MADRID SÍ, ANDALUCÍA NO.
Por Agustín Hervás
En algunos de mis artículos he dejado clara la necesidad de la existencia de Madrid, de la exigencia de la afición de la plaza de Las Ventas. Madrid es el escaparate del mundo taurino. De lo bueno y de lo malo. Pero escaparate, y por lo tanto conviene cuidar todo. Las formas, los hechos y los resultados.
Se ve que Andalucía no. Ahora otro follón con la suspensión de la novillada del domingo. Menos mal que el presidente, señor Murillo, estuvo en su sitio sin albergar ninguna duda. Sin embargo el empresario, a la vista de las informaciones que he podido leer, no. El empresario señor Canorea sacó de nuevo uno de los argumentos que convenció a Soriano para redactar el reglamento andaluz, y que no es otro que el de echar en cara a la autoridad (claro porque ejerce de autoridad) tratar a los toreros como delincuentes.
Se sabe que una estrategia de defensa es el ataque, pero lo cierto es que en Andalucía hay muchas cuestiones, interrogantes, que no tienen respuesta debido a la inoperancia de la administración, que con esa dejadez no defiende al consumidor de este espectáculo, considerándolo como un analfabeto al que se puede, si no engañar, si obviar, dejando cabalgar en caballo desbocado al taurinismo imperante.
En Madrid no. En Madrid, sin levantar sospechas contra nadie, solo mirando el interés del aficionado y del consumidor de la carne de toro lidia, que es una de las mejores que comer se pudiera, ha decidido que a los toros sospechosos de extraño comportamiento se les van a hacer análisis antidoping y claro de todos aquellos marcadores que un análisis pueda dar.
Algo es algo. A mi modo de ver los análisis deberían ser a todos los toros lidiados, y por decreto, ya que estamos tratando, no solo de un espectáculo en el que la integridad de las astas y la sanidad del animal es garantía de emoción, sino que además, de no hacerse los controles pertinentes se podría caer en un grave problema sanitario. Por eso la Comunidad de Madrid los va a imponer, aunque sea como se ha dicho, en todas las plazas de su territorio.
A estas alturas se sabe, claro con más oscurantismo que claridad, que los toros se inyectan a lo largo de su vida para poder manipularlos debido a su carácter. Y las ultimas inyecciones, como también queda dicho en este blog, son para quitarle las fundas de los pitones, y para tranquilizarlos a la hora de embarcarlos y que no se destrocen los pitones u otras partes de su anatomía. De ahí el acertado procedimiento de la Comunidad de Madrid que finalmente cumpliría con el aficionado y/o consumidor si se publicara la lista de los posibles infractores.
Ver más información en www.madridiario.es
2 comentarios:
Pues sinceramente apreciado Agustin, yo no me lo creo. No entiendo que ahora de golpe y porrazo, a la Comunidad de Madrid, le entren esas ganas de hacer analisis. No se que pensar.
Desde luego dudo mucho que se publiquen los resultados. El tiempo nos dara o nos quitará la razón.
Salud
El Coronel
Estoy con el Coronel. Aunque espero que lo hagan, y también con las astas sospechosas en el ruedo. Lo de que luego se publiquen los resultados, se impongan sanciones y estas se cumplan es otra cosa.
Pepe Pastor
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