FERIA DE MALAGA 2006. OCTAVA DE ABONO
GANADO DE PRIMERA
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
La afición que no está ni mediatizada por el chovinismo malagueño al uso, ni por la prensa vendida al régimen, ni por la anestesia, no solo ferial, sino crítica de la sociedad malagueña, protestó fuertemente la corrida del Cuvillo y además exigió toros, toros para una plaza de primera. El Marqués de Fuengirola y su yernísimo como si oyeran llover.
Enrique Moya presidente de La Malagueta por arte y deditis de sus compañeros de partido consintió un insalvable despropósito para esta feria que fue la de ir al campo, ver la corrida y luego aprobarla en los corrales, de Nuñez del Cuvillo. La torifactoría mayor del reino echó en Málaga 6 chanquetes 6 con cuernos, o algo parecido, para que hicieran el paseíllo los figurones del toreo Morante y Juli, claro que estos toritos le vinieron luego bien al toricantano Joselito Ortega para triunfar, cometer errores y llevarse una cornada. Pero la autoridad competente, presidente y veterinarios, son cómplices de contribuir al beneficio de la empresa (que no de la fiesta), por, repito, ir, ver, señalar y aprobar una corrida de tercera para una plaza de primera. Lo que ocurre es que Moya, es doblemente culpable porque es presidente del Colegio de Veterinarios de Málaga y no se le puso de la entrepierna de devolver al menos dos toros protestados por inválidos, por eso, por contribuir al beneficio de la empresa que ya se sabía iba a comprar toros de segunda para una plaza de primera con billetes de cinco euros. Saldos. Sin embargo a las autoridades políticas que consintieron a este presidente, entre ellos el ínclito señor Soriano, no se les puede eximir de responsabilidad porque han mantenido a pesar de la solicitud de cese hecha por la Unión Taurina de Abonados de Málaga, en el cargo a un presidente que hasta dos días antes del comienzo de la feria no se había leído el reglamento andaluz. Pero la política es la política y así nos luce el pelo con estos politicuchos que nos gobiernan. Casi todos fueron protestados cuando no por inválidos y parados por mal presentados, por parte del respetable que no está anestesiado. Casi todos pitados al arrastre.
La corrida de Nuñez del Cuvillo, mal presentada, anovillada, algunos vareados, otros cornicortos sin exageraciones pero con menos pitones de los que les correspondían, flojos, parados. En fin la corridita ideal para algunos capotazos y muletazos de Morante, nada del Juli que se sigue apuntando a este tipo de corridas que lo acusan directamente de responsabilidad manifiesta del contubernio taurino y que posibilitaron el triunfo del malagueño Joselito Ortega en el día de su alternativa.
En verdad el toricantano no estuvo bien pero tampoco estuvo mal. Es decir; con el toro de la alternativa uno regordío y chico de 480 kilos que protestó en la primera vara y se lo pensó escarbando en la segunda, el chaval realizó un quite por chicuelinas zarrapastrosas. Luego el toro fue a su aire en banderillas. Abrió bien la faena el malagueño y dio una aseada tanda que hacia la segunda, por el pitón derecho, muy despegado. Tardo el toro, nuevamente por el derecho le dio los mejores muletazos de la tarde ligados y gustándose. Con la mano izquierda solo tuvo torería. Otra vez por el derecho más entregado. Estocada buena perdiendo la muleta. Oreja.
El sexto toro lo sería por edad porque lo que era por hechuras se asemejaba a un novillo que de salida perdió las manos. Fuertes protestas del sector no anestesiado de la plaza. 474 kilos en la báscula. Los novillos que abrieron la feria fueron más grandes. Recibió un puyazo feo dejándose y una segunda entrada. No tenía fuerzas. Lo mejor del novillote fue el tranco en progresión en la suerte de banderillas. Ortega entendió bien los tiempos de refresco que había que darle al animal para que le aguantara la faena. Ligó los muletazos por el derecho al inicio de la faena pero con tantas reservas que no se fajó. Lo intentó por el izquierdo pero se equivocó, le dio por llevarlo a media altura y el toro le protestó y le enganchó tanto que se mudó otra vez al derecho por donde se sentía el malagueño más seguro. Algunos muletazos por alto, pinchazo y estocada de la que sale prendido por el trasero. Oreja.
Morante alivió aliñando al segundo toro muy pegado al piso. Y en el cuarto detalles como las nueve verónicas y media a un toro muy protestado y la apertura de la faena por ayudados. Lo demás sin ligar.
El Juli se quedó sin tercer toro también muy protestado. Y el quito se murió de pie debido a que durante más de diez minutos tuvo tres palitroques metidos en el agujero del puyazo. Nada de nada.
Aquí paz y allí gloria.
16 agosto 2006
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