Ayudado por alto de El Gallo
RASGOS DE RAFAEL
Dentro del caudal anecdótico que nos brinda la tauromaquia, no podíamos excluir de estas a Rafael (el Gallo). El singular torero, que algunas de las tardes de corrida, se portaba mejor que cualquier espada, otras como cualquier otro, pero en muchas ocasiones sorprendía al cónclave con cursos de sabrosa salida de tono y arbitrariedad. Tardes en las que, sin que el toro se moviera, el Gallo arrojaba los trastos y corría por el callejón (como si le hubiese ocurrido un quehacer urgente).Un domingo en Madrid fue agredido, tuvo una de esas terribles tardes suyas en que acuchillaba los toros de cualquier manera, y ya, se había tirado de cabeza al callejón una docena de veces. El publico que había pagado altos precios por la corrida, se indigno fieramente y arrojo a Rafael de todo, y hasta terminaron aporreándole con los bastones. Inmediatamente los periódicos ávidos de sensaciones fuertes se apoderaron del tema. ¿Se le puede pegar a un torero que este desafortunado? ¿No se le puede pegar?... Las opiniones estaban divididas – incluso había quien opinaba que el bastonazo es libre en estos casos -. Para conocer la opinión del interesado, un reportero visito a Rafael que estaba dolorido por los agravios y los golpes.Primeramente intento justificar su fracaso. No negó que el ganado era bueno, y se podían hacer filigranas con el.- Pero… con la sorna y el humor que siempre caracterizo al “Divino Calvo” dijo: -“El publico no estaba en condiciones para que yo pudiera lucirme…- El publico desde el comienzo de la corrida, iba por mi….- Con miedo al toro y con miedo al publico, (mis dos grandes enemigos), no había manera posible… - El publico debe animar al torero, y no afligirle…- Mas tarde, delante de la autoridad ante la que tuvo que compadecer... ¡Rafael!... ¿qué tiene que decir?. “Pues... que fue una mala tarde... el publico se puso... Vamos, que unos querían que torease, y otros que no... Y “aluego”... Ya ve usted que lío “sa formao”. Evidentemente, nada de esto, afortunadamente vemos hoy por esas plazas de la Iberia taurina, es más ni tan siquiera se le abronca a los toreros. Lo cierto es que una total indiferencia, y una insustancial abulia, es toda recriminación incluso, se le perdona que la figura de turno, no haya tenido “su tarde”, y haya estado ausente, de la lidia, y haya dado muerte a sus toros de aquella manera, o sea mal. Pero el publico que hoy asiste a los toros, es de una dulzura, de una cursilería, y de una bobalicona sensiblería… que; bien sabe el torero, cuando esta “pegando el petardo”, que apenas unos cuantos “chalados mal –educados” se atreven a silbar y negar su actuación. Para el resto, para el público ferial. Un disgusto- “Porque no puede aplaudir”- será `posible….
Fermín González- comentarista- onda cero radio- Salamanca
1 comentario:
Buenas noches,acabo de hacerme seguidor de su blog, si le parece y puede podemos enlazar ambos, el mio se llama loscoquillasdecifuentes.blogspot.com
Encaste COQUILLA que crio desde hace 28 años.-Cordiales Salúdos Mariano Cifuentes.-
Publicar un comentario