FERIA DE MÁLAGA: DESCASTE DE GAVIOTAS.

QUINTA DE LA FERIA DE MÁLAGA 2014. DESCASTE DE GAVIOTAS.

Por Agustín Hervás 

Onda Cero Radio

Paseillo picassiano

Estábamos absortos en la plúmbea tarde malacitana, acompañados unas veces por algunos armónicos acordes musicales, de la banda, claro, y otras, oyendo el graznido de las gaviotas que acompasando su vuelo buscaban los tejadillos de La Malagueta. Era la tarde idónea para el esplendor artístico. Toreaba en las tablas la sinuosa decoración de Loren poniendo en nuestras retinas la época azul del mágico pintor malagueño. Era entrar por los vomitorios a los tendidos, y era como encontrarse con Picasso en la plaza. Y entonces caímos en la cuenta. Era la Corrida Picassiana, que han metido en medio de la cartelería ferial para ver si se va consolidando este evento que no termina de romper “palante”, ¡Y eso que hay empeño! ¡Pues nada!

Pues como iba diciendo, era que las gaviotas, las ratas del cielo, amenizaban la caída de la tarde en la plaza y estas, acomodándose los plumajes con sus robustos picos, circunvalaban el anillo del tejado. Entonces la idea. Podíamos organizar un descaste de gaviotas en la plaza, igual que en los cotos se descastan los conejos. Entre minotauros de Loren y miradas de Picasso, el divertimento podría estar asegurado.

Quizás al gerente de la empresa, que piensa proponerme como licitador al próximo pliego de la plaza, le guste la caza y anime a su jefe a apuntarse al descaste, claro que de seguir así, como vamos, en materia de ganado, en esta segunda feria que monta para los malagueños, Cutiño, es preferible recurrir a mi querido Marqués de Fuengirola, pues además de ser paisano, se le veía por dónde iba a embestir. O recurrir a Jorge Conde, que ahí de tapadito como estuvo, supo conformar en conjunto las mejores ferias de esta ciudad.  

Ya puestos a descastar las gaviotas de La Malagueta, de paso también podíamos hacerlo con los toros de la corrida de hoy, del descansado de Luis Algarra, que no hay mas desgracia que morirse, para que los herederos se carguen la obra realizada. Los toros de hoy impropios de esta plaza. Por presentación y por condición. Han vuelto a ser comprados con billete pequeño, y no es por echar lastre contra José Tomás, pero no se como decir, que por el encarecimiento de esta feria, así nos va en el ganado.  Hoy toros viejos como el quinto que le faltaban dos meses para cumplir los seis años. Toros terciados como el segundo, tercero y sexto, y anovillados como el primero. Y luego de un descaste supino, que en apariencia cumplían en los primeros tercios y que cuando llegaban a la muleta se paraban.

Javier Conde.

Nada les voy a descubrir de Javier Conde. Ha estado mal y punto. No seré yo quien haga sangre a un torero que cada vez que me ve (después de, y vivido lo vivido), me pega unos abrazos que me emociona. Solo una cosa les descubriré. No crean que nuestro paisano es lerdo, “ca uno es ca uno” y que venga Dios a bendecirlo. Y que tire la primera piedra el libre de pecado. Pero él sabía a qué corrida se apuntaba, entre otras porque era lo que había, y punto. Me refiero al ganado que iba a matar, lo que pasa es que este año no podía decir que no… y siempre está aquello de la esperanza de que alguno meta la cara. Se le ha pitado en el primero, y abroncado en el cuarto. 

Salvador Vega

Salvador Vega ha tenido el lote mas parado, y ha demostrado querer, aún poniéndose pezorro. Ovación por su cuenta, es decir sale a saludar sin que nadie se lo pidiera después de arrastrar el segundo. Y recoge la ovación tras el quinto.

Jimenez Fortes en un natural

Y Jiménez Fortes ha interesado en la tarde de hoy, más que por lo que ha realizado con los toros, que ha sido de lo más templado y ligado de la tarde, por lo mejorado en conceptos que lo hemos visto. Sus dos toros se han dejado de más a menos y el chaval los vio.

Fortes iniciando el pase de pecho

La corrida de Algarra, desigual y descastada, con un primer toro manejable y flojo. Segundo inválido que se paró. Tercero se vino a menos. Cuarto inédito, presuponiéndole cortedad en las embestidas. El quinto y el sexto se pararon.

En el quinto saludó Nieto de la cuadrilla de Vega tras poner dos buenos pares de banderillas.

¡Aquí paz y allí gloria!