SAN ISIDRO.VALDEFRESNO, cinco buenos. ABELLÁN, silencio, saludos y otro silencio. CASTELLA, silencio, silencio y dos orejas. PERERA cogido en un quite al primero de Castella.
¡QUE TIEMBLE JOSÉ TOMAS!
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
No sé si será porque llevo mucho tiempo sin ver al de Galapagar y hay cosas que se olvidan, otras no, o porque cada día me interesa más y más el francés. No fue faena de dos orejas la del sexto pero sí en conjunto la actuación. La corrida que se había quedado en un mano a mano interesó mucho porque Castella mataría tres toros. Luego la cosa no pasó de normal.
No quiero hacer comparaciones entre toreros, ni toreo, para justificar el titulo de la crónica. El tiempo dirá lo que tenga que ser. A mi se me ocurrió después de ver a Sebastián en su primer toro, de manera que a explicar voy lo que vi. De salida marcó la diferencia con el capote en lances cuanto menos ajustados y con la muleta lo que dice el francés es mucho y bueno, porque dice quietud, cercanías, mando, sitio, seguridad y además... además en esta faena con muletazos de clase. Entonces se me ocurrió lo del título. Porque es la clase lo que marca diferencias en todos los ordenes de la vida y en el toreo también. Pero al tiempo. ¡Lástima del mitin con los aceros porque al final terminó descabellando sin matar como vulgar matarife de matadero. Con el cuarto un toro que peleó bien en varas pero que se apagó en la muleta estuvo nada más que aseado y hasta un poco pesado. Y en el que cortó las dos orejas volvió a imponer su ley abriendo con estatuarios para rematar con muletazos por bajo del gusto de la afición. El toreo en redondo resultó ligado y pulcro y mejor los naturales. Toma muy bien los tiempos, las distancias y le pierde los pasos justos para recrearse en el verbo y conjugarlo bien. Es verdad que en esta faena no le noté la clase de la primera y que en el conjunto me supo a poco por eso lo dicho del merecimiento de las orejas, pero es el camino. Si repite lo de la clase... pues qué quieren que les diga ¡que tiemble José Tomás!
Es verdad que Abellán no ha sido nunca santo de mi devoción por muchos arrimones que se haya pegado en Madrid. Tampoco él hace mucho porque lo sea. Ante un primer toro que se movía el chaval no estuvo bien, despegado y sin ganas. En el tercero estuvo vulgar, sin sustancia, ido, como tirando a malo, como si no estuviera o le faltara oficio. No se arrima, siempre acompañando. Creo que el orgullo no le permitirá vestirse de plata a uno que no ha llegado a nada y le han dado más oportunidades que le dieron al Platanito. En el quinto ciertamente no tuvo opciones y nada pudo hacer con el peor toro de la corrida.
Los toros de Valdefresno correctos en la presentación, excepto segundo sin rematar. Primero manejable, segundo noble, tercero bueno, cuarto de menos a más y a menos, quinto soso y parado, sexto encastado. La corrida buena en líneas generales cumpliendo casi todos en el caballo, el cuarto bravo en varas aunque se apagó en los otros tercios.
Perera con mala suerte fue cogido en el quite que realizaba al segundo de la tarde pasando a la enfermería de dónde sólo salió para el hospital. Se pierde San Isidro.
¡Aquí paz y allí gloria!
18 mayo 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Entre José Tomás y el francés hay un escalón tan grande que no caben las comparaciones. Yo me he quedado con las ganas de ver ese toro (el de las dos orejas) por el pitón izquierdo si no se hubiese puesto tan encima tan pronto, si le hubiese dado distancia entre muletazo y muletazo,dejándole la muleta por delante y echándole los vuelos, porque si tomándolo en corto hacía el avión...
Puntillero
A toro pasado todos hacemos valoraciones y comparaciones, y probablemente puntillero lleve razón en lo del toreo al natural, pero tal como estamos en la actual Fiesta la faena de Castella tuvo los aditamentos de la tauromaquia moderna que se basa en tres pilares: quietud, temple y ligazón. Y para eso hace falta VALOR, y este torero rebosa del bueno. Y eso lo vimos en la faena del francés, que nos transmitió EMOCION. Y una gran estocada que otrora sería merecedora de trofeo. Amén del buen manejo del capote. Y su oponente no era ni bravo ni bollante, fue un mansete encastado y Sebastian lo entendió muy bien. Y puestos ¿comparamos con otras puertas grandes, en Sevilla y Madrid?
El quinto hombre
Pues bueno comparando con el Jose Tomas de su último etapa PUES SI, pero con el JOSÉ TOMás que nos arrebató y nos EMOCIONÓ pues va a ser que NO...el francés, no me emocionó en absoluto, sabe bien como "engañar" y eso no es bueno para la afición ni para la fiesta.
Pgmacias
Publicar un comentario