TRIUNFA EL CORDOBÉS, TOREA RIVERA ORDÓÑEZ
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Rivera en un pase de pecho
Plaza de toros de Marbella, 15 de julio. Corrida de toros. Seis de la ganadería de Benitez Cubero, segundo y tercero terciados, algunos sospechosos de pitones. Justos de fuerzas. Nobles y manejables, sexto parado. Manuel Díaz “El Cordobés”, pinchazo y estocada corta, oreja. Estocada trasera contraria saliendo prendido sin consecuencias, DOS orejas. Puerta Grande. Rivera Ordóñez, tres pinchazos y estocada corta, ovación que saluda. Media atravesada, trasera y caída, múltiples descabellos. Silencio. David Fandila “El Fandi” Estocada caidita y trasera, descabello, oreja. Estocada caída tendida, descabello, ovación.
El Cordobés abriendo de rodillas
La tarde sin duda fue de El Cordobés que con su gracejo particular y su don de gentes ha sabido meterse al publico en el bolsillo y arrancar los trofeos que le posibilitaron salir a hombros como triunfador. A ambos toros les hizo sus cosas, es decir, salto de la rana, toques de pitones, golpes de boxeo cariñosos en la testuz de la bestia, y varios complementos más que enardecieron al publico. Tuvo un susto, el cuarto toro al entrar a matar lo prendió por la corva derecha y lo volteó sin consecuencias.
El decorado vestido de El Cordobés
El Fandi cortó una oreja al tercero después de una faena aseada en la que anotamos unas tandas de naturales muy templados. El sexto fue un toro parado y el de Granadas solo pudo estar voluntarioso. En banderillas merecieron la pena el segundo par a su primer toro, y el primer par al sexto en el que el toro se le paró, lo esperó y el matador resolvió con poder cuadrando en la cara.
El templado capote de Rivera
Sin embargo de los anteriores triunfos quien toreó bien fue Rivera Ordóñez. A placer. Templando los muletazos, cogiendo las distancias, llevándolos a la velocidad que requerían las nobles y buenas embestidas de los animales. Pero no hubo triunfos porque pinchó a ambos además con reincidencia e insistencia y al quinto con cabezonería pues se empeñó en descabellarlo en los medios y curiosamente un espectador le gritó varias veces: “Sácale la espada”.. Y harto de oírlo el matador, lo miró como diciéndole, baja tú y se la sacas con... en realidad Rivera Ordóñez se resintió de su vieja lesión de clavícula que le impedía hacer fuerza con el brazo que mata.
¡Aquí paz y allí gloria!
1 comentario:
Desde luego, la profesionalidad en los críticos taurinos es vergonzosa. Esta mañana leo en SUR la reseña de la corrida de Marbella y ahora me encuentro, al leer la tuya Agustin, que es copia casi literal de la que publicas en el blog.
El mamón que hace la crónica, ni se movió del sofá de su casa, te lee y copia y a cobrar. Para fiarse del SUR y de su enchufado director, el Castillo ese.
Saludos
Saludos
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