Victoriano Valencia en Las Ventas. Foto de la RED.
Victoriano Valencia. Para la revista Matador de Méjico.
-¿Corridas que usted recuerde en cosos de México?
-La del Ejército que toreamos Joselito Huerta, Rangel, Alfredo Leal, "El Cordobés",Fermín Murillo y yo, todavía conservo un reloj que me regaló Gustavo Díaz Ordaz,que entonces era el presidente de México; toreé en Acapulco, en Mérida y Querétaro,plaza donde tuve la satisfacción de haber toreado un toro con el capote y cuando mevolví hacia la barrera salió el maestro "Calesero" y me dio la manopor como había toreado ese toro con el capote.-¿Qué impresiones se llevó en esa época de México?-Pues la impresión que me llevo ahora cada vez que vengo, que es unpueblo de una gran sensibilidad para todo tipo de arte; en el toreoel aficionado mexicano valora lo bueno y lo exterioriza con esosolés interminables que suenan a gloria en los oídos de los toreros.-Platíquenos maestro ¿Qué era lo que más le gustaba del ambiente contodos los matadores de aquella época?-El gran compañerismo, no existían distinciones de nacionalidades nide nada, todos éramos una piña aquí: Capetillo, Rafael Rodríguez,"El Ranchero" Aguilar, Arruza, que fue un gran amigo mío y del quesentí y lloré profundamente su muerte; no tuve la suerte de alternarcon él porque era anterior a mí, pero me pareció un gran caballero yun gran personaje, además yo lo admiraba desde que tuvo la felizidea del monumento a "Manolete" en Córdoba.-Cambiando un poco de tema, háblenos de la faena del toro blanco deOsborne del maestro "Antoñete".-El cartel lo conformábamos "Antoñete", Fermín Murillo y yo; fue unacorrida extraordinaria, todos estábamos enamorados del toro que eraprecioso, bajito, muy bien hecho, lo veíamos en la venta del batán ytuvo la suerte de que le tocó a "Antoñete", suerte para ambos, yaque al buen toro le tocó un torero de una calidad y una dimensiónartística como la de Antonio Chenel; fue una buena corrida para lostres, pero no cabe la menor duda de que sobresalió la calidad de esetoro y "Antoñete" estuvo a la altura de él y le cuajó una faenainolvidable que ha sido histórica.-¿Maestro cuál ha sido su tarde o su toro más importante?-Quizá el más emotivo fue el de la alternativa; un mes antes terminéla carrera de derecho en Salamanca, mi padre tuvo la suerte de saberque yo ya había terminado la carrera, pero no pudo verme recibir laalternativa, entonces ese toro de Galache se lo brindé al cielo yfue de lo más emotivo que yo he vivido vestido de luces; recuerdotambién una faena a un toro de Graciliano Pérez Tabernero enAlicante, cuando realicé por primera vez el doble circular con laderecha y con la izquierda sin moverme del sitio y esa fue creo lamejor faena que yo he realizado a lo largo de mi profesión.-¿Maestro qué nos puede decir de Julio Robles?-Que ha sido uno de los toreros más importantes que yo he tenido lasuerte de ver y la suerte de dirigir, fui su apoderado durante diezaños, a él le quedó la espinita de no haber podido actuar aquí en laMonumental de México, pero también creo que los mexicanos seperdieron una grandiosa figura del toreo, porque ha sido un torerode una calidad extraordinaria, muy completo con el capote, con lamuleta y con la espada; y viví con él diez años fenomenales,dirigiéndolo desde el año 80 hasta el 90, que fue cuando obtuvo elterrible percance de Beziers que lo dejó imposibilitado para elresto de su vida, pero viví momentos muy buenos y como aficionadosaboreé el arte de Julio. El año que terminó fue para él un añoinolvidable, porque ha tenido la suerte de cazar que es su segundapasión, ha buscado un sistema de atarle al brazo izquierdo extendidouna tablilla al rifle con el dedo pulgar de la mano derecha, que esel que mejor mueve, disparar y ha matado dos o tres venados y eso hasido para él una felicidad. En la última corrida que toreó EnriquePonce en Jaén, en la que cortó cuatro orejas y un rabo, invitó aJulio Robles, lo tenía hospedado en la finca con Manzanares. A lastres de la mañana sacó Enrique Ponce unas becerras para torear, lastoreó él y "Litri" y cuál sería la sorpresa para Ponce cuando unbanderillero le dijo: "El maestro quiere torear" y era Julio Robles,que desde el palco gritaba que quería torear; lo bajaron con elcochecito y Enrique le recortó una muleta para hacérsela másliviana, le ataron un estaquillador al brazo y dirigido por elenfermero que llevaba el carrito citaron a la vaca, ésta se arrancóy Julio pudo darle un muletazo, después se le oyó decirle alenfermero: "¡Venga 'Limo' crúzate con la vaca hombre! echa más paraacá el carrito que la tengo que provocar". Y ahí se arrancó la vacay dio su natural con la mano izquierda, le dejó muerta la muleta enla cara y como no se vino la vaca se incorporó un poco en la silla yle dio un pase de pecho entre el aplauso y el llanto de todos losque veían ese momento tan emocionante. Lo cogieron en hombros y ledieron la vuelta al ruedo en la plaza de tientas de Ponce. Despuésle dijeron al maestro Robles: "¿Vamos a seguir de fiesta?" y élrespondió: "No, ya me tengo que acostar que hoy he toreado".-Maestro algo que quiera decir a los aficionados-Que sigan conservando esa sensibilidad que les caracteriza, eseentusiasmo, ese amor a sus toreros, que los sigan apoyando, porqueestán en un momento difícil, que hay que sacar tres o cuatro figurasdel toreo para que México siga teniendo el gran prestigio quesiempre ha tenido en el ámbito mundial del toreo, toreros de clase,toreros de verdadera calidad, capaces de alternar con toreros decualquier nacionalidad que caigan por estas tierras.Ángel Díaz de León Tinoco
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