12 julio 2024

LOS TOROS DE DOMINGO HERNÁNDEZ PARA LA TAUROMAQUIA DEL FUTURO. PAMPLOMA. FERIA DE SAN FERMÍN 2024.

TOROS DE DOMINGO HERNANDEZ PARA PAMPLONA

La corrida de Pamplona con los toros de Domingo Hernández que era debutante, ha siso el paradigma de lo que en un futuro se convertirán los festejos taurinos. Con las incomprensiones, los insultos y las agresiones que el mundo del toro recibe, terminaremos por dulcificar todo este espectáculo y entonces nos acordaremos de esta corrida. El trapío de los toros sin importar. La suerte de varas sin importar. La suerte de banderillas de trámite... y así, los toros de Domingo, solo para la faena de muleta... y si acaso, porque de no ser por la terna, ni uno de los cornúpetas hubiera valido para nada.

El primer toro, grande y vareado. Manseó en varas y se dejó en banderillas. A la muleta llegó sin clase y regañando. Descastado. Talavante abrió la faena muy toreramente doblándose con el burel. Luego en el trasteo voluntarioso procuró templar, utilizó el pico de la muleta y se metió con el toro para sacarle algo. 
El cuarto, avacado, de cinco años y cuatro meses, justo de fuerzas, que se dejó en el caballo pero al que no le picaron nada. Se dejó en banderillas y a la muleta llegó manejable, pronto y bondadoso pero mermado de fuerzas. Talavante abrió la faena de rodillas en los medios. Anduvo voluntarioso. Pegó pases pero no vimos nada limpio  ordenado. 

El segundo toro, sin remate, rabicorto y justo de fuerzas, no se empleó en el caballo y sí en banderillas tras las cuales saludó Iván García, el primero que saluda en la feria. A la muleta llegó calamocheador, perdiendo las manos, aunque con nobleza y bondad. Se dejó bien pero acusando las fuerzas. En general fue un buen toro, pero, ¡esas fuerzas! Daniel Luque estuvo ayudando al animal toda la faena. De enfermero, le dio todas las ventajas al animal y templó para no molestar. Luego encimismo para un final folclórico. Mató mal y se le pidió una oreja que menos mal no se concedió porque la estocada hizo guardia.
En el quinto la dimensión de Luque fue otra. Se quitó la bata de enfermero y se puso la armadura de luchador. Con técnica, con oficio y voluntad, y con una profesionalidad enorme alargó la faena mucho con la convicción de sacarle el máximo partido al toro. Un toro que por la falta de fuerzas sacó lo peor de sus adentros. Con voluntad de embestir pero frustrada por las pocas fuerzas, y por consiguiente no se empleó.

Se justificó Juan Ortega en su presentación en Pamplona. Voluntarioso en los detalles de apertura por trincheras en su primero, tercero de la tarde. Inteligente, cambiando los terrenos desde los medios al tercio para ver si embestía mejor el toro, pero porfión por intentar agradar. Recetó una muy buena estocada después de un pinchazo, a un toro manso en los dos primeros tercios y deslucido, tardo y descastado.
El sexto, cambiante en toda la lidia, se dejó en la primera vara, pero salió de naja en la segunda. Tuvo pies en banderillas y en la muleta pasó de manejable a brusco en un plis plas. Ortega abrió por ayudados por bajo, y luego con torería y decisión quiso armar una faena estética en la que puso voluntad sin obtener resultados. 

Sepan ustedes que los enemigos de la fiesta, de ser inteligentes, no tendrían nada más que esperar a que se expandiera la idea ganadera de los herederos de Domingo Hernández, para que este tinglado se fuera al garete... al tiempo vamos.

¡Aquí paz y allí gloria!

 

1 comentario:

Iñaki dijo...

Te entiendo lo que comentas sobre el futuro de los Toros y es importante ser crítico.No obstante, confiemos que los buenos aficionados taurinos exijan Toros de calidad.Los de Fuente Imbro son un buen ejemplo,tal como salieron en Pamplona.Hay que estar precavido.Un saludo,Agustín.