05 julio 2009

TOMATE DE JEREZ


TOMATE DE JEREZ
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

Es rechoncho, recio, fuerte, orondo… gordo, y parece que no tiene complejos, milita entre las filas de Luis Miguel Casares y ha puesto en la novillada que ha abierto la feria de Iruña, los dos mejores pares de banderillas. Sea por su cuerpo serrano, o por su técnica banderillera, lo cierto es que este torero andaluz ha recibido las dos ovaciones más fuertes y rotundas de la tarde.
En realidad él no quería robarle protagonismo al hijo de Justo Benítez, ni a ningún otro novillero, pero la gente es como es y viendo en danza un cuerpazo como el descrito, se sensibiliza y le presta más atención.

En verdad que esto ha sido así porque los tres novilleros comparecientes, nuevos en esta plaza, han pinchado sus respectivos y no han puesto la emoción que un novillero debe ponerle a su toreo. Sólo en el último descastado novillo, el hijo de Justo, se ha dejado coger descaradamente, siguiendo aquella acertada norma de si no embiste el toro, tiene que embestir el torero.

Sépase que los novillos juampedreños de Miranda de Pericalvo han sido novillos del toreo moderno: mansitos en varas pero manejables en la franela y a casi todos se les ha podido cortar las orejas.

Entre lo positivo de los nuevos, el buen concepto de Casares, por el temple, la colocación y el oficio. Que Alejandro Esplá lleva la Montera puesta en la faena al segundo, y no pone banderillas. Y que a Pablo Lechuga se le ve con maneras a pesar del aturullamiento en el quinto.

Los defectos son los propios de los novilleros. Que con una novillada tan dulce no se lleven orejas es producto de los pinchaúvas y por encima de estos adminúsculos peludos hemos notado a Esplá demasiado perfilero y sin cargar la suerte en el primer novillo que fue un dechado de virtudes. Pero en el cuarto abusón de la lateralidad e insipidez.

Hizo bien el toreo de capa Pablo Lechuga recibiendo al segundo que fue devuelto al corral, no se sabe bien porqué: ¿Por resquebrajarse un pitón al rematar en un burladero? ¿Porque dio dos vueltas de campana y perdió las fuerzas? La cosa es que el sobrero no dic esas posibilidades y el chaval tiró de oficio en el trasteo. En el quinto se vio desbordado por sus ganas y no daba pie con bola, precipitado, las prisas no le dejaron ver el bosque. Falló en las distancias, no se acopló con uno de más chiribitas.

Luis Miguel Casares gustó en el toreo al natural imprimiendo temple y tirando de oficio a causa de las lecciones de su padre y dejando una interesante impresión. Se le notan ganas, la cabeza despejada y un punto de valor a tener en cuenta.

Los novillos de Pericalvo bien presentados, sospechosos de pitones y mansurrones en los montados, que a la muleta llegaron: primero bueno que fue aplaudido en el arrastre, el sobrero segundo sin clase, al igual que el sexto. El tercero soso. El cuarto bueno y el quinto con picante.

¡Aquí paz y allí gloria!

FICHA:
Plaza de toros de Pamplona. Novillada. Seis novillos de Miranda de Pericalvo bien presentados. Primero aplaudido en el arrastre. Los tres novilleros nuevos en esta plaza. Alejandro Esplá, dos pinchazos, aviso y una delantera baja, silencio. Un pinchazo, otro hondo, aviso y descabello, ovación que saluda. Pablo Lechuga, Perpendicular atravesada y descabello, silencio. Pinchazo, otro hondo, aviso y estocada caída, silencio. Luis Miguel Casares, pinchazo, otro hondo, aviso y descabello, entrando feo a matar, ovación que saluda. Pinchazo dejando el brazo atrás, contraria, aviso, silencio.

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