Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Toros de piedra de Paco Rodriguez
Ha lidiado en Pamplona Dolores Aguirre una mansada de campeonato. Es difícil recordar un toro que haya embestido con franqueza tres veces seguidas a las muletas y ninguno se ha quedado en el caballo. Los banderilleros han bregado con cautela y han puesto garapullos con más destreza que eficacia, incluidos los pares de Antonio Ferrera que de los seis, solo dos, puestos por los adentros han merecido la pena. Los demás con ese salto de altura impresionante, deslucidos y pasados de cabeza.
Ferrera no tuvo opciones con el lote, el primero se echó nada más comenzar la faena, y cuando se levantó ya parecía estar muerto de pie. El cuarto sin clase por el pitón derecho se deja a menos, y andarín por el pitón izquierdo. Ferrera correcto en su voluntad.
Eduardo Gallo bastante enganchado en la faena al segundo al que acompañaba muy bien en su viaje, mientras lo tuvo por el pitón derecho de más a menos. Por el izquierdo ni un muletazo por la incomodidad del cabeceo. Terminó apagándose el toro. Al quinto le ofició unos cuantos muletazos al natural con firmeza. El toro sin malas intenciones se iba suelto en casi todos los muletazos.
Joselillo cortó la oreja del tercero en una faena que comenzó de rodillas en el centro del ruedo y que casi le costó un disgusto porque el toro se le fue descaradamente por él sin atender al engaño, luego embistió a su aire sin molestar. El sexto fue el toro peligroso de la tarde. Tuvo marcado al torero por ambos pitones desde el inicio del trasteo, y se fue en cuanto pudo, Joselillo lo hizo pasar por el izquierdo con gran esfuerzo. Mató muy mal, haciendo guardia, dando una estocada defectuosa y nueve descabellos de los que el toro no se echó, al final lo hizo solo.
¡Aquí paz y allí gloria!
No hay comentarios:
Publicar un comentario