FERIA DE MÁLAGA : JOAQUIN GALDÓS, DEBUT Y TRIUNFO.

Primer paseíllo en la feria

PRIMERA DE FERIA DE MALAGA 2014. NOVILLADA PICADA.

JOAQUIN GALDÓS, DEBUT Y TRIUNFO

Por Agustín Hervás

Onda Cero Radio

Galdós debutó con Picadores con este novillo sardo de Fuente Rey

El novillero peruano afincado en Fuengirola y recogido en la Escuela Taurina de Málaga, fue el ganador del Certamen Internacional de Escuelas Taurinas del año pasado y el premio que recibía hoy, era precisamente su debut con caballos en esta feria. Debut y triunfo, hecho del que hoy en día pocos novilleros pueden faldar, sobre todo porque las novilladas picadas están en periodo de extinción de nuestro circuito taurino español.

Galdós cortó una oreja del sexto de la tarde noche, y hubo fuerte petición de la segunda que el presidente Ildefonso del Olmo no concedió poniendo el listón alto en la feria, según criterio propio, que seguro será capaz de mantener cuando el “Mundo Feliz” le pida las segundas orejas de, pongamos por caso, José Tomás.

Joaquín Galdós brindó al público la faena de un novillo de Fuente Rey que cumplió en varas y fue con pies al segundo tercio. Lo recibió de rodillas en el centro del ruedo al iniciar la faena de muleta y después realizó lo más enjuto de la tarde en las tandas de redondos y naturales, con un toreo firme, de mente clara, y de lección ortodoxa. Pocos novilleros torean hoy en día con la verdad con la que torea el peruano. Su toreo de debutante, si va en progresión, y no oye los cantos de sirena que empezará a oír esta noche, se podrá vender caro. Mató de una estocada. 

El toro tercero que sorteó fue el sardo del encierro con el que anduvo voluntarioso pues el novillo se rajó estrepitosamente siendo protestado al arrastre. Un detalle que no gustó a la concurrencia entendida fue la vuelta al ruedo protestada que dio por su cuenta. La sencillez y la humildad son causa importante en la novillería. La prepotencia, se termina pagando.

Fernando Rey con el primero de la tarde

Decepcionó el malagueño Fernando Rey, con una tauromaquia de alivios y ratonerías, como si sintiéndose figura de la novillería tuviera firmadas cien novilladas a cincuenta mil euros. El primero le estaba pidiendo a gritos que le cortara las orejas, pues tenía buena calidad en las embestidas por ambos pitones. Y se le fue. Pico, muletazos despidiendo y poco fajamiento. Al cuarto novillo fue incapaz de cogerle el aire, dejándose como se dejaba. Cuando aburrió al animal, le dio por hacerle morisquetas avisándolo el señor presidente del transcurso de los diez primeros minutos, y como pinchara, le aviso al cumplir los trece. 

Ginés Marín nuevo en La Malagueta

Me dicen que Ginés Marín, nuevo en esta plaza, es hijo de guardia civil en activo que en sus tardes libres se alista en la cuadrilla del pacense, como picador. Pero los cacos no deben temer acierto, porque la mirilla debe tenerla desviada, los dos puyazos cayeron traseros. El chaval solo pudo tener detalles con el segundo, que se rajó y luego dio un mitin con los aceros, aún así la gente de La Malagueta, demasiado cariñosa, lo sacó a saludar, solo a saludar, pero él se fue a los medios. Claro que los novilleros de hoy en día, con descaro y a veces con desvergüenza, se pasan las buenas maneras por el forro.

Con el quinto novillo, se equivocó. Cumplió en las varas y fue amplio a palitroques. Brindó al público y comenzó un recital de enganchones que estropearon al novillo que tenía mucho que torear. Después de estropearlo no le quedó mas remedio que el recurso del arrimón, y aún así cuando le puso la muleta otra vez por el derecho el animal la tomó con franqueza. Fue avisado después de pinchar, y otra vez que se va saludar a los medios. 

La novillada de Bohórquez que anuncia de Fuente Rey y de procedencia Domecq, muy bien presentada, excepcionalmente el quinto, cumplidora en varas y con pies en banderillas. El primero y el sexto los novillos buenos del encierro. El segundo y el tercero los rajados, y el cuarto y el quinto manejables.

Saludó Raúl Adrada tras parear al tercero por hacer su labor. No más. 

¡Aquí paz y allí gloria!