FERIA DE MÁLAGA: MORANTISTAS DE HUESO COLORAO

SEXTA DE LA FERIA DE MÁLAGA 2014. MORANTISTAS DE HUESO COLORAO… Y A MURPHY QUE LE VAYAN DANDO.

Por Agustín Hervás

Onda Cero Radio

Morante. Archivo

Sepan ustedes, querida y sufrida afición, que el jamón serrano tiene un hueso que no tiene el de bellota, y en mi reivindicación del serrano sobre el pata negra, seriedad ante chovinismo, hago caer en la cuenta que cuando se le hinca el cuchillo a un buen jamón serrano, se abre el corte, y en su devenir, se llega al centro del hueso, este se verá de un colorao exultante que es el propio para degustar, en su alrededor la exquisitez de tan sociable manjar. 

En su día me declaré currista de hueso colorao, y aunque Curro Romero no esté en activo, seguiré siéndolo hasta la muerte. Y ahora me declaro morantista de hueso colorao pues serlo implica un reconocimiento tácito de su tauromaquia, por mal que vaya la cosa.

Mucho morantista de hueso colorao había hoy en La Malagueta, sin ir mas lejos, a mi derecha un chaval se desgañitaba pegándole oles a Morante aunque este anduviera dando trapazos. Como sería de sonoro el estruendo del gachó, que Santi  Acevedo, muy comedido siempre, por educación, claro, y también morantista de hueso colorao, lo mandó llamar al orden varias veces, aunque el eufórico, ni caso. Después Acevedo en el final de la faena al quinto toro, se despedazaba las manos aplaudiendo. Yo no, miren ustedes, yo con las manos escribo y hago trabajos manuales, pero aplaudir, aplaudo poco, a lo mejor es condición de los mansos, pero el jamón de hueso colorao me gusta igual que a todos los morantistas.

El día en el que la ley de Murphy no se cumplió, aunque estuvo a punto, comenzó para mí en el campo con mis yeguas. Letrada estaba guapa, guapa, y Haití engordando ese preñado que la está poniendo en modo tranquila. En estas estaba cuando recibo a las 11.40 horas la llamada de un profesional del toreo advirtiéndome de que hay lio en los corrales de La Malagueta. Inmediatamente llamo al CNI  y me informan de que han visto por los alrededores de la plaza a Antonio Barrera, apoderado de Morante, y a Matilla, apoderado de Manzanares, hablando de que la ultima corrida seria que se mató en Málaga, la maté yo, dijo Barrera, y era de Guardiola, que en Málaga todo lo que llegaba a los corrales se lidiaba. 

A las 13.42 horas me llaman desde el CNI y me dicen que Morante y Manzanares se van de Málaga si no torean los zalduendos anunciados, y que Ponce dice que no pasa nada que el torea los seis si es preciso. 

A las 14.10 horas el comandante de guardia del Centro Nacional de Investigación me confirma que la corrida se da con un remiendo de Juan Pedro. Me dice que todos contentos, (políticos y empresa) y descansando, pero que la presidenta Ana María Romero, estaba que se subía por las paredes, que de vez en cuando se apartaba para en voz baja acordarse de los santos del cielo.

Como es el cumpleaños de mi sobrina preferida, me organizo, y lo celebramos en el almuerzo, después caminito para la capital. En esto que a la altura de Mijas suena el teléfono y mi sobrina me dice: “Tito, aquí pone José Cutiño”, bueno pues nada, voy conduciendo y a mi me gusta cumplir la ley, no como otros que se la saltan a la torera, y no puedo atender al empresario de Málaga. Luego por desgracia, aquí si la ley de Murphy, se me quedó sin batería el móvil. En fin no pasa nada, si quiere algo el empresario, sabe donde localizarme en la plaza. Se ve que no debía ser muy importante porque luego no hizo por verme… en realidad yo juro que nada he tenido que ver con el follón de la mañana… soy inocente. 

A eso de las 17.30, quedo a tomar café con Israel Vicente responsable de prensa de José Tomás, y mi amigo David Plaza. Había que dejar claro, aunque Israel fue tajante en mi programa de toros de Onda Cero, que José Tomás no da, ni quita acreditaciones a la prensa, que esa función le toca a la empresa. Le enseño los documentos probatorios y todo queda claro, había sido una “cagada” de la empresa.

A las 18.50 entramos en la plaza que registra un lleno a reventar. Desconozco si han puesto el cartel de no hay billetes porque no me pasé por la taquilla. Da alegría ver así la plaza. La empresa debe tomar nota de los carteles que interesan aquí.

Se hace el paseíllo y el señor alcalde entrega a Enrique Ponce el capote de paseo que ganó el año pasado. ¡Políticos y mamamelones muy contentos!

