Ildefonso del Olmo en el Foro del Colegio de Médicos
UNA RENOVADA ESPERANZA
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Ildefonso del Olmo, nuevo en el palco de La Malagueta, dice estar preparado para afrontar el cambio que necesita la plaza, así como sentirse con los apoyos políticos suficientes para emprender la aventura.
Desde que entró en vigor el Reglamento Taurino de Andalucía, los equipos gubernativos de las plazas, a la cabeza, los presidentes, pueden ir a ver en el campo, los toros que se lidiarán, reseñados por los ganaderos y veedores. Lo que a priori era solo una formalidad sin vinculación a la hora de los reconocimientos definitivos, se ha convertido en una trampa, ya que al final los taurinos repercuten sobre estas visitas un carácter vinculante, que si bien no es cuantitativo si lo es cualitativo a causa del carácter emotivo de la visita: atenciones recibidas en la ganadería, comida campera gratis y refrescos, etc. etc. Verbigracia lo que ocurrió la pasada feria con Domingo Hernández que consideró aceptadas las reseñas de sus toros y montó un expolio al equipo en cuestión en las dependencias de la plaza.
Con la incorporación de Ildefonso del Olmo a la presidencia de La Malagueta, y la disminución de los equipos gubernativos. Para esta feria no se han visitado las ganaderías. La decisión unilateral de Ildefonso, ha arrastrado al otro equipo, y por consiguiente se entiende que se ha ganado en independencia en el momento más difícil del festejo que no es otro que el del reconocimiento de las reses y el apartado.
Así las cosas, será el equipo de Del Olmo el que abra la feria alternándose, como es natural, incluso en los días que habrá doblete, y que en contra de la opinión de este presidente, que optaba por la alternancia, el mismo equipo se encargará ese día de los dos festejos con el consiguiente agotamiento.
Se ha comentado hasta la saciedad que la asignatura pendiente de la plaza de Málaga es el toro, antes cuando era de segunda, y ahora cuando por decisión política, la han hecho de primera. Sin embargo tenemos por delante otro reto: La dignificación de La Malagueta, que en tiempos de la Década Ominosa bajó a cotas inimaginables por la vulgaridad del público, la gestión empresarial y la desidia de la torería. Sin embargo en la opinión del nuevo presidente, este paso es un paso lento que se perfila a medio plazo para su recuperación. Del Olmo ha manifestado que está por ese compromiso de dignificación de la plaza. Ahora queda saber si Ana María Romero está también por esta causa, o por la de servir a los intereses de los taurinos que como se sabe solo están por "llevárselo calentito", y no invertir nada en ir contra el acoso y derribo al que está sometido este negocio en ciertas comunidades. En realidad la experiencia de Ana María debería servir para tirar del carro de la dignificación de una plaza que casi la vio nacer. Sin embargo lo acontecido en la corrida del Domingo de Resurrección con el baile de corrales de Núñez del Cuvillo, hacen prevenir a la afición.
Fernando Puche afronta su tercera feria, mejor confeccionada que las anteriores, con el mismo peso que cuando recibió la plaza, con el de encontrar el trapío del toro. El nuevo veedor, El Ecijano, ha pateado los campos bravos y ha reseñado lo mejor en su criterio. Sin embargo desde los aledaños de la plaza se siente la tensión entre los socios, tensión que por otra parte no ha desistido desde la primera feria. Por las esquinas de la ciudad se comenta que hay fricciones educadas entre Conde y Rivera, y que su relación otrora de amistad se ha convertido en exclusivamente profesional. Por otra parte esta tensión no parece cierta si echamos un vistazo a los carteles de Torremolinos.
En cualquier caso no deben olvidarse principios elementales en esto de la tauromaquia. El empresario licitamente está en su derecho de ganar dinero con el negocio que monta. Pero de forma honrrada, ofreciendo calidad. La de los ganaderos, enviarnos toros sanos e integros, y con el trapio suficiente para esta plaza. La de los toreros, ofrecernos lo mejor de sí mismos, y para mayor valoración, más. Y la del presidente y su equipo velar porque todo se haga conforme a ley y defender los interes de los aficionados y público en general.
