Aparicio
¡ADIOS TORO, ADIOS!
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Madrid. 3 de junio de 2008. Tres toros de Garcigrande, mal presentados, protestados. 1º noble. 2º descastado. 3º bueno. Y tres de Peñajara, correctos de presentación. Encastados. Julio Aparicio, palmas y silencio. El Juli, silencio y silencio. Sebastián Castella, palmas y ovación con saludos tras aviso.Se ha desmonterado, tras parear al sexto, el banderillero Curro Molían.
El toro no salió en la mitad de la corrida. De esta primera corrida que llaman feria del aniversario y que es un timo, pues ni es feria, ni es aniversario de nada, pues el de la plaza de Las Ventas, se cumplió hace cinco. La afición traga si quiere ver toros. La Comunidad de Madrid traga más, porque de seguir la cosa así desde el día uno de mayo irán seguidos de toros, dos meses. Quizás sea que la modernidad del toreo llama a esta estrategia ser plaza de temporada, visto que los domingos no va ni Dios a los toros. ¡Claro que se comprende que Dios no vaya los domingos a los toros, porque está en Misa!
Pues no señores no salió el toro. Los de Garcigrande que quedaron para la corrida no debieron salir a esta plaza "importante", porque como se fijen los taurinitos les van a dar en las narices a los aficionados cuando estos vayan a las provincias exigiendo toros. Los de Peñajara no es que fueran cosa del otro mundo pero se salvaban por los pitones y por la casta. Pitones porque tenían más que el primer salmantino, que tenía horrorosas sospechas de afeitado, y por la casta porque se movieron tanto que descubrieron a los toreros que no están para estas batallas. Los de Garcigrande, salvo el descastado segundo, fueron nobles y buenos para la muleta.
"Er niño de Aparicio" que toreó con gusto al moribundo primero, es como si no hubiera toreado porque el respetable no le dio ninguna importancia aunque los del clavel y la señora relumbrona, aplaudieran hasta hartarse. Pero cuando no hay toro es porque se ha ido, y si se ha ido, no hay toro y como ya hemos visto al toro en esta plaza, pues que muy bonito Aparicio, pero con toro ¡majo!
En el tendido, más de cuatro, y muchos más de muchos le dijeron al cuarto: ¡Adiós toro adiós! Se le fue el toro encastado a Aparicio, que quiso acordarse de cuando tenía 14 años menos y se fue al centro, ¡qué digo, más allá del centro! Y unas series por despegadas, otras por enganchadas, otras por precauciones, se le fue, y se le fue, y ya no volverá más. Con la faena de Aparicio en las Ventas pasa como cuando a uno lo engañan en eso de la cocina deconstruída. Mucha tontería y poca sustancia.
Que el Juli tuviera "cagalera" no es algo que le importe al pagano. Humanamente es de sentimiento lo de que un hombre que se va a jugar la vida se esté, ustedes disimulen, cagando las patas abajo. Pero es lo que había, siendo en esta ocasión la literalidad de la cosa. Y metidos en esto de la escatología, permítaseme continuar con el símil porque al Juli le cambiaron una corrida en Granada y se fue. En Madrid le han cambiado media y se queda. Claro, normal, si no se queda pierde el crédito, que en provincias se traduce en dinero, y la temporada no va fina. De manera que como él no puede hacer lo que han hecho los tres soprano, pues a tragar. Y tragando, tragando, se tragó a un infumable segundo y tragando, tragando, le enjaretó una muy digna faena al quinto que no llegó a calar aunque puso oficio y profesionalidad.
El francés no cortó orejas. Pudo haberlas cortado en el sexto porque las señoronas lucidas por los del clavel, y los del clavel, que se asustan mucho con Castella, se las hubieran pedido con mucho "gusto" pero el francés falló a espadas y se olvidó de que un toro cuando protesta en mitad de una faena, en mitad de una tanda de muletazos, es porque no estaba a gusto, y es que los toros con casta quieren ser bien toreados y eso para los toros, dicen que Antoñete debe saberlo porque ha sido toro antes que torero, es pedir distancia. El encimismo no es bueno casi para nada. Solo para una cosa que los hombres sabemos, y casi nunca estamos seguros. Con el tercero un mitin de muletazos sin sentido y sin estética. Vulgar.
De todo lo que llevamos visto en Madrid, esta corrida de toros, o de ciertos animalejos en su mitad, ha sido la más toreable. De seis, cinco.
¿Que quienes son los tres soprano?, Pues los que sustituyeron a los tres tenores: El Cordobés, Rivera Ordóñez y El Fandi. Cartel triunfador del año. Sevilla, Córdoba y varios de la geografía española. El Juli no, el Juli no es soprano y no puede decir que no a Madrid.
¡ADIOS TORO, ADIOS!
