23 agosto 2023

PROTAGONISTAS DEL TOREO: VICTORINO MARTÍN. PARTE I

 

Toros de Victorino Martín en los corrales viejos de La Malagueta 1986.


GANADERÍA DE VICTORINO MARTÍN

 Divisa: Azul y encarnada. Señal: Hoja de higuera en las dos orejas. Antigüedad: 29 de mayo de 1919. 

Procedencia: La fundó el Marqués de Albaserrada en 1912 con hembras y sementales del Conde de Santa Coloma, origen Saltillo. En 1920 falleció el Marqués. En 1921 la Marquesa viuda de Albaserrada la vendió a José Bueno. En 1928 se dividió una parte de su viuda, Juliana Calvo y otra para Bernardo Escudero. En 1941 la heredan sus sobrinos, que anunciaron "Escudero Calvo Hermanos". En 1965 fue vendida a Victorino Martín Andrés.

 Temporada 1995: Lidió un total de 66 toros, a los cuales se le cortaron 41 orejas y 3 rabos. Tres toros fueron premiados con la vuelta al ruedo 

 Temporada 1996: le cortaron a sus toros dos orejas en la Real Maestranza de Sevilla.

 En 1997, declaró a El Colombiano en Medellín, en entrevista del día 17 de marzo de J. Vega B.

 .- Un consejo a los nuevos criadores de reses bravas: que a la hora de desechar no sean tacaños.

 .-  Soy un ganadero caro porque el anuncio de mis toros llena plazas como Madrid, incluso en carteles de toreros de figurones.

 Al indagarle sobre su asistencia a varias corridas en Colombia y si se divertía viendo incluso toros que no eran de los que gustaba criar, comentó:

 .- Digo como afirmaba Marcial Lalanda, siempre aprende algo uno viendo tanto toro (más que muchos toreros). En Colombia hay muchas cosas importantes para mirar en las corridas, incluso fuera del ruedo...

  (mira de soslayo a una hermosa dama en barrera).

 .-¿Qué consejo daría a un ganadero de aquí que comienza?

 .- Les diría que deberían preocuparse más por la casta, a la que muchos toreros le hacen mala propaganda...

 Cabe recordarles a los aficionados, que entre la tendencia de los últimos treinta años de los criadores españoles por sacar el toro comercial, es decir, el que se deja pegar muletazos sin mucha bravura y casta, ha contrastado el procedimiento de Victorino de quien dijo el escritor Diego Lechuga:

 "El Paleto ha revolucionado el mundo de la ganadería; ha desempolvado la crianza y la casta del toro bravo y con ella la emoción de la suerte de varas. Hay que relevar la labor de un ganadero que se ha destacado por haber vuelto a sacar los tipos de toros realmente protagonistas de la emoción en los ruedos: los Victorinos".

 Proceden estos Victorinos de la ganadería que en 1912 había formado el Marqués de Albaserrada con reses cedidas por su hermano el Marqués de Santa Coloma, de las del origen Saltillo.

Los herederos la dividieron y fue amainando la casta en manos de los hermanos Escudero, a los que luego compró el actual propietario Victorino Martín y que pasta en Moraleja, Cáceres.

Con la anterior afirmación de Lechuga, de paso ha contestado la pregunta que se hacen muchos: ¿Se puede devolver al toro la casta perdida?

 El paleto lo ha hecho.

 Además le preguntamos al gentil caballero, visitante de La Macarena: He leído que usted es en extremo exigente en las tientas de vaquillas, quiere darle otra clave a nuestro imaginario nuevo ganadero criollo?

 .- Que no inviten a ellas a figuras del toreo y que no tienten vacas muy jóvenes; que sean por lo menos ya utreras y lo más importante, que a la hora de desechar no sean tacaños.

 Por último, sobre los indultos afirmó:

 .- Estoy de acuerdo con mi amigo Alvaro Domecq, quien ha sostenido que no podemos seguir derrochando las gotas de casta que aún quedan en la cabaña brava española; hay que indultar, pero los toros que realmente sean bravos; no se puede confundir...

 

 Portada 6 TOROS 6 / Nº 145. 6 TOROS 6

 

GANADERIAS. Las camadas del 97. Victorino Martín

 El ganadero de Galapagar, ahora afincado en Extremadura, no cambia: para este año tiene once corridas de toros, exactamente las mismas que lidió en 1996. Una camada de toros serios, con la perfecta y característica hechura del animal de Albaserrada, pero también con una seriedad extraordinaria. Los toros que aquí les presentamos son, en la mayoría de los casos, los que Victorino Martín ya ha lidiado esta misma semana en la plaza de Sevilla y los que próximamente correrá en San Isidro. Además de las corridas lidiadas en Olivenza, Castellón y Sevilla, hay que sumar las dos que tiene para Madrid (San Isidro y Otoño), y las de Nîmes, Barcelona, Mont-de-Marsan, Calatayud, Arles y Albacete. Once plazas afortunadas que podrán disfrutar con el juego siempre único y distinto, nunca aburrido del casi último vestigio del Saltillo español.

