FERIA DE MÁLAGA: LOS MIURAS. DON ANTONIO ENTRA EN RECESIÓN.

TERCERA DE LA FERIA DE MALAGA 2014. LOS MIURAS. DON ANTONIO ENTRA EN RECESIÓN.
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Fotos: Coso de Badajoz

Ferrera y la cuadrilla.

Los hermanos Miura han pasado por la feria de Málaga en plena recesión. Dijeron que no tenían toros para esta plaza y el empresario para contentar a no se sabe bien a quien, los trajo. La afición creyó en su palabra, pero hoy se ha visto que los malagueños tenemos lo que nos merecemos. Saldos y mentiras. Solo los jóvenes aficionados creen haber visto una corrida de Miura. Los lugareños y foráneos, que pintan canas y cobran planes de jubilación, lo que han visto hoy han sido seis raspas. Toros anovillados, terciados, vareados, culipollos, con cuellos como tablas, sin morrillo.

El cuarto de la tarde. 

En realidad lo que parecía es que don Antonio se había equivocado de corrida, embarcando la de Villacarrillo para Málaga. Parece mentira que en los equipos gubernativos haya veterinarios avezados en genética, y otras lindezas genotípicas y fenotípicas y no caigan en la cuenta de que lo que le faltaban a los toros de Miura, era seriedad de tíos. Los doctos y el presidente, último responsable con decisión de todo este espectáculo, han comprobado que tenían el peso, porque tienen el hueso recio, y veían por los dos ojos, y han pensado en quitarse de problemas. ¿Cómo le iban ellos a dar un disgusto a don Antonio Miura, presente en el coso, y a don José Cutiño? ¡Bastante pesar tiene la empresa! viendo que en las dos corridas toristas se han cubierto nada mas que los tres cuartos con los victorinos, y con mucha imaginación la media plaza hoy.
Además la corrida ayuna de emoción, sin mostrar, esas condiciones alarmantes de peligro, y dejándose. En varas el que se ha dejado, ha cumplido, solo dos se han repuchado. En banderillas han galopado y solo el tercero ha cortado los viajes. A la franela llegaron noble el primero, bueno, el segundo, tercero corto, el cuarto sin viaje pero sin maldad. El quinto y el sexto inéditos. Inéditos porque ahora es cuando toca hablar de la recesión del otro Antonio. Antonio Ferrera, que en las crónicas antiguas se diría que ha estado aperreado con las raspas miureñas, y es que la recesión anímica del extremeño ha afectado también a la física y con la justificación de crear espectáculo ha banderilleado con las cuadrillas. El primero y el segundo, solo, bastante discreto, en el tercero con Adalid y Fernando Sánchez. En el cuarto con Jaime Padilla y Javier Ambel. En el quinto con Marco Galán, y en el sexto con la cuadrilla entera de Castaño. Por supuesto todos ellos ejerciendo el oficio por encima del matador, pues sostengo desde tiempo inmemorial, que Ferrera es muy mediocre con las banderillas, sentencia que me costó un disgusto con Juan Ramón Romero y Barto, de Canal Sur, en Almería. Pero eso será historia para otro día. Lo que les puedo afirmar es que me estuve acordando toda la tarde de Antonio y Pepe Bienvenida. Y no digo más.

Mucho aire, y pico.

Pues a estos dos últimos toros Ferrera les aplicó la tabla de restar. Es decir, dejó que le cocaran los engaños, que empleaba como mantas. Les quitaba de la cara la muleta, sin que el animal viera posibilidad de recorrido, y con esta técnica de la mentira, nos quiso decir que los toros no pasaban. Y claro no pasaban porque Ferrera no quiso que pasaran. Demasiada desconfianza, en ellos y en él. Demasiada precaución también en el trasteo del cuarto, y aunque lo intentó en el tercero, es verdad que aquí no se podía sacar más. Ferrera perdió la oportunidad de su vida en los dos primeros toros. La recesión no le dejó dosificarse bien, y confundió el planteamiento. Esto es que no le cogió la distancia al primero, o quiso reservarse, y en el segundo dio una dimensión de su tauromaquia muy pobre. Fue una lección de como hacer en cinco minutos que se estropee un toro bueno.
Un servidor, querida y sufrida afición cree, que Ferrera, con todos mis respetos, es un torero para rellenar carteles, no para llenarlos, por eso no vi este cartel para la feria, pues al final lo que se ha echado en falta es un autentico lidiador. Eso de lo que tanto presume en Madrid, por cierto, público al que tiene engañado este torero. Pero allá cada cual con su dinero.
Picaron bien Tito Sandoval, Fernando Sánchez, José Carlos González y Grilo.
Los sobresalientes Miguel Ángel Sánchez y Álvaro de la Calle, debutaban en La Malagueta, e hicieron quites en el quinto y sexto.

Despues de seis toros, salio andando de la plaza con solo una ovación y otra de despedida

Los silencios a Ferrera llenaron la tarde, y al presidente le tributaron una injusta bronca pues no concedió, a Dios gracias, la oreja pedida en el segundo toro, que les recuerdo fue al que en cinco minutos estropeó. Saludó la ovación.

¡Aquí paz y allí gloria!