UN GEN RECESIVO
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Hace varias temporadas, las hemerotecas están ahí, las ganaderías de procedencia Juan Pedro salen flojas, unas, otras, violentas y con genio. Veedores que confiaban, hoy están mosqueados, con ellas. Un poner, lo de Ymbro. Los toreros que las apetecen no se esperaban estas incómodas reacciones y se han quedado descolocados, desnortados, como El Juli, y sin ideas y sin saber qué hacer, pues no saben lidiar, como Talavante, que solo saben pegar pases. Algunos entendidos y analistas piensan que estas ganaderías están afectadas por un gen recesivo.
Según parece, no solo las ganaderías de esta procedencia están afectadas por el genio y la violencia. En la opinión de Alberto Urrutia que trató este tema en el diario El Mundo del pasado 27 de mayo, algunas de encaste Atanasio, como la de Dolores Aguirre, pueden estar picadas por este gen recesivo. Y sin embargo, posiblemente una aguja en un pajar, en Pamplona ha sido la mejor del ciclo.
En el toreo moderno se necesita que el toro humille, meta la cara, y tenga recorrido, y que en ese particular viaje no haga extraños. En el toreo de antes el toro llevaba la cabeza a media altura y tenía más fiereza. Planteaba más dificultades. En realidad que estén saliendo en la actualidad del orden del 70 % de toros con estas características no debe extrañar a nadie, pues desde los albores de la bravura del toro, salen embistiendo más toros violentos que nobles, y cuando sale uno noble, es una lotería que hay que aprovechar.
Es cierto, siguiendo la teoría de Urrutia, que esta temporada se han juntado todos los males en las dos ferias más importantes. Sevilla y Madrid. Pero no es menos cierto que, según la teoría de algún criador de bravo, esto sucede porque no dejan al ganadero mandar en su casa. Esto es, no dejan llevar a las plazas los toros que él reseña, sino que entre los veedores de los toreros, los veedores de los empresarios, deshacen las camadas elegidas con mimo para cada feria posible.
No obstante sería conveniente repasar las Leyes de Mendel pues podría ocurrir que el gen recesivo viva entre nosotros.
José Luis González, Pepe Luis Román para el toreo, cree tener solución a este problema. Renovar sangres, mezclar sangres, vacas de Barral y de Paloma Eulate vía José Luis Marca, con sementales de Osborne y Núñez del Cuvillo. Así dentro de una variedad, buscar una unidad que es la de la nobleza y franca embestida. En realidad Pepe Luis Román no ha hecho nada nuevo que no hubiera hecho antes Núñez del Cuvillo, pues se sabe que en su particular laboratorio ganadero, las mezclas de sangres de Juan Pedro, Carlos Núñez y Osborne, son habituales y le están dando grandes triunfos.
Obsérvese que las sangres mezcladas pertenecen al mismo prototipo racial, y que quizás esa sea la tecla que se debería tocar en otras ganaderías. Además hay un denominador común entre las dos que tratamos: Sementales de José Luis Osborne.
El ganadero malagueño que se anuncia Los Palacios solo lidia de erales. Cuando se le propone lidiar de utreros o dejar alguna corrida para probar, contesta que eso para él es un problema, y quizás tenga razón, no vaya a pasarle lo que a Cuvillo, que sus toros sean tan reclamados que no llegue a tener stok para servir los pedidos.
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