los sabios técnicos, han colocado entradas al parqueadero como si de un excelso Louvre se tratara.
Sin embargo los toros siguen dando ilusiones al pueblo en los momentos de, crisis para unos, y desaceleración para otros.
Pero La Malagueta del siglo XXI no se sustrae, al igual que Las Ventas, (en eso sí somos hermanas de primera), a las erróneas decisiones de nuestros políticos. Aquellos a los que hemos votado, juegan con nuestros intereses a la ligera endeudando nuestras arcas. Se ha visto recientemente en Madrid que hubo una concesión administrativa irregular, por la que Simón Casas debe ser resarcido, y hace un año se vio, que Vicente del Pino debe ser indemnizado porque la plaza de toros se concedió de forma irregular a la empresa de Martín Lorca. El pueblo debería pedir responsabilidades a estos desacertados politicuchos.
Este es pues el estado de La Malagueta 132 años después, y aún así los aficionados esperan, todavía, que salga el toro – toro de primera, para no hacerle caso a Francisco Rivera, que el pasado año los mandó a Madrid, o a Bilbao para verlo. Y los sufridos aficionados, 132 años después, siguen esperando que los toreros, que pisen su sagrado ruedo, acepten que esta ya no es una plaza de turistas. ¡Ah claro! Para eso los aficionados también piden que les ampare una autoridad que defienda sus derechos, poniéndose de parte de ellos, y no de parte de quienes, con arteras artes, los sumen más en la miseria de la ignorancia taurina.