UNA RENOVADA ESPERANZA
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Ildefonso del Olmo, nuevo en el palco de La Malagueta, dice estar preparado para afrontar el cambio que necesita la plaza, así como sentirse con los apoyos políticos suficientes para emprender la aventura.
Desde que entró en vigor el Reglamento Taurino de Andalucía, los equipos gubernativos de las plazas, a la cabeza, los presidentes, pueden ir a ver en el campo, los toros que se lidiarán, reseñados por los ganaderos y veedores. Lo que a priori era solo una formalidad sin vinculación a la hora de los reconocimientos definitivos, se ha convertido en una trampa, ya que al final los taurinos repercuten sobre estas visitas un carácter vinculante, que si bien no es cuantitativo si lo es cualitativo a causa del carácter emotivo de la visita: atenciones recibidas en la ganadería, comida campera gratis y refrescos, etc. etc. Verbigracia lo que ocurrió la pasada feria con Domingo Hernández que consideró aceptadas las reseñas de sus toros y montó un expolio al equipo en cuestión en las dependencias de la plaza.
Con la incorporación de Ildefonso del Olmo a la presidencia de La Malagueta, y la disminución de los equipos gubernativos. Para esta feria no se han visitado las ganaderías. La decisión unilateral de Ildefonso, ha arrastrado al otro equipo, y por consiguiente se entiende que se ha ganado en independencia en el momento más difícil del festejo que no es otro que el del reconocimiento de las reses y el apartado.
Así las cosas, será el equipo de Del Olmo el que abra la feria alternándose, como es natural, incluso en los días que habrá doblete, y que en contra de la opinión de este presidente, que optaba por la alternancia, el mismo equipo se encargará ese día de los dos festejos con el consiguiente agotamiento.
Se ha comentado hasta la saciedad que la asignatura pendiente de la plaza de Málaga es el toro, antes cuando era de segunda, y ahora cuando por decisión política, la han hecho de primera. Sin embargo tenemos por delante otro reto: La dignificación de La Malagueta, que en tiempos de la Década Ominosa bajó a cotas inimaginables por la vulgaridad del público, la gestión empresarial y la desidia de la torería. Sin embargo en la opinión del nuevo presidente, este paso es un paso lento que se perfila a medio plazo para su recuperación. Del Olmo ha manifestado que está por ese compromiso de dignificación de la plaza. Ahora queda saber si Ana María Romero está también por esta causa, o por la de servir a los intereses de los taurinos que como se sabe solo están por "llevárselo calentito", y no invertir nada en ir contra el acoso y derribo al que está sometido este negocio en ciertas comunidades. En realidad la experiencia de Ana María debería servir para tirar del carro de la dignificación de una plaza que casi la vio nacer. Sin embargo lo acontecido en la corrida del Domingo de Resurrección con el baile de corrales de Núñez del Cuvillo, hacen prevenir a la afición.
Fernando Puche afronta su tercera feria, mejor confeccionada que las anteriores, con el mismo peso que cuando recibió la plaza, con el de encontrar el trapío del toro. El nuevo veedor, El Ecijano, ha pateado los campos bravos y ha reseñado lo mejor en su criterio. Sin embargo desde los aledaños de la plaza se siente la tensión entre los socios, tensión que por otra parte no ha desistido desde la primera feria. Por las esquinas de la ciudad se comenta que hay fricciones educadas entre Conde y Rivera, y que su relación otrora de amistad se ha convertido en exclusivamente profesional. Por otra parte esta tensión no parece cierta si echamos un vistazo a los carteles de Torremolinos.
En cualquier caso no deben olvidarse principios elementales en esto de la tauromaquia. El empresario licitamente está en su derecho de ganar dinero con el negocio que monta. Pero de forma honrrada, ofreciendo calidad. La de los ganaderos, enviarnos toros sanos e integros, y con el trapio suficiente para esta plaza. La de los toreros, ofrecernos lo mejor de sí mismos, y para mayor valoración, más. Y la del presidente y su equipo velar porque todo se haga conforme a ley y defender los interes de los aficionados y público en general.
¡Amén!
1 comentario:
Me hace gracia que el tal Ildefonso diga que:.... cuanta con los apoyos politicos sufiecientes... pero: Cuenta con los apoyos sufientes de los aficionados.?
Salud
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