20 agosto 2006

PUERTA GRANDE PARA UN TORERO DECADENTE

FERIA DE MALAGA 2006. DECIMO SEGUNDA DE ABONO
PUERTA GRANDE PARA UN TORERO DECADENTE
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

La primera puerta grande de la era Málaga de primera ha sido para Enrique Ponce. Y la afición se preguntaba ¿por qué? Los malaguitas no, el chovinismo malagueño quería sacar ante todo y por todo a un maestro de la tauromaquia a hombros. La afición flipaba. La afición en Málaga está representada por todos aquellos que no le bailan el agua a los taurinitos y malaguitas. Las razones de porqué la afición no quería sacar en hombros por la Puerta Grande de Manolo Segura al maestro Ponce era porque el adocenamiento se ha instalado en el maestro y raya en decadencia. La decadencia es el momento, no necesariamente desastroso, en el que toda una obra importante, como la que ha realizado Ponce en su carrera, se puede venir abajo por pasar de necesaria a insignificante por el camino de la vulgaridad. La historia del toreo está llena de ejemplos y estudiados la mejor solución es retirarse con gloria antes de que a uno lo retiren con almohadillas. El argumento se fundamenta como sigue: Salió el cuarto toro que para mayor abundamiento tenia marcado a fuego en los costillares el número trece. Mejor, así se evitan supersticiones. El toro mejor hecho del encierro. Más armonía en las hechuras. Repitiendo en el capote y cumpliendo en varas a más, se diría de ser la suerte practicada con pureza que en bravo. A banderillas fue por derecho. Encastado. El maestro de la inteligencia taurina se topó con las primeras arrancadas por el pitón derecho en las que el toro acudía muy bien, en bravo, a más. El maestro Enrique, adocenándose, en su estilo, pero con esta clase de embestidas equivocándose y dejándolo ir y venir pero sin romperlo atrás. Más justito en el recorrido por el izquierdo pero con el interés suficiente por ver qué podía hacer el maestro de la inteligencia infinita. La afición defraudada. Nada. No vio nada. Vuelve al derecho, porque se encuentra más cómodo y le enjareta otros muletazos de va y viene pero no de torear de verdad. Perfilero. No lo rompe con un toreo profundo. El toro está por encima del torero. Frase simple que define una faena. Nadie lo diría del maestro Ponce que como mayor virtud tiene la de ver rápido los toros para bueno o para malo. Para bueno cuando lo quiere hacer bien para que la afición disfrute y para malo cuando lo quiere hacer para que disfrute el espectador memo que va a los toros a sacarle rentabilidad a la entrada euro por euro, muletazo a muletazo. Lo mejor sin duda por lo que se hubiera ganado solo una oreja fue la buena estocada en el hoyo de las agujas. Dos orejas.
Junto con el matador y el toro hará historia el presidente Rafael Porras que estaba esperando una oportunidad así para señalarse como amigo de los partidarios de la inteligencia taurina. Con su pan se lo coma.
El primero un remiendo de Gavira marcado con el 76 y de 508. Atacao de kilos, estrecho de sienes y sospechoso de pitones. Otro novillo engordao de los muchos lidiados en la feria. El toro va y viene con buen son. Correcto a la verónica el de Chiva. Un refilón y una entrada al caballo, se derrumba. Quite del Fandi por Chicuelinas y revolera. Con tranco a banderillas. Se protesta al toro. No tiene fuerza. No tiene sentido tanto muletazo para nada. Templa a un toro sin importancia. Bueno, noble y na de na. Buena estocada.
FANDI
Segundo: 516 kilos de Santiago Domecq ganadería titular. Feo de hechuras fuera del tipo de la casa. Justo de fuerzas, casi invalido. Dos entradas al picador, de la primera al suelo. Quite de Vega por Chicuelinas ajustadas.
Banderillas: primero de moviola a cabeza pasada. Segundo repite a la moviola recortando antes, mejor ejecutado. Tercero al violín y parándolo corriendo hacia atrás. Algarabía en el público. El toro con buen tranco. Bueno hasta que se acabó para la muleta y nada de emoción en el trasteo. ¿Donde están los toros con casta y con fuerzas? En estos tiempos que corren no interesan a la torería andante, no pueden con ellos. Nadie les ha enseñado a poder a esos toros.
Quinto: número 83 de 521 kilos, castaño y anovillado amen de justo de pitones, de presencia y de todo. Se dejó picar.
Banderillas: primero de poder a poder a cabeza pasada. Segundo hacia atrás también a cabeza pasada. Tercero sentado en el estribo y saliendo desde ahí colocó el par bajo. Cuarto por dentro con mucha emoción. Cruje La Malagueta. El toro con buen son a los cuatro pares. Tardo en la embestida por el derecho. Probón por el izquierdo. Protestón y a regañadientes. Fandila machacón y voluntarioso aunque ya se sabe que lo de la muleta no es lo suyo aunque sabe manejarla pero no la prodiga. Pues igual que con el capote que a veces lo duerme bien. Media y descabello.
SALVADOR VEGA
Tercero: 76 en los costillares y de 505 en la báscula. Sin rematar se salva por la cara. Reservón en el capote. Cumple en varas. Espera en banderillas. Le enjareta una tanda por el derecho cortita porque el malagueño se asfixia, no le aguanta cuatro muletazos seguidos. La siguiente serie por el mismo pitón con cuatro muletazos y el abrochado. Con más aguante y más temple por el izquierdo. El torero va a más. El toro bien en la embestida muy atemperada pero embiste mejor por el pitón derecho, con más ritmo. Pinchazo hondo caído. Otro pinchazo. Otro más. Aviso.
Sexto: castaño, alto de agujas y feote, se dejó en varas pero no se empleó. En banderillas espera y protesta, se distrae y embiste a oleadas. El toro con interés por el pitón derecho. Con chirivitas. Sale con la cara alta de la muleta y le pide el carné de torero que no lo llevaba Vega. Por el izquierdo nada de nada, no vimos al torero y al toro le intuimos peligro. Dos pinchazos con prevención. Media defectuosa. El malagueño volvió a dar una pobre dimensión de su torería que sabemos es mucha pero que las sombras se lo están comiendo. Este toro le descubrió muchas carencias una de ellas es que se amontona. Se le nubla el caletre.
Aquí paz y allí gloria.

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