21 agosto 2006

ANGEL TERUEL

FERIA DE ALMERIA 2006. PRIMERA DE ABONO
ANGEL TERUEL
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

Suele ocurrir que los triunfadores de una tarde de toros nada tienen luego que ver con el torero que mejor ha hecho el toreo. En la novillada que abría la feria de Almería los triunfadores Cayetano con su puerta grande y Benítez con su orejita nada dijeron para la historia del toreo. Ángel Teruel, que sustituía al cogido David Esteve, fue el que toreó. Torear no es pegar pases y dejar que el novillo vaya y venga. Torear es otra cosa que coincidió además con lo que hizo el hijo de Teruel.
Este chaval ha despertado ilusiones sobre sueños ya casi perdidos por la afición. Ha recuperado para la novillería, cosa que a estas alturas de siglo se creía perdido, el concepto del buen toreo y en la afición la esperanza por la pasión de ver torear bien. Dios bendiga el advenimiento de este otro hijo de torero, que nos lo conserve y nos dure, para la gloria de la tauromaquia.
Que mata mal es cosa sabida de los nuevos que no han visto ni muchos toros, ni mucho campo, pero que se aprende con el ejercicio de la profesión y mucho entreno. Teruel el joven no podía ser menos, pero el concepto en el toreo puro a la verónica y el buen estilo que atesora trazando pases en redondo y al natural no lo tienen otros chavales veteranos en el escalafón con ochenta novilladas toreadas. Además tiene sentido del temple y de la ligazón y aunque en algunas fases de las faenas no hubo apreturas, ajustes, dejando algunos huecos, lo que significó fue lo pronto que vio a sus dos novillos lo que a priori quiere decir que le funciona el caletre. Se hubo de conformar con vueltas al ruedo. Pero regustó.

La primera faena de Benítez tuvo ausencia de todo. De temple, de calidad, de ajuste, en fin de toreo, quizás por la invalidez del novillo, quizás, pero también por la torpeza del novillero que está dejando de interesar a la afición cosa que saben desde su padre Benítez Pérez “El Cordobés”, hasta su apoderado el Tato, que por cierto no le debe haber traído suerte pues desde que dejó de ser apoderado por los Lozano no ha dado un muletazo bueno ni una tarde de gloria para su apellido. Al cuarto novillo no lo entendió, no le tomó la distancia por tanto no pudo templarlo y debió equivocarse en el planteamiento de la faena porque no sacó sustancia de un buen novillo. Dio una estocada con derrame de efecto rápido y el generoso publico le pidió la oreja que se concedió.

No me ha gustado Cayetano pese a su disposición, en los dos novillos se equivocó. En el primero de su lote porque no eligió bien los terrenos para enjaretar la faena y luchar contra el viento. Toreó despegado en exceso aunque la tanda primera por la derecha fue buena. Luego no se acopló y cortó una oreja muy barata que con la del quino le posibilitaron la puerta grande pero muy facilota. Ya se ve que el presidente señor Marco Rubio, seglar, no quiere pelearse con el reglamento y está dispuesto a conceder todas las orejas que pidan los públicos. La de su competencia a lo mejor no, pero las primeras a poco que ondeen en los tendidos cuatro pañuelos y tres mil gritando si.
Cayetano también se equivocó dejando crudo al quinto, se le vino arriba y como mal mayor le dio una tanda para quebrantarlo cuando debieron ser dos mas de castigo, por ese motivo no le pudo, no lo templó y tampoco eligió bien los terrenos para plantearle la faena en la tarde ventosa que se presentó. Dio buena estocada.

Los novillos de Yerbabuena bien presentados y superiores para el torero los cuatro primeros en su variedad de justo de fuerzas el primero, mansote con medias arrancadas el segundo, el tercero cómodo de pitones, bueno, el cuarto una hermanita de la caridad. El quinto mansurrón y complicado y el mejor para el ganadero, si es que en verdad Ortega Cano quiere ser ganadero, fue el encastado sexto.

Aquí paz y allí gloría.

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