22 mayo 2007

DOS FRANCESES Y UN BORBÓN

SAN ISIDRO. CORRIDA DE LA PRENSA. PUERTO DE SAN LORENZO inválidos. BAUTISTA, silencio y oreja CASTELLA, aviso y saludos y oreja. POSADA que confirma, silencio en el lote.

DOS FRANCESES Y UN BORBÓN
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio.

La tarde se metió en agua perturbadora y fría. Más que en los madriles, pareciase el París de la France. Y dos franceses (la republique) brindaron a un Borbón (la monarquie). ¡Que tiempos de valores inigualables! Una de las cosas que me gusta del nuevo gobierno francés es que a casi todos sus ministros, incluido el presidente, les gustan los toros. ¡Eso está bien! ¡Ya me gustaría a mí ver al ejecutivo español en los tendidos de Madrid! Bueno, hoy no sé, porque la cosa estuvo revuelta, a punto de la revolución armada por culpa de los toros del Puerto aunque la revolución artística se hizo en la segunda parte del festejo.
Los dos toreros franceses propusieron su particular revolución y el Borbón mirando. Los dos toreros franceses le echaron courage y el Borbón aguantando chuzos de punta.

Un amigo, Pepe Pastor, me llamaba después de la actuación de Castella. "Me vale la oreja, me vale Castella, porque esto es otra cosa, que hoy día no se ve, y además hace afición, hace volver a las plazas"

No le falta razón a mi amigo Pepe. La consideración del valor ha sido hasta ahora muy vana. Tanto se le suponía al soldado que todos la dimensionábamos por extensión, sin embargo el valor es uno y primo. Es indivisible y como el miedo, muy nuestro. Castella tiene su valor. Muy suyo. También tendrá sus miedos, pero estos de momento no tienen nada que ver con el toro. Creo que en el fondo es un error pues llega a perderle el respeto al animal y le puede dar un disgusto como se lo dio el sexto. Pero no le quito una coma a su actuación. Le discutiremos la oreja, le pitaremos y se la protestaremos, pero Castella ha dimensionado el valor y ya la torería tiene un referente. Bajo la lluvia, de más mérito que arte, dándole todo a un toro malo y después de haber descabellado mil veces. Pero Castella, a pesar de las protestas, ha dado otra perspectiva del valor en el sexto. La faena al tercero que comenzó magníficamente bien con dos pases cambiados en el centro del ruedo y un trincherazo no terminó de calar porque el toro se caía.

El otro francés, que sustituía a Perera, anduvo muy aseado en faena muy limpia al sobrero de Martelilla y en el cuarto, incluido Diluvio Universal, supo arrancar los más templados muletazos de la tarde con una técnica fría e hierática exenta de la gracia pero conexa y ligada. Relajado y con la cabeza despejada con lo que estaba cayendo con un toro que supo meter en el canasto.

El toricantano Ambel Posada manejó con oficio el toro de la alternativa en templados muletazos que conformaron una faena que no llegó a los tendidos. Con el que cerraba plaza, un marrajo que buscaba carne, se limitó a pasaportarlo después de comprobar sus aviesas intenciones.

La corrida del Puerto de San Lorenzo inválida. Tercero se raja, cuarto manejable, quinto difícil, sexto peligroso. Los sobreros: de La Palmosilla, corrido en primer lugar, noble. Martelilla, corrido en segundo lugar, soso.

¡Aquí paz y allí gloria!

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