INSPIRACIÓN CITROËN
Por Agustin Hervás
Onda Cero Radio
A la orden de la segunda corrida Picassiana, que en realidad es la tercera, salieron los toreros decorados con los atavíos propios. Picassianos los dibujitos en los capotes de paseo, unos blancos en fondo rojo, y otros oscuros en fondos más o menos claros. Sencillo el decorado de la seda de El Cid pero no por ello menos lustroso. Sobre un fondo azul unos rosetones rosas. Arlequín en grana los motivos del vestido de El Fandi. Pero el de Conde, el de Javier Conde, el que más. Uno que no es muy versado en esto de los trapos, no alcanza a describir el atuendo de Javier, salvo para contarles que a lo que me parecía, las formas y los colores estaban sacados de la mismísima inspiración de los diseños del Citröen Picasso. Sí, ese monovolumen que experimenta sobre su chapa multicolores pinturas. Sin embargo, dicho esto, entiendo que también podría ser al revés. Que Conde sirva con su sallo, de inspiración a los diseñadores franceses... de coches.
Se abría la temporada taurina en La Malagueta y a ella acudió lo menudillo de nuestra política. El señor Pendón y sus acólitos, con visibles caras dormitabundas, pues se ve, que la Semana Santa ha sido muy dura, procesionalmente hablando. La señora Gámez a quien los pestiños parecen haberle sentado bien en estas fechas. No parece muy correcto decirle a una señora que la he visto más gordita. El señor Bendodo, artífice de este espectáculo. Reservemos los adjetivos para la parte cómica del “analís”. El señor alcalde de la ciudad que se vino del burladero opuesto para saludar expresamente a la Trini. ¡Perdón, me niego a ser tan meapilas como los políticos amigos del amiguismo, el tuteo y los palos al Diccionario, y rectifico! A saludar expresamente a la señora Ministra de Sanidad, doña Trinidad Jiménez, que por otra parte era , de entre ellos, la que mejor color tenía en este Sábado de Gloria.
Como la cosa va de sociedad, que es en realidad lo mejor que pasó por la primera tarde de toros en Málaga, digamos que Oscar Higares y acompañante, estuvieron en el tendido. Que Fermín Bohórquez padre, Miguel El Litri, Manolo Sánchez y Pepe Luis Martín, en el callejón, junto a una pléyade de mas o menos documentados, que como es habitual, para estos fastos se apuntan a un bombardeo. También reconocí parado en la Puerta Grande a Curro Vega. No el hermano de Mari Paz, sino el mano derecha en los asuntos de estado de Francisco Rivera Ordóñez.
Y vamos a la parte cómica del espectáculo. Para empezar algunas perlas entresacadas del sabio público que a decir verdad hoy ha estado distante del Mundo Feliz. Uno dijo: “esta es la segunda Picassiana o cómo acabar con el arte”. Y se quedó tan fresco. El doliente ligó, quizás lo mejor ligado de la tarde, el arte de un gran pintor, con el arte que los promotores de la idea Picassiana quisieran que tuviera esta corrida. O cuanto menos consolidarla como un evento parecido a la Goyesca. Luego me dijo por lo bajini que “aviaos están estos si piensan que nos van a igualar” No pregunté de dónde era el sufrido, pero me quedaba claro.
Otra perla: “Manolón que le vas a buscar la ruina a la plaza de Málaga”. En clara alusión al nuevo veedor de toros para la empresa.
Pero lo más autentico de la tarde lo dijo una señora en el seis y seguido desde el tres y casi por media plaza, con música. Gritó, con voz menuda, pero gritó: “plaza de primera, toros de tercera”. La otra media no se pronunció porque se la cogen con papel de fumar.
A todo esto quiero decirles que soltaron seis toros de Algarra, el sexto como sobrero, desiguales de presentación, ayunos de fuerzas y de juego, algunos tenían voluntad de embestir pero no podían. Todos parados y uno, el tercero que se movió más, sin emplearse. He apuntado lo de la voluntad de embestir porque me pareció extraño que el segundo toro se acabara muy pronto, y que el que no se empleó hubiera sido excelente para el tercio de banderillas. El sexto me pareció del mismo modo extraño que acudiera con bastantes pies a banderillas y que en la muleta ni se moviera. Debo sospechar que la sombra de la droga pudo haber caído por este encierro, pues se dice por las esquinas que se ha puesto de moda entre los taurinitos un chute que con efecto retardado afecta a la musculatura del animal. No pregunten más que investigaremos a ver si es esto, o es el descaste en que, a la muerte de Don Luis Algarra, ha caído esta ganadería.
A Javier Conde le pegaron dos broncas aunque al arrastre de sus toros, le silenciaron y le pitaron. Con razón todo, pues el pagano tiene la razón. Ahora bien, hemos escuchado que Javier pretendía traer para esta corrida toros de Juan Pedro, y aquí la duda porque de salir como en otras plazas... ni estos, ni aquellos, pero quizás el torero con más ánimo ante aquellos que con estos. De todas formas no hay excusas pues él es parte de la empresa, y en su pecado lleva la penitencia.
A El Cid le anotamos en sus toros dos recibos a la verónica largando mucho trapo, pero sólo cuando El Fandi le quitó el primero por tafalleras, en la réplica, El Cid dio dos verónicas y media, de cuidado. En el segundo estuvo voluntarioso, y en el quinto porfión.
El Fandi puso todos los pares pasados aunque tiene mérito el de correrle y cuadrar hacia atrás. Por lo demás pundonor y voluntad estrelladas.
No hay más verdad para esta corrida que lo que dijo la señora del seis, que Puche nos trata de idiotas dándonos toros de tercera en una plaza de primera.
¡Aquí paz y allí gloría!
FICHA:
Málaga, Sábado de Gloria. Segunda corrida, que hizo tercera, Picassiana. Seis toros de Algarra, desiguales de presentación. Chico y gordo el primero. Segundo feo y gordo. Terciado el tercero. Cuarto basto. Quinto y sobrero sexto bien presentados. El quinto con altas sospechas de afeitado. Se dejaron en el primer tercio, o lo que hoy sea la suerte de varas. Galoparon por lo general en banderillas, el cuarto con la cara alta, y a la muleta llegaron parados por manifiesta falta de fuerzas, motivo por el que fue devuelto el sexto titular. Pitados al arrastre, segundo, quinto y sexto. Javier Conde, tres pinchazos yéndose de la suerte, (silencio). Tres pinchazos también yéndose, (pititos). El Cid, estocada trasera tendida baja y atravesada, (silencio). Pinchazo y estocada caída con derrame, (al tercio). El Fandi, estocada atravesada que asoma, aviso, descabello, (al tercio). Trasera tendida caída, dos descabellos, (al tercio).
Pepillo Chico, de la cuadrilla de Conde, que picó el cuarto, estuvo bien, montando, llevando el caballo muy suelto, y midiendo los puyazos a la orden.
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