11 agosto 2014

CARTA AL SEÑOR PRESIDENTE



Estimado Agustín,  te ruego publiques la carta que te adjunto, dirigida al señor presidente  D. José Luis Joluviar, que parece se ha enfadado por mis comentarios.  ¡ Gracias !
 
Estimado Sr. Viera o Joluviar: me ha extrañado mucho su cometario en este blog, pues una persona ya veterana en estos temas, debería saber que está expuesto a las criticas de los aficionados. Siempre se dice que los empleados públicos llevan adjuntos a su trabajo las posibles críticas. Reconozca que se  contradice en sus apreciaciones. Se enfada por la crítica de los mulilleros y después reconoce que han mejorado el último día. Lo que quiere decir es que estos empleados han actuado mal. Abunda más en el tema al decir que sus mulilleros, supongo que son los de Antequera no lo hacen. Queda claro el asunto.
Es muy común en las gentes del toro, el querer ayudar a los alumnos con trofeos que no se merecen. Esto es engañar a los chicos, si no ha estado bien, pues no se premia su labor. Los estudiantes de cursos bajos, no se premian por ser jovencitos. Si hay que suspenderlo, se suspende y que estudie más.
Ha confundido ud el significado de la palabra "instruido", se lo ha tomado  como que  está presionado, pagado o aleccionado por las Escuelas Taurinas. Yo quería decir con esta palabra, que no le veía preparado o docto para juzgar una faena chapucera con un trofeo. En una plaza de primera, no se puede dar oreja a un chaval que da un bajonazo y dos descabellos. Aunque lo pida el público de rodillas. Pienso que ya va siendo hora de que la Malagueta tenga la importancia que debe tener como plaza de primera. Dice un gran presidente de plaza de primera, que la categoría se la da a una plaza el presidente. Y como los dos que tenemos ahora mismo, son incompetentes, esperamos  como agua de Mayo, que venga uno de fuera y por lo menos haga las cosas bien.
Al ser clases prácticas, también deberían presidir los nuevos presidentes titulados que entre otros, instruyó el Sr. Fernández Torres;  pero estas personas no gustan a los de las escuelas, lo hacen bien, aplican el Reglamento Taurino Andaluz y  son estrictos en sus decisiones. Hace unos años, presidieron el ciclo de becerradas en honor al Dr. Luna. Como dieron solo dos orejas y 12 avisos, ya no los llamaron más. Desde que existen estos certámenes de aprendices de toreros, han subido al palco varias personas muy "orejeras": empezando por ud, los Drs Trujillo y Mateos y el ínclito Ortíz  Megías que hasta tuvo la desfachatez de dar un rabo, cuando está prohibido en estos espectáculos.
Yo soy un simple aficionado, que nuestro común amigo Agustín Hervas, me pidió que hiciera una reseña de lo que pasaba en las novilladas. Me limito a contar lo que veo, seguro que estoy equivocado, pero no se hacerlo de otra forma. Lo que puede tener por seguro, que no tomaré parte por ninguno de los actuantes, siempre pretendo decir  lo que pasa en el ruedo, torpemente, pero con sinceridad.
No soy el único que le ha criticado, en el segundo espectáculo, un veterano aficionado, se dirigió a ud con respeto, preguntándole quien mandaba en la plaza, si el presidente o los mulilleros. Suelo ver las corridas rodeado de buenos aficionados y todos coinciden en lo de las orejas de tómbola benéfica. Solo sacan los pañuelos los que van a los toros por ser gratis y disfrutan viendo dar orejas. Los buenos aficionados, no han sacado ni una sola vez los pañuelos. Pues el nivel de los chicos, ha sido muy bajo y se ha matado fatal.
Una anécdota de Bilbao: allí Ponce es un ídolo y un día con estocada baja y descabello, casi el 90% de los asistentes, pidieron la oreja que el presidente Matías González, no concedió. La bronca duró 10 minutos y al final de la corrida dijo esto: en Bilbao con estocada caída y descabello, yo no doy oreja aunque me lo pida S.M el Rey.....y se quedó tan pancho.
 
Saludos
 
Juan Franquelo

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