ZARAGOZA. 06 de octubre de 2008.
Toros de MARIA OLEA 1º descastado , 2º bueno con interés, 4º manejable y 5º descastado y con peligro. Y CONDE DE LA CORTE, 3º descastado para carne y 6º soso. Desiguales de presentación y fuera de tipo. LUIS MIGUEL ENCABO, silencio y silencio. FERNANDO ROBLEÑO, vuelta y saludos tras aviso. ALBERTO ÁLVAREZ, saludos y silencio tras aviso.
A ROBLEÑO SE LE VA UN TORO
Por Agustín Hervás
El segundo toro dio en la báscula 590 kilos. Alto de agujas. Justo de fuerzas. Pobre de cornamenta según el tipo zootécnico del encaste y que se dejó en las dos varas. Soso a banderillas echando las manos por delante. Inició la faena yéndose de largo desde tablas y mantuvo embestidas claras durante toda la lidia. Con nobleza y con interés. Robleño dio una serie por la derecha airosa y templada, luego otras dos en tono bajo. Por el izquierdo no se centró, bajando mucho el tono de la faena cuando volvió al pitón derecho. Se le fue el toro. Estocada delantera baja.
El quinto no fue fácil y delante de él mantuvo el tipo Robleño, resultando voluntarioso y hábil.
Encabo tiene un problema con la segunda suerte. La hace pero no gusta y si deja de hacerla será su toreo el que no guste y dejaran de contratarlo, de manera que tiene un gran problema que debería pasar por pensarse en dejar un hueco en el escalafón a toreros que de verdad quieren y necesiten una oportunidad, como le ocurre al local Álvarez.
Con el primero anduvo muy despegado y con precauciones en la faena. Desarmado por tres veces no se encontró cómodo ante el noble mansito. Por el izquierdo buscó el toro al torero que anduvo despreciando al toro de tal forma que al entrar a matar, yéndose, deja media trasera caída.
Con el cuarto un burraquito hijo de una búfala o algo así. Bravucón. No le bajó la mano ni una vez y hace dar la sensación de que el toro no era bueno. Pinchazo hondo trasero y tendido. Cuatro descabellos.
El local Alberto Álvarez con un impresentable toro para plaza de primera. Justo de fuerzas. Estuvo cumplidor. Antes en el segundo toro hizo un quite aseado perdiendo el capote. Con el sexto y pese a la falta de contratos se le vio con un suficiente oficio que a buen seguro daría más y mejores resultados si algunos toreros se quitaran del escalafón antes de que los echen de él.
¡Aquí paz y allí gloría!
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