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Madrid. 3 de junio de 2008. Tres toros de Garcigrande, mal presentados, protestados. 1º noble. 2º descastado. 3º bueno. Y tres de Peñajara, correctos de presentación. Encastados. Julio Aparicio, palmas y silencio. El Juli, silencio y silencio. Sebastián Castella, palmas y ovación con saludos tras aviso.Se ha desmonterado, tras parear al sexto, el banderillero Curro Molían.
El toro no salió en la mitad de la corrida. De esta primera corrida que llaman feria del aniversario y que es un timo, pues ni es feria, ni es aniversario de nada, pues el de la plaza de Las Ventas, se cumplió hace cinco. La afición traga si quiere ver toros. La Comunidad de Madrid traga más, porque de seguir la cosa así desde el día uno de mayo irán seguidos de toros, dos meses. Quizás sea que la modernidad del toreo llama a esta estrategia ser plaza de temporada, visto que los domingos no va ni Dios a los toros. ¡Claro que se comprende que Dios no vaya los domingos a los toros, porque está en Misa!
Pues no señores no salió el toro. Los de Garcigrande que quedaron para la corrida no debieron salir a esta plaza "importante", porque como se fijen los taurinitos les van a dar en las narices a los aficionados cuando estos vayan a las provincias exigiendo toros. Los de Peñajara no es que fueran cosa del otro mundo pero se salvaban por los pitones y por la casta. Pitones porque tenían más que el primer salmantino, que tenía horrorosas sospechas de afeitado, y por la casta porque se movieron tanto que descubrieron a los toreros que no están para estas batallas. Los de Garcigrande, salvo el descastado segundo, fueron nobles y buenos para la muleta.
"Er niño de Aparicio" que toreó con gusto al moribundo primero, es como si no hubiera toreado porque el respetable no le dio ninguna importancia aunque los del clavel y la señora relumbrona, aplaudieran hasta hartarse. Pero cuando no hay toro es porque se ha ido, y si se ha ido, no hay toro y como ya hemos visto al toro en esta plaza, pues que muy bonito Aparicio, pero con toro ¡majo!
En el tendido, más de cuatro, y muchos más de muchos le dijeron al cuarto: ¡Adiós toro adiós! Se le fue el toro encastado a Aparicio, que quiso acordarse de cuando tenía 14 años menos y se fue al centro, ¡qué digo, más allá del centro! Y unas series por despegadas, otras por enganchadas, otras por precauciones, se le fue, y se le fue, y ya no volverá más. Con la faena de Aparicio en las Ventas pasa como cuando a uno lo engañan en eso de la cocina deconstruída. Mucha tontería y poca sustancia.
Que el Juli tuviera "cagalera" no es algo que le importe al pagano. Humanamente es de sentimiento lo de que un hombre que se va a jugar la vida se esté, ustedes disimulen, cagando las patas abajo. Pero es lo que había, siendo en esta ocasión la literalidad de la cosa. Y metidos en esto de la escatología, permítaseme continuar con el símil porque al Juli le cambiaron una corrida en Granada y se fue. En Madrid le han cambiado media y se queda. Claro, normal, si no se queda pierde el crédito, que en provincias se traduce en dinero, y la temporada no va fina. De manera que como él no puede hacer lo que han hecho los tres soprano, pues a tragar. Y tragando, tragando, se tragó a un infumable segundo y tragando, tragando, le enjaretó una muy digna faena al quinto que no llegó a calar aunque puso oficio y profesionalidad.
El francés no cortó orejas. Pudo haberlas cortado en el sexto porque las señoronas lucidas por los del clavel, y los del clavel, que se asustan mucho con Castella, se las hubieran pedido con mucho "gusto" pero el francés falló a espadas y se olvidó de que un toro cuando protesta en mitad de una faena, en mitad de una tanda de muletazos, es porque no estaba a gusto, y es que los toros con casta quieren ser bien toreados y eso para los toros, dicen que Antoñete debe saberlo porque ha sido toro antes que torero, es pedir distancia. El encimismo no es bueno casi para nada. Solo para una cosa que los hombres sabemos, y casi nunca estamos seguros. Con el tercero un mitin de muletazos sin sentido y sin estética. Vulgar.
De todo lo que llevamos visto en Madrid, esta corrida de toros, o de ciertos animalejos en su mitad, ha sido la más toreable. De seis, cinco.
¿Que quienes son los tres soprano?, Pues los que sustituyeron a los tres tenores: El Cordobés, Rivera Ordóñez y El Fandi. Cartel triunfador del año. Sevilla, Córdoba y varios de la geografía española. El Juli no, el Juli no es soprano y no puede decir que no a Madrid.
¡Aquí paz y allí gloria!
1 comentario:
mucho tiempo ha pasado de la ultima vez que vi torear despacio.
cortinar
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