CABALLOS DE IMPERIO

                                      Sergio Galán. Foto http://www.sergiogalan.com/cuadra.asp

CABALLOS DE IMPERIO

Por Agustín Hervás

Onda Cero Radio

Todo caballo en su vida encuentra a su jinete. De otra forma, un jinete puede estar buscando a su caballo toda su vida y no encontrarlo. Hoy en Las Ventas deberían haber salido a hombros Pericalvo de Andy Cartagena, Apolo de Sergio Galán, Verdi y Templario de Leonardo Hernández. Cuatro caballos para conquistar un imperio. El del rejoneo. No es que los jinetes no estuvieran a la altura de esos magníficos caballos, no, es que los caballos en su alma tenían más vida que los jinetes que en sus lomos montaban.

La corrida de Luis Terrón no ha sido mala, no ha desarrollado, ni ha molestado más allá de ser una corrida descastadita, paradita en el primer tercio, pero que en el segundo se ha dejado, unos menos como el primero o el sexto, y otros más como el cuarto y el quinto. Ha sido pues una corridita que siendo terciadita es del gusto de los rejoneadores a los que no les preocupa dejarse tocar los caballos por los pitones de los toros. Si los toros de rejoneo fueran como Dios manda, es decir, con trapío, casta y poder, los rejoneadores de hoy, salvo un par de ellos, o tres, se asfixiarían, y podrían a prueba sus cuadras cada tarde.

Es verdad, no se puede negar el axioma, que el jinete, por lo general hace al caballo, pero en la tarde de hoy, plúmbea por el ánimo, y por el clima, los rejoneadores estaban espesos hasta que Cartagena peinó la puerta grande. Entonces se pusieron a las ordenes de los buenos caballos y cumplieron los protocolos de la equitación taurina más o menos como mandan los cánones, y a pesar de ello Andy Cartagena estuvo brusco, en el primero y efectivo en el cuarto con ese toreo suyo superficial pero imantado. Magno le protestó bastante. Cortó una oreja de cada uno del lote.

Sergio Galán tuvo que parar dos toros, el segundo del hierro titular se lo echaron al corral por inválido, después de partirle la espina dorsal con la moda de parar a los toros recortándolos con la grupa. El sobrero de Pallarés, excesivamente desmochado y atacado de kilos se paró pronto. Con Ojeda puso un palo muy bueno. Lo mejor. Titán tiene problemas para reunir , siempre con la cara alta en las piruetas y Fado se le fue de la suerte suprema dos veces. Le faltó esencia a Galán la misma que luego pudo poner en el quinto montando a Vidrié con el que toreó sin clavar y con Apolo que lo llevó en su montura como ángel entre algodones. Cortó las dos orejas a este.

El niño sin zahones (Leonardo Hernández) le castigó a Verdi el flanco izquierdo hasta hacerle sangrar, el nivel de exigencia del rejoneador era inadecuado para un caballo más torero que el propio jinete, pero el caballo estuvo por encima de todo eso. Igual que Xarope, pero el sin zahones se equivocó en la suerte suprema. No tiene confianza en sus caballos, y no lo ve claro. Con el sexto al que le cortó una oreja estuvo más enfibrado. Fue el peor del encierro y sin embargo la medida del chaval fue mayor.

Además de que este niño no se ponga zahones, monta como todos, en ventajistas sillas mixtas, usan martingalas en los bocados portugueses, y sobre todo, hoy, los caballos han hecho a los jinetes.

¡Aquí paz y allí gloría!