27 agosto 2022

BILBAO 2022. PACO UREÑA, TRIUNFO A LA ENTREGA Y A LA SOLVENCIA.

 

                                      COGIDA DE UREÑA. FOTO DE EFE.

Paco Ureña cortó una oreja en cada toro por una tarde entregada y solvente. Su toreo encuadrado en el concepto ortodoxo de la tauromaquia tiene fundamento e importancia y por eso se le valora. Lo que le hace a los toros está dentro de los cánones del ritual taurómaco y por eso, su toreo, como el de todos los toreros que lo practican, no decae nunca.

Abría el cartel Morante de la puebla que vestía, como lo viene haciendo esta temporada, de forma arlequinada o como figurín de escaparate cutre: Camisa a juego con el envés del capote, de pistacho, chaleco recargado de oro, corbatín y fajín verde, traje tabaco e hilo blanco y medias blancas. Moda que querrá imponer el sevillano que para ser distinto no hace falta vestirse sino serlo, como sabemos que lol es. Entre detalles tuvo la tarde sin ser nada profundo, ni nada redondo.

Talvante sustituía a Roca Rey y nos volvió a dar un recital de vulgar toreo: descolocado, abusando del pico de la muleta, acompañando las embestidas y desajustándose con los toros, es decir que había distancia en los embroques entre toro y torero, al menos de otro toro y eso se llama aliviarse en las embestidas. Se podría decir que Talavante toreó dos tardes en Bilbao mintiéndole a los bilbaínos que creían ver en su toreo un portento de virtudes cuando en realidad era todo lo contrario. Le regalaron una oreja en su primero.

Los toros del Puerto de San Lorenzo, cuatro, de correcta presentación, manejable el primero, noble y bueno el segundo, quinto tardo pero manejable de más a menos, y sexto, bueno. Y dos de La Ventana del Puerto, tercero que se quedó crudo en varas por manso llegó encastado a la muleta dándole una paliza a Ureña al entrar a matar. Cuarto calamocheaba y se defendió en el corto trasteo de Morante.

No es de recibo que el festejo comenzara tarde porque la cuadrilla de Talavante no había llegado. Eso es sancionable, y además un desprecio al público. ¡Con lo exigentes que son los vascos, tenía que ser Bilbao la plaza donde se incumpliera la puntualidad taurina!

¡Aquí paz y allí gloria!   

No hay comentarios: