06 julio 2007

TODOS QUIEREN SER FANDI

SAN FERMIN. REJONES. BOHÓRQUEZ, muy buenos. BOHÓRQUEZ, al tercio y oreja. HERMOSO, oreja y oreja. GALAN, al tercio y oreja.

TODOS QUIEREN SER FANDI
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

En la actualidad el toreo a caballo es como si todos fueran Fandi y nadie fuera Camino. Adviértase que no he dicho Cordobés y podría haberlo dicho.
Con el advenimiento de Hermoso al rejoneo se ha puesto en cuestión la hegemonía de los rejoneadores andaluces, esto ya lo he escrito. Los puso a cavilar y llegado este tiempo casi los está retirando, caso de Luis Domecq. El toreo de Hermoso, popularista, está basado en la buena doma de los caballos sacando resultados hasta ahora imposibles, y la aplicación de la inteligencia del jinete en el conocimiento del toro y de los terrenos que han de pisar toro y caballo. El resto de los rejoneadores de la hornada posterior, en su afán imitador ponen mejor los caballos y arriesgan más en el toreo, llegando hasta en ocasiones al tremendismo. Caso de Ventura que alterna el toreo bueno y el efectista, o caso de Sergio Galán que no lleva una fina temporada y no le queda más remedio como en Pamplona que quemar naves. ¿Y el toreo puro? Los residuos de toreo puro son muy limitados. Se ve con cuenta gotas. Desplazados los rejoneadores andaluces por el ímpetu y la fuerza del navarro alguno de ellos, como es el caso evidente de Fermín Bohórquez, ha decido rescatar con su toreo esa parcela olvidada que tanta satisfacción nos produce a los aficionados al caballo. El toreo bueno, el toreo ortodoxo, el clásico.

Torear despacio o torear violento. Esa parece ser la pregunta que se hacen los jinetes rejoneadores. Bohórquez torea despacio, el resto, violentos. Con sus excepciones, pero violentos y a la gente le gustan los caballazos. Hermoso sabe hacer el buen toreo. Despacio y templado. Lo ha demostrado muchas tardes, pero cuando se arrebata pierde el sentido de la seriedad. Triunfó, sí pero ¿cómo triunfó en su casa?. En el segundo de la tarde estuvo como siempre, y eso no sé si es bueno o malo a estas alturas de la carrera de Pablo, parando al toro en circulo, como es habitual, rompiéndolo sin templarlo en la carrera. Clavando al estribo el de castigo aunque fallara al clavar el primero. Toreándolo con la grupa y cambiándolo por dentro que es su sello personal que escribirá en la historia del rejoneo. Con el quinto no me gustó, calentó al publico en las piruetas rematando con uno cambiado, bien, y sobre todo lo que vi fueron muchas dudas al clavar facilitando el peligro para los caballos que afortunadamente no recibieron daño por la infinita bondad del toro. Es evidente que el toreo que denuncio no se puede hacer sin montura mixta, sin bocados portugueses, sin echar las dos manos a las riendas para que obedezcan los caballos y sin sombrero, porque se vería más en el suelo que en la cabeza.

Cosa igual, quiero decir con las mismas ventajas que Hermoso, el más joven de la terna, Sergio Galán al que le han regalado la puerta grande, las dos orejas del sexto fueron demasiado. Toda la tarde estuvo desangelado, quebrando poco ajustado, sin apreturas en rejones de castigo, dejando llegar los pitones a los caballos, con dificultades para templar, batir y rematar. Solo con el castaño Ciclón pudo caldear el ambiente (toreo efectista) y el regalo le vino porque pinchó tres veces y mató arriba a la cuarta. ¿?.

Se le entendía a los caballeros que el piso de plaza estaba muy mal, que los caballos no se podían agarrar bien y todos tomaban precauciones. Para Fermín el piso estuvo igual y los aficionados le agradecimos que toreara mejor si cabe. Despacio. Templado. Clásico. Sin apenas concesiones ni alivios. Con sus monturas vaqueras. Con la mayoría de los bocados vaqueros. Con el dominio del caballo a una mano las riendas y con sombrero puesto que es síntoma de suavidad en la monta y no de pegar caballazos desairados. Por tanto invariable en la monta y en los atalajes. Clásico parando al primero dejándolo correr detrás del caballo. Sobrio a la hora de los de castigo. Mostrando porte y elegancia que es cosa propia de caballeros y la oreja del cuarto la recibió como debe ser montado a caballo y la paseó igualmente. Yo que he visto todas las alternativas que su padre le dio a este joven, lo he visto evolucionar, y esta temporada que tiene cuadra, está toreando bien. Que siga así que estamos aficionados que así lo queremos ver.

Los toros de su padre Fermín Bohórquez bien presentados, el ultimo mas vareado, despuntados reglamentariamente y buenos para la lidia a caballo.

¡Aquí paz y allí gloria!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues si señor. Fermín Bohóquez es un clásico y en sus manos han estado los dos caballos más importantes del rejoneo de los últimos años; "Triunfador" y "Sinfonía", será por algo. Si el primero no se le muere a día de hoy estaría a años luz de sus compañeros, porque no hay caballos con más temple y más toreros,...y más domados que esos dos.Si a esto se une la pureza con que la mayoría de las veces hace las suertes y que no se toma las ventajas que los demás a uno se le ocurre si es cierto eso de que "el rejoneo de hoy está alcanzando unas cotas que no había alcanzado nunca", cuando su toreo a caballo no es de hoy precisamente, es el de siempre.Puntillero.