 6 TOROS 6 / Nº 179

 

EDITORIAL. Victorino otra vez

 En los siete años de vida de esta revista, ésta es la quinta vez que 6TOROS6 considera a Victorino Martín como el ganadero triunfador del año. Este galardón, simbólico por cuanto no lleva aparejado la entrega de trofeo alguno, premia la trayectoria de una temporada, la regularidad, pero también recoge un espíritu. Es, por decirlo con otras palabras, una declaración de intenciones. El toro que está lidiando Victorino Martín resume buena parte de los gustos ganaderos de la mayoría de los periodistas que hacemos esta revista. Ni es ni puede ser el único toro posible, porque en la variedad dicen que está el gusto, de ahí que disfrutemos exactamente igual con toros buenos e interesantes de cada uno de los encastes que en éste y en próximos números especiales dedicados a la ganadería irán apareciendo.

 Nos consideramos aficionados toristas, pero no en la significación que usual y erróneamente se le da a este término; lo somos porque defendemos a partes iguales el toro en tipo y la bravura; la nobleza, la movilidad y también la emoción. Desde esa premisa, no nos interesa el toro gordo, pero tampoco nos gusta el que embiste con tanta dulzura como poco interés. La nobleza no es un fin, sino un medio que debe ir acompañado de otros elementos (casta, emoción, poder...) que al final, todos juntos, logran que el toro dé espectáculo.

 Y nos gusta el toro que está lidiando Victorino Martín, con todos sus matices, porque desde nuestro punto de vista reúne buena parte de esos elementos. Este ganadero ha logrado con su alquimia que, sin perder el tipo, se hayan definido positivamente los elementos buenos de la sangre saltillo, y que se hayan limitado o incluso desaparecido aquéllos otros que le restaban toreabilidad. Ahí está, desde nuestro punto de vista, la clave: el toro debe ser fiero y bravo, pero debe plantear problemas resolubles, y debe ser tan generoso que, cuando un torero se juega la vida, al final siempre encuentre su premio. Evidentemente, no todos los toros de Victorino salen así, pero sí buena parte de ellos. Ahora más que hace diez años, y entonces muchos más que hace veinte. Esa evolución, ese trabajo, esa manera de entender el toro de lidia y el espectáculo en que éste participa, es lo que año tras año ha reconocido esta revista. Y por eso mismo, como aviso a navegantes que nos leen mal, recordar que también se ha premiado a dos ganaderías no exactamente comerciales: Torrestrella y Cebada Gago.

 

La raíz del espectáculo está en la emoción, y sin ésta, una corrida puede llegar a convertirse en algo insulso. Los toreros dicen que les gusta pasar miedo, pero tanto como esto les gusta recoger la recompensa a ese miedo. Miedo del torero, toro exigente y, finalmente, entregado, completan una trilogía de elementos que siempre, en cualquier caso, llegan al público. Incluso los más reacios, aquéllos que acuden a la plaza con prejuicios, acaban reconociendo que ésa es y debe seguir siendo la base de la fiesta. Ante el toro de Victorino todos nos ponemos de acuerdo, aunque nos separe, por ejemplo, el concepto antes nombrado de la comercialidad. Para 6TOROS6 no hay toro más comercial que el de Victorino, porque no hay toro que lleve más público a la plaza (salvo, quizá, el de Miura) y tampoco hay toro que dé mayor espectáculo. Y no hay toro más anticomercial que el que se para, el que no da juego, por mucho que lo maten las figuras, sin duda impuesto con ese volumen y peso por la autoridad. Ahora están cambiando las tornas: los toreros que tienen capacidad para decidir, en plazas de responsabilidad cada vez acuden más al toro herrado con la A coronada cuando tienen que dar la cara, cuando es necesario triunfar a golpe cantado.

 Este no es el quinto año que apostamos por Victorino, porque su prestigio está por encima de todas estas cosas, sino que es la quinta temporada en que nos congratulamos de que el tipo de toro que más nos gusta, salte repetidamente a los ruedos.

 Su único pecado es que esta sangre esté casi y exclusivamente en sus manos; es decir, que no venda a otros ganaderos. Entendemos sus razones comerciales y económicas, pero por el bien de la fiesta sería muy importante que de cara al futuro, de cara al siglo que está a punto de llegar, hubiera diez o doce ganaderos como Victorino Martín. 

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