LE PIDIÓ EL DIVORCIO

Puerta del Príncipe. Por Erpacomuro.

LE PIDIO EL DIVORCIO
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

Efectivamente Victorino Martín no está para ir a Madrid este año, pero tampoco para haber venido a Sevilla y a lo que presumo tampoco para ir a ninguna plaza de Europa. O eso, o engaña a la afición como lo ha hecho con los sevillanos. Se dice y no es cosa por decir, que este ganadero es listísimo, y lo es, tanto que casi nunca echaba en los camiones un sobrero y hoy lo ha puesto. Para que vean lo listo que es que hasta él mismo no tenía confianza en la corrida. Pero como comprenderán es preceptivo contarles como fueron los toros, pues hoy eran las estrellas:

El primero terciado que se dejó en varas y que fue tardo en banderillas. Sospechoso de pitones por lo floridos que los tenía, en la muleta también tardo pero noble y bueno, hermanita de la caridad que por no molestar ni andaba.

El segundo correcto en la presentación que se dejó en varas y que no humilló en palos. En realidad el toro se acabó en el primer tercio porque demostró su falta de casta en la muleta.

El tercero terciado que cumplió no más con los montados y que esperó en banderillas. Se dejó poco, pero se dejó aunque se acabó pronto en la muleta para la dimensión del tiempo que tienen los toreros.

El cuarto correcto en la presentación y echando la cara arriba en el peto. Acudió con pies a palos y para la muleta resultó manejable.

Al quinto lo echaron al corral por inválido. El sobrero del mismo hierro, terciado, le taparon la salida en varas y esperó en banderillas. Se dejó el toro por ambos pitones.

El sexto de correcta presentación se dejó picar y en banderillas aunque tardo metía la cara abajo.

Vistos de esta forma que les cuento parecieran de otro hierro y diríamos que la corrida habría embestido poco, pero algo en tres toros. Una corría para los pueblos y ni fu, ni fa. Lo que pasa que Sevilla no es pueblo, Victorino no es un ganadero cualquiera, y aquí lo peor que puede pasar es que no pase nada. Por eso pido el divorcio entre esta afición y el ganadero, porque el trato no ha sido el mismo para el publico de Sevilla y el de Madrid.

En verdad la feria no levanta pero en toros ya se sabe que hasta el rabo todo es toro y aún queda lo mejor de la feria sobre el papel. No obstante los toreros tampoco están contribuyendo a levantar esto, y hoy no podía ser de otra manera.

Por ejemplo, El Cid le pidió el divorcio a Victorino por que ya son dos y etc. pero también le pidió el divorcio al quinto toro al que por el pitón derecho no le pilló el tranco y por el izquierdo anduvo con precauciones y despegado. Con el segundo de la tarde la desidia le pudo y ni si quiera lo aliñó. A matarlo directamente.

Abría el cartel Ferrera que estuvo aseado con el primero después de parear en corto en los tres pares, con aseo y corrección pero con demasiada decoración, que la gente terminó protestando. Con el cuarto volvió a sus números de circo poniendo un par meritorio quebrando por dentro. Pero viendo ayer a Mariscal, me quedo con el banderillero de Cortés. En la faena de muleta mal. Pases de medio hacia arriba, pico, precauciones, desconfianza y realizando un esfuerzo mentiroso encorvándose como si se quedara pero yéndose.

A César Jiménez le tocaron la música en el tercero y no debieron, porque llevar, llevó al toro, pero torear no lo hizo, en la única tanda que tuvo firmeza, luego, todo se vino abajo y se apagó. Al sexto le tocó las orejas, lo aliñó y no nos lo enseñó al menos para descartar que hubiera sido una ilusión que echara la cara abajo en banderillas.

En esta tarde todos pierden el crédito. Lo dicho, pedimos el divorcio.

¡Aquí paz y allí gloria!

FICHA:

SEVILLA, los victorinos. Toros de Victorino Martín el quinto como sobrero. Desiguales de presentación. Muy terciados el tercero y el sobrero. En líneas generales descastados. Alguno manejable, como el cuarto. Ninguna alimaña. Antonio Ferrera, pinchazo bajo, pinchazo y tres descabellos, eso es no matar un toro, (silencio). Media estocada tendida, (silencio).El Cid, media estocada atravesada y dos descabellos, (silencio). Tres pinchazos, uno hondo y dos descabellos, (pitos). César Jiménez, media trasera y tendida, aviso, (silencio). Dos pinchazos, media atravesada y tres descabellos, (silencio).El Boni fue ovacionado tras parear al segundo pero no quiso desmonterarse.