25 agosto 2022

BILBAO 2022. TALAVANTE SIEMPRE "PALANTE"

 La emoción en el toreo no es llegar a Bilbao y cortar dos orejes en un mismo toro para que puedas salir por la puerta grande. La emoción en el toreo es llegar a Bilbao y encontrarse con dos toros de orejas, hacerle el toreo puro  a los dos toros y cortándolas o sin cortar, tener la satisfacción de que se han redondeado las faenas. Talavante no. Talavante, el de la mano negra, fue a Bilbao a hacer lo que sabe hacer a acompañar las embestidas primorosas del toro 58, a ponerse al hilo del pitón porque en el toreo moderno es donde los entendidos dicen que hay que ponerse para ligar las faenas y por consiguiente esta colocación a quedarse fuera de cacho, que se dice en el argot, que es quedarse descolocado. Como el toro de Domingo Hernández era una máquina embistiendo resulta que el personal jaleaba, ¡y de qué modo! la desvergonzada trampa de Talavante que por ligar siempre iba "palante" según le mandaba el toro que no mandaba el torero, y sépase que el toreo es mando, no acompañamiento. Los antiguos revisteros dirían que hubo más toro que torero. El de la mano negra (insisto lleva un apósito negro para proclamar a los cuatro vientos que está lesionado cuando el apósito podría ser color carne, por ejemplo) anduvo solo voluntarioso con el quinto toro.

                                               TOMÁS RUFO. IMAGEN DE EL MUNDO.

Sin duda el mejor toreo de toda la tarde, toreo del bueno, de muchos quilates, fue el quite por verónicas que Tomás Rufo le hizo al toro desorejado por Talavante. En época de quites y toreo capotero zarrapastroso encontrarse con la lentitud, el temple, el gusto y la cadencia del capote de Rufo es un alivio para volver a creer en la importancia y perfección de esta profesión y una esperanza pues significa que al menos alguien de los de la torería andante sabe hacer el buen toreo. El toreo puro. Luego este torero no tuvo suerte con el lote, si bien es verdad que en los tiempos muertos, pese a ser necesarios a veces, a veces se hacen eternos y perjudican al ritmo de la faena.

El Juli dio la dimensión de lo que se espera de él, es decir estar en maestro, en el cuarto toro estando por encima del de Domingo y con el mortecino primero por su afán de cuidarlo lo acompañó en sus embestidas.

Los toros de Domingo Hernández desigualmente presentados, solo el primero era toro de Bilbao,. Primero mortecino, segundo excelente toro, tercero noble que se apagó, cuarto bueno, quinto a menos y sexto tardeó.

¡Aquí paz y allí gloria!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Menos mal, maestro, que usted con su brillante prosa ha sabido describir lo que yo habían visto y me perecía. Ya dudaba de mi estado mental, pues oyendo a los del Plus, concluía que no estaba bien de la vista ni del razonar. Y además el apoderado de Talavante , Pepito arroyo describía la situación como si hubiera resucitado el mismo Lagartijo. Un saludo Picornell.