EL TEOREMA DE LOS PRESIDENTES

(articulo publicado en la revista Tendido 6, que edita La Unión Taurina de Abonados de Málaga)

EL TEOREMA DE LOS PRESIDENTES
Por Agustín Hervás

En la pasada feria de San Isidro un presidente le robó una oreja al Juli. La mejor faena del Juli hecha en Madrid y en muchas plazas. La cuestión de las orejas es algo que en la tauromaquia no debe motivar, lo que verdaderamente importa es el estado del torero frente al toro y el resultado del trasteo. Pero valga la importancia de la faena de Julián como para solidarizarse en contra del presidente, por inepto.
A tenor de esto se publicó un articulo en el Blog www.lostorosconagustinhervas.blogspot.com de José García, que fue presidente de la plaza de Almería en la época que los presidentes eran policías y no seglares como permite el nuevo reglamento, comentando este asunto y poniéndose de parte del torero madrileño llamando badulaque al presidente de turno. En resumen José García venia a decir sobre las presidencias que tan validos son los presidentes policías como los aficionados de reconocido prestigio con tal de que ambos fueran sensibles con la fiesta, y aficionados. Sobretodo aficionados.
El espectro presidencial en La Malagueta ha cambiado sensiblemente para esta temporada. Se han mantenido a dos presidentes, Porras y Moya, y se ha incorporado a Ana María Romero en perjuicio de Santiago Dueñas. Es pues, esto de las presidencias en Málaga un teorema de difícil solución. Un presidente parece poco, tres parecen mucho si lo mucho carece de idoneidad. Y además está la hipotenusa del criterio que entre tres parece difícil y sin posibilidad de consenso. Es decir de formulación posible.
La dimisión de Santiago Dueñas, porque Santiago se fue, que no lo echaron, fue motivada por una falta de confianza en su persona de parte de José Luis Marcos, Delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Málaga. Marcos es el político encargado de nombrar a los presidentes. Más tarde se arrepintió de no haber confirmado a Santiago, pero cuando se le ha propuesto volver este buen presidente ha dicho que no. Normal. Santiago Dueñas tiene su orgullo y la soledad ha sido terrible durante los años que ha ejercido la presidencia. El señor Dueñas era presidente revestido por la autoridad del policía y el pasado año presidente aficionado, momento tras el cual dejó el cargo.
Se sabe que la responsabilidad lleva aparejada soledad. Tomar decisiones es un difícil ejercicio si cuando se toman se quiere ser justo. Santiago las ha tomado en beneficio de la afición y eso le ha costado el ninguneo porque la politización de la presidencia de Málaga ha situado en el palco a amigos de Marcos y no a amigos de los aficionados. Con Dueñas se ha acabado el principio de la defensa de los intereses del aficionado. José Luis Marcos, ejerciendo su derecho, ha mantenido a Rafael Porras de todos conocido como un presidente sin criterio y a Enrique Moya, que seguirá presidiendo bajo la amoralidad de ejercer la presidencia de los veterinarios y la presidencia en el palco de La Malagueta. Ya en la primera corrida del año quedó, una vez más, en entre dicho su idoneidad debido a la birria de toros que permitió que se lidiaran en una plaza de primera.
Sin duda la novedad es Ana María Romero que llega a la presidencia con el handicap de ser hermana de Enrique y de Juan Ramón Romero, que como se sabe comentan la fiesta para la radio - televisión andaluza, además de ser cargo de confianza del presidente de la Diputación, por lo tanto arte y parte del espectáculo, ya que este organismo provincial es el propietario de la plaza, y otro handicap más, el de colaborar con Onda Cero Radio en Málaga donde parece alternará las funciones presidenciales con las de comentarista taurina, cosa que como en el caso de Moya, no parece nada ético.
Podemos pues afirmar, a la vista de lo escrito y de los resultados demostrados por el señor Dueñas en la defensa de los intereses del aficionado, que el único presidente autónomo e independiente era él, y por el politiqueo imperante hoy día en la fiesta, no estará esta temporada defendiendo a la afición. Aunque en realidad la afición tiene un reto si cabe más importante que todo lo anterior. Hacer de La Malagueta verdaderamente una plaza de primera. De primera cuando desde los tendidos se proteste con vehemencia las reses mal presentadas y se le reclame al palco defensa. De primera cuando se les exija a los toreros la entrega en el ruedo con la responsabilidad para una afición entendida, y de primera cuando se le conmine a la empresa a tratar a la afición con la dignidad que se merecen los malagueños. Ni menos que Madrid, ni menos que Sevilla, pero con la claridad de ser, por nuestra historia, tanto o más que Córdoba y Valencia.