29 agosto 2023

MIS CRÓNICAS: EL JULI SE ENCIERRA CON SEIS TOROS EN MARBELLA. UN TORO ACOSA AL JULI.

 Domingo 8 de agosto de 1999. 

Marbella. Toros de distintas ganaderías (Jandilla, Fermín Bohórquez, Santiago Domecq, Torrestrella, Joaquín Núñez y Victoriano del Río), entre los que destacó el de Santiago Domecq, al que se le cortaron los máximos trofeos). Todos para El Juli (una oreja, ovación, dos orejas y rabo, dos orejas, una oreja y una oreja). 

Crónica del festejo.

Marbella, 8 de agosto´99. Crónica de Agustín HERVAS. 

Foto de El Correo. El Juli en su despedida en Bilbao.

UN TORO ACOSA AL JULI

      La Junta de Andalucía envió a Málaga como Delegado de Gobernación, a Luciano Alonso, y la Junta, creyendo que hacía un bien, le hizo un mal a la fiesta en la provincia. Luciano Alonso que desde que llegó al poder se ha cargado la fiesta y la Malagueta, se prepara bien en caros restaurantes y dicta ordenes a sus súbditos los presidentes en la capital y a los delegados de gobernación en la provincia, para que la fiesta sea una fiesta vulgar y no sea una fiesta seria. Por ese edicto, la Junta de Andalucía que lo consiente, va y subvenciona las orejas, sobre todo en Marbella donde las cosas no las tiene muy bien con Gil y algo hay que ceder. La cesión es a costa de los apéndices auriculares y dorsales de los animalejos que se lidian en esta ciudad. Su cómplice el presidente más orejero del mundo, el tal JULIÁN Muñoz.

      Por esta razón el Juli se llevó de Marbella una espuerta de orejas y un rabo, pero lo mejor de la tarde lo dijo una impresionante morena: Hombre, presidente, que somos veraneantes pero no tontos!. ! ". Y tenia razón porque ella al igual que yo, vimos correr al Juli delante del tercero de Santiago Domecq, que le pegó un arreón cuando toreaba de capote y luego en la muleta el encastado toro le acosó considerablemente, hasta que le levantó los pies del suelo. Fue aquí el rabo, no en otro lugar, aunque el presidente a lo largo del encuentro, lo hubiera buscado para dárselo.

      El Juli estuvo vulgar con el primero, de las aisladas pero buenas arrancadas del segundo no pudo o no supo aprovecharlas, de la faena al tercero, dicho queda, anduvo aperreado. Con el parado de tito Álvaro (que diría Santi Domecq), estuvo sin recursos; con el quinto bullanguero después de haber aburrido el toreo al toro, y con el rajado sexto, porfión.

      Banderilleó a todos los toros menos al primero y al tercero, y la vulgaridad en banderillas de este chaval es supinamente manifiesta, pegando saltos cual si malabarista fuera, entrando por dentro que es por donde se tapan mas los malos pares y nunca, no solo en esta corrida sino en todas en las que lo he visto, jamás banderillea por el pitón izquierdo.

      Sevillita, que es su banderillero de confianza es cien mil veces mejor que el matador cubriendo esta torera suerte.

      Lo más vistoso de la tarde fue la serie de Lopecinas que dio al sexto, tras de las cuales dio por su cuenta una vuelta al ruedo con la gente aplaudiendo a rabiar y las jovencitas llamándolo torero.

      Cuando salía de la plaza, acompañado de mi amigo Rafael Mellado, me preguntaba si la próxima vez, si la hay, me fiaría del juicio de algunos críticos y aficionados mejicanos sobre novilleros o matadores cumbres.

      Valiente fraude para los aficionados y que gran divertimento para los veraneantes.

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