UN ANTOLÓGICO BRINDIS
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Había puesto dos antológicos pares de banderillas, uno por cada pitón y cada cual más enormemente bueno. Esperó con templado ánimo a que Curro Javier le pusiera en suerte el burel, de dos capotazos y medio. De dos caricias. Y cuando se hubo fijado el torito en su figura, le fue buscando los pitones y se fue cuadrando y bajó los brazos y los levantó al cielo mientras, con la suavidad que suponemos un ángel batiría sus alas, dejó los rehiletes en aquella fierecilla, para irse yendo con la misma templanza que se quedó a saborear su obra y sentir oyéndolas las ovaciones más cerradas y más sonoras que hoy se hayan oído en La Malagueta. Juan José Trujillo toreaba en su casa y cumplía diecisiete años de su alternativa que Curro le concedió, en el lugar dónde mismo salió del par casi andando. Y Manzanares lo llamó a capítulo, lo hizo salir al tercio, se desmonteró el maestro y se desmonteró el subalterno, y el maestro lo abrazó, y en el brindis le recordó que ayer estaba el allí con espada y muleta para matar su primer toro, pero que hoy José María Manzanares se honraba de llevar en su cuadrilla a tan alto torero. Fue un brindis con honor, fue un antológico brindis. Después el maestro, es decir Manzanares hizo lo mejor que pudo, que fue bastante con un torito que no tenia tres muletazos seguidos y que su apellido era descastado. Lo probó con bastante firmeza y mérito, y lo macheteó con estética. En el tercero de la tarde, el mejor toro de los cuatro de La Quinta, anduvo como siempre estético, con arrogante empaque y aliviándose bastante. De buena y extraordinaria factura le anoté al final de la faena un cambio de mano y uno de pecho de antología.
Otro torero malagueño cumplía veintidós años de alternativa. Pepe Luis Martín, aquel Ángel pinturero que le cantara el periodista Pepe Bernal, significó la pureza más exquisita de la torería malagueña. Hoy Pepe Luis es asesor en lo taurino de la presidenta Ana María Romero, y aún sigue sintiendo esa pasión que se vive cuando uno ama esta profesión.
El primer toro de El Juli se acabó después de dos tandas, una por la derecha y otra por la izquierda, bastante enjutas pero aliviadas porque el novillito salía de los embroques con la cara a media altura. Y por consiguiente todo se acabó. Con el quinto, el toro más malo del encierro, que no pasaba y sin humillar nada, El Juli pasó página y mañana será otro día. La figura no quiso verlo. Pudo hacer lo de Manzanares en el último, doblarse un poquito, pues ni eso.
Anunciaron un pedazo de cartel con una terna de lujo para esta fecha. Anunciaron a estos dos y a Ponce. Ponce dijo que él ya no está para fatiguitas y que pasaba palabra, y como con estos toros nadie quiere ser el primero, tuvieron que echar mano del hermano de Manzanares para que rejoneara dos. Entonces vendieron el cartel como un mano a mano, y no, las cosas como son, lo del mano a mano así, queda muy descafeinado, pues en verdad son cuatro toritos y no seis.
Lo de Manuel Manzanares ha sido un paso atrás. En el rejoneo el maestro de Manolito, que es Pablo Hermoso de Mendoza, puso el rejoneo en un arte excelso. Hoy Manzanares, Manuel, ha vuelto a poner el rejoneo como el del numero del caballito. Alegre y bullidor en el primero batía a destiempo y se colocaba mal en los cites y en el parado cuarto estuvo voluntarioso, pero demasiado sobre impresionado por la responsabilidad.
El señor presidente Ildefonso del Olmo soportó estoicamente broncas fenomenales por no conceder a Manzanares las dos orejas de su primer toro. Y en realidad no había motivo para darlas, pues en la segunda oreja que debe valorarse para su concesión el conjunto de la faena y sobre todo la estocada, esta fue tendida y caída, y dicho queda que la faena fue más de efecto que de verdad. Más armónica que profunda.
Los toros para rejones de Bohórquez manejable el primero y el cuarto parado. Unos tíos. Los cuatro toros de La Quinta no aptos para La Malagueta, segundo anovillado, tercero y sexto, terciados. Quinto justo. Les faltaba musculatura, belleza de conjunto, armonía en su trapío, les faltaban cien kilos a cada uno, porque caja tenían, y en general remate.
¡Aquí paz y allí gloria!
FICHA:
Plaza de toros de La Malagueta, festejo mixto. Málaga 15 de agosto de 2011. Quinta de abono. Dos toros para rejones de Bohórquez, el primero ovacionado al arrastre. El cuarto se paró. Manuel Manzanares, medio rejón de muerte trasero y atravesado, pinchazo, otro hondo atravesado, ovación que saluda. Rejón caído, pie a tierra. Seis descabellos, aviso, cinco descabellos. Silencio. Rejón caído, pie a tierra. Seis descabellos, aviso, cinco descabellos. Silencio. Y cuatro toritos de La Quinta, segundo a menos y tercero manejable, quinto malo y sexto a menos. Pitados al arrastre el segundo y el quinto. El Juli, caída con derrame, ovación que saluda. Dos pinchazos echándose fuera y una estocada caída y trasera, silencio. José María Manzanares, estocada caída tendida recibiendo, oreja. Pinchazo hondo recibiendo y bajonazo. Ovación que saluda.
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Había puesto dos antológicos pares de banderillas, uno por cada pitón y cada cual más enormemente bueno. Esperó con templado ánimo a que Curro Javier le pusiera en suerte el burel, de dos capotazos y medio. De dos caricias. Y cuando se hubo fijado el torito en su figura, le fue buscando los pitones y se fue cuadrando y bajó los brazos y los levantó al cielo mientras, con la suavidad que suponemos un ángel batiría sus alas, dejó los rehiletes en aquella fierecilla, para irse yendo con la misma templanza que se quedó a saborear su obra y sentir oyéndolas las ovaciones más cerradas y más sonoras que hoy se hayan oído en La Malagueta. Juan José Trujillo toreaba en su casa y cumplía diecisiete años de su alternativa que Curro le concedió, en el lugar dónde mismo salió del par casi andando. Y Manzanares lo llamó a capítulo, lo hizo salir al tercio, se desmonteró el maestro y se desmonteró el subalterno, y el maestro lo abrazó, y en el brindis le recordó que ayer estaba el allí con espada y muleta para matar su primer toro, pero que hoy José María Manzanares se honraba de llevar en su cuadrilla a tan alto torero. Fue un brindis con honor, fue un antológico brindis. Después el maestro, es decir Manzanares hizo lo mejor que pudo, que fue bastante con un torito que no tenia tres muletazos seguidos y que su apellido era descastado. Lo probó con bastante firmeza y mérito, y lo macheteó con estética. En el tercero de la tarde, el mejor toro de los cuatro de La Quinta, anduvo como siempre estético, con arrogante empaque y aliviándose bastante. De buena y extraordinaria factura le anoté al final de la faena un cambio de mano y uno de pecho de antología.
Otro torero malagueño cumplía veintidós años de alternativa. Pepe Luis Martín, aquel Ángel pinturero que le cantara el periodista Pepe Bernal, significó la pureza más exquisita de la torería malagueña. Hoy Pepe Luis es asesor en lo taurino de la presidenta Ana María Romero, y aún sigue sintiendo esa pasión que se vive cuando uno ama esta profesión.
El primer toro de El Juli se acabó después de dos tandas, una por la derecha y otra por la izquierda, bastante enjutas pero aliviadas porque el novillito salía de los embroques con la cara a media altura. Y por consiguiente todo se acabó. Con el quinto, el toro más malo del encierro, que no pasaba y sin humillar nada, El Juli pasó página y mañana será otro día. La figura no quiso verlo. Pudo hacer lo de Manzanares en el último, doblarse un poquito, pues ni eso.
Anunciaron un pedazo de cartel con una terna de lujo para esta fecha. Anunciaron a estos dos y a Ponce. Ponce dijo que él ya no está para fatiguitas y que pasaba palabra, y como con estos toros nadie quiere ser el primero, tuvieron que echar mano del hermano de Manzanares para que rejoneara dos. Entonces vendieron el cartel como un mano a mano, y no, las cosas como son, lo del mano a mano así, queda muy descafeinado, pues en verdad son cuatro toritos y no seis.
Lo de Manuel Manzanares ha sido un paso atrás. En el rejoneo el maestro de Manolito, que es Pablo Hermoso de Mendoza, puso el rejoneo en un arte excelso. Hoy Manzanares, Manuel, ha vuelto a poner el rejoneo como el del numero del caballito. Alegre y bullidor en el primero batía a destiempo y se colocaba mal en los cites y en el parado cuarto estuvo voluntarioso, pero demasiado sobre impresionado por la responsabilidad.
El señor presidente Ildefonso del Olmo soportó estoicamente broncas fenomenales por no conceder a Manzanares las dos orejas de su primer toro. Y en realidad no había motivo para darlas, pues en la segunda oreja que debe valorarse para su concesión el conjunto de la faena y sobre todo la estocada, esta fue tendida y caída, y dicho queda que la faena fue más de efecto que de verdad. Más armónica que profunda.
Los toros para rejones de Bohórquez manejable el primero y el cuarto parado. Unos tíos. Los cuatro toros de La Quinta no aptos para La Malagueta, segundo anovillado, tercero y sexto, terciados. Quinto justo. Les faltaba musculatura, belleza de conjunto, armonía en su trapío, les faltaban cien kilos a cada uno, porque caja tenían, y en general remate.
¡Aquí paz y allí gloria!
FICHA:
Plaza de toros de La Malagueta, festejo mixto. Málaga 15 de agosto de 2011. Quinta de abono. Dos toros para rejones de Bohórquez, el primero ovacionado al arrastre. El cuarto se paró. Manuel Manzanares, medio rejón de muerte trasero y atravesado, pinchazo, otro hondo atravesado, ovación que saluda. Rejón caído, pie a tierra. Seis descabellos, aviso, cinco descabellos. Silencio. Rejón caído, pie a tierra. Seis descabellos, aviso, cinco descabellos. Silencio. Y cuatro toritos de La Quinta, segundo a menos y tercero manejable, quinto malo y sexto a menos. Pitados al arrastre el segundo y el quinto. El Juli, caída con derrame, ovación que saluda. Dos pinchazos echándose fuera y una estocada caída y trasera, silencio. José María Manzanares, estocada caída tendida recibiendo, oreja. Pinchazo hondo recibiendo y bajonazo. Ovación que saluda.
2 comentarios:
TORERO ENORME, JUAN JOSE TRUJILLO. LA BONHOMÍA CALZADA EN UN PAR DE ZAPATILLAS, QUE SEGUIRÁ DANDO CRÓNICAS MAGISTRALES AL PERIODISMO TAURINO Y A LA TAUROMAQUIA CON MAYÚSCULAS.
que tengan cuidado los de La Quinta que este año están haciendo el ridículo.
Manolo
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