SEVILLA ADORA A MANZANARES

Así vieron los matadores a los toros de Jandilla esta tarde, movidos, como la cámara de Manolo Ortega.
FERIA DE SEVILLA, Viernes 6 de mayo de 2011. Corrida de toros.
Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Seis toros de Jandilla, primero bueno por encima del torero. Segundo manejable con amplitud. Tercero que hace sobrero, descastado, parado. Cuarto, descastado, sin clase. Quinto se dejó, aplaudido injustamente al arrastre. Sexto descastado, sin clase. Castella, ovación que saluda en el lote. Manzanares, ovación que saluda y oreja. Talavante, silencio y ovación que saluda. Cartel de no hay billetes.
La corrida de Jandilla no ha sido lucida por los matadores de toros. Hubo tres toros con posibilidades de triunfo, primero, segundo y quinto, y los otros tres más descastados y con menos opciones pero que hubieran tenido su lidia, lo que pasa es que la hipnosis a la que Manzanares ha sometido en esta feria, con aquel indulto, al Mundo Feliz sevillano, ha permitido la ligereza de sensaciones y la desubicación del sentido de la afición en tanto que en esta corrida y en otras se han aplaudido toros sin merecerlo y se han pasado trucos de cine sin ser criticados. He visto en los tendidos, esta tarde, y otras, a aficionados con los papeles perdidos cual usuarios de aceras de enfrente "loquitas perdidas" por el "mi arma" de turno. A aficionados y a reputados periodistas locales. A profesionales también, pero ya se sabe que entre ellos se parten la pana. Me hubiera gustado ver al Juli con la corrida de hoy, con cualquiera de los seis toritos que han salido por chiqueros. Porque sepan ustedes que aunque Sevilla haya perdido los papeles como "locas perdidas" algunos conservamos la calma y la visión de la ortodoxia en la tauromaquia y eso, en esta feria, lo ha puesto el Juli con la verdad autentica del buen toreo. Manzanares tiene clase y empaque, es un torero elegante, pero le ha faltado echar la "pata palante", es decir, torear.
Castella, le pegó pases al primero pero no lo cuajó ni emocionó, los fallos de colocación, y de destoreo no abrigaron a la concurrencia que tenia como objetivo a otro torero. En el cuarto estuvo valiente y poco más supo hacer.
Manzanares hizo una faena al primero de su lote con más efecto que hondura, al hilo, destoreo, elegancia y empaque que disimulan lo que debería ser toreo bueno. En el quinto hizo un esfuerzo que hubiera resultado con más efecto si hubiera toreado con corrección en la colocación, en los cites y en los cruces.
Alejandro Talavante. No le vio opciones al marmolillo tercero. Con el sexto hizo el esfuerzo de estar y no irse pues la feria de Sevilla se le ha ido sin pena y sin gloria.
¡Aquí paz y allí gloria!