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Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

El Fundi. Archivo. Foto de Manolo Ortega

Salió el sexto del Rio, o Cortés, o de Victoriano, como gusten ustedes. El caso es que era una raspa con cuernos como casi toda la corrida. Bueno, toda no, dos terciados, tercero y cuarto. O lo que es igual para entendernos corrida desigualmente presentada. El primero ovacionado al arrastre, noble, bueno, casi Hermanita de la Caridad. Segundo sin clase. Tercero manejable. Cuarto de más a menos. Quinto bueno por el pitón derecho. Sexto descastado y brusco.

El Fundi no estaba anunciado en esta feria y al final entró sustituyendo a Juan Mora, le dieron pues la oportunidad de despedirse y casi le cuesta un disgusto la despedida porque el cuarto toro que se dejó bastante bien a la hora de entrarle a matar le ganaba la acción al torero y se lo llevó por delante en dos ocasiones, la segunda casi para matarlo. Por fortuna no hubo consecuencias. En esta despedida el Fundi cortó una oreja al primero por una faena correcta, sil alturas ni simas. En realidad el Fundi no se creía que le hubiera tocado un toro tan bueno en Pamplona después de haber matado gayumbadas impresionantes por esas plazas de Dios. Toros que le han dado vicios al madrileño que a veces se le notan, por ejemplo en el cuarto con el que estuvo tomando muchas precauciones es decir dejando mucho hueco, sacando culo, como si se acordara de algún Miura. Le dio al toro mil muletazos sin sentido y sin decir nada. Adiós Fundi de Pamplona. No te arrepientas.

El Juli. Archivo. Foto Manolo Ortega

El Juli cortó otra oreja por una faena al quinto muy julianista. Es decir de aquellas que enjaretaba en sus principios a los toros para comunicar con loa públicos, a veces eléctricas, a veces templadas, y por finales de arrimón enorme. El toro se dejó bien por el pitón derecho pero por el izquierdo lo poco que tuvo se lo sacó Julián. En el segundo estuvo voluntarioso pues el toro sin clase pegaba tornillazos. En realidad no ha sido la mejor corrida de El Juli en Pamplona pero le queda otra el sábado.

No pasó de correcto Castella en el tercero que fue un toro manejable, pero estuvo sin decir nada aunque si cobrara por pases debería cobrar bien el destajo. Se le pidió la oreja que negó la presidenta y la abroncaron. Con el barrabasito sexto que no se empleó nunca realizó un trasteo de trámite y de veterano y luego lo mechó, es decir, que dio un mitin con la espada.

¡Aquí paz y allí gloria!