UN GRAN TORERO

El Juli. Foto de Manolo Ortega

UN GRAN TORERO
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

Un hombre, joven, rico y figura del toreo, llorando por haber conquistado la Puerta de la Gloria, no puede tener más que una lectura: afición. Ser torero y buen aficionado no es fácil, igual que conquistar esta Puerta del Príncipe a la que Julián López El Juli, ha llegado. Y lo ha hecho con verdad con pureza y como en el toreo debe ser, corazón y cabeza. Tres orejas, o cuatro, y tres vueltas al ruedo, o cinco. ¡Qué más da! La sensación de ver a un gran torero, a un gran matador de toros compensa cualquier otro premio material.

El Juli ha estado por encima de su primer toro que brindó a la Infanta Elena, un toro al que recibió con el mejor toreo