NOVILLO DE JOSÉ CRUZ. BRAVO.
Saltó al ruedo el cuarto de la tarde con el número 16 en los costillares y resultó ser un novillo bravo. Muy buena pelea en varas, aquerenciado en tablas en las banderillas por ineptitud de las cuadrillas y rompiendo a más en la muleta. Un novillo que salvó la tarde aburridísima en el coso de Vistalegre.
El aburrimiento es cosa peligrosa en el espectáculo taurino pues la emoción la deben poner los toros y los superlativos momentos, los toreros. Pero en la novillada de la feria los novilleros se comportaron como matadores aburridos de millones sin ninguna consideración para el aficionado y lo peor, sin hacer propósito de querer mejorar el tedioso aburrimiento.
Los novillos de José Cruz no es que fueran un dechado de virtudes, desigualmente presentados el primero no rompió, el segundo por inválido volvió al corral, el segundo bis noble y bueno pero sin fuerzas, el tercero justo de fuerzas se paró, dicho queda que el cuarto fue bravo, el quinto resultó tardo y el sexo no se empleó.
Víctor Hernández anduvo voluntarioso en el primero y en el cuarto descolocado, indeciso, pesado, sin creérselo, fue avisado antes de entrar a matar, cortó una oreja popular.
Jorge Martínez en su corte clásico fue de menos a más en la faena al segundo y en el quinto porfión y aburrido.
Mario Navas, porfión en el tercero y voluntarioso en el sexto, oreja sin valor.
¡Aquí paz y allí gloria!
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