Echó un vistazo por el callejón y está de vergüenza, hay mujeres, hombres, ancianos, mucho político, mucho periodista, gráfico y de alcachofa, el diputado Florido no para, saluda más que la jaca de Peralta, ahora aquí, luego allí, y veo al coordinador de los equipos gubernativos agazapado entre dos burladeros, mientras todos los demás indocumentados, andan con el jiji, jaja, échate “pallá” que te la clavo. No hay seriedad en este callejón y el día que pase una desgracia entonces vendrán las lamentaciones. Hace mucho tiempo que reivindico el callejón solo para los profesionales actuantes en la corrida, y gente necesaria para el funcionamiento del espectáculo, los demás incluidos los colegas, al tendido, y los políticos a los palcos de La Diputación, que para eso se llevan tres mil entradas de gañote.

Sale el primer toro que es de Juan Pedro Domecq, pero que a “la maza” le da igual el hierro. Dice la tablilla que pesa 504 kilos y que en diciembre hubiera cumplido los seis años. Es chico pero cuajado. Es toro viejo. Ponce lo hace embestir en la muleta por el pitón derecho a la voz, y le larga pico. Por el izquierdo probó y no le gustó. El toro mortecino y el torero haciéndonos creer que era un Miura de verdad, no de los que se han lidiado aquí. A Dios gracias pincha el catedrático, se pita al toro en el arrastre y el generoso publico, saca a Ponce a saludar.

Sale el segundo de la titular ganadería de Zalduendo, no tiene fuerza y mansea, el publico de sol se cabrea y pide ¡toros, toros! Quizá el gerente de la empresa quiera tomar notas al margen para la próxima feria. El toro es feo de hechuras. Morante no quiere verlo. Anoto en mi cuaderno de plaza ¿Pa qué? Pitos cariños al de La Puebla y pitos mas serios al toro.

El tercero se mueve mas, debe ser porque está justo de presentación, y estos toritos dicen los taurinos que son buenos. Los taurinos saben mucho de esto, pues viven  del negocio, y llega Manzanares nos arrea una lección de pico y destoreo puro, le provoca derrame al toro y le dan una oreja pueblerina.

El cuarto Zalduendo es vareado pero cumple en los tercios. Ponce se pone interesante a ver si traba por el izquierdo pero no lo ve… interesante, el es el catedrático. Por la derecha el acompañamiento y el pico que son opciones despegadas que admite la tauromaquia moderna y que tanto cantan los ilustres y doctos compañeros plumillas. Falla a espadas y le dan un aviso. También saluda. En esta plaza se saluda por todo.

El quinto es un enano, que se parece a uno que mi amigo Pacopi conoce, porque embiste. Pero este está inválido y el otro lo desconozco. La gente lo protesta y la presidenta no lo devuelve. En mi tendido se dan dos versiones sobre lo de mantener un toro inválido en el ruedo. La primera que la presidenta es tan buena aficionada que sabe que este torito de poner encima del televisor, le va a servir a Morante y sería pecado mortal devolverlo por inválido. La segunda que quizás este fuera uno de los toros de la discordia de la mañana y a la señorita presidenta no le dio la gana devolverlo para que se lo comieran con papas. Luego llegó Morante y comenzó a tajar el jamón hasta el hueso colorao. Invalido y todo a Morante le valió para acompañar las embestidas con gusto y hacer las cositas mágicas que hace. Es decir que Morante hizo con esta miniatura de terracota lo que se esperaba de él, y todo el mundo tan contento. Mató bien y le dieron una oreja, le pidieron furibundamente, dos, pero la señorita Ana María no quiso dársela. La segunda es opción suya y muy suya. La gente la abroncó al arrastre del torito.

Otra discusión en el tendido a causa de la oreja para Morante. Unos dicen que la presidenta no tiene criterio porque igualó la concedida a Manzanares con la del faenón de Morante. Y otros sostenían, que ni mucho menos que la presidenta había hecho bien en no concederla porque así se demuestra que el público de Málaga no entiende de toros, pues al pedir la oreja de Manzanares, son ellos los que no tienen la medida para valorar lo hecho por Morante. La presidenta en ambos caso cumplió escrupulosamente el reglamento, decían algunos, con lo que la afición quedaba con el culo al aire.

Estábamos en todo esto cuando salió el sexto becerro y tras parearlo saludaron rosa y Blázquez por las banderillas. Nada del otro mundo. Manzanares brinda a Morante y le dice que gracias maestro por regalarnos tan hermosa faena… y ahora voy yo a ver si le hago lo mismo a este. Claro, no pudo, porque Manzanares tiene estética pero no “agel”, y entre un detalle por aquí, unos enganchados por allí, y un pasacalles superficial, se rajó el toro y la gran lumbrera del toreo moderno se empeño, rajado y todo, en matarlo recibiendo. Fallos y aviso. También lo sacaron a saludar.

Todos contentos salieron de la plaza, creyendo como en el Puerto de Santamaría, haber visto una gran tarde de toros. Eso decía Joselito el Gallo, no el Arroyo.

¡Aquí paz y allí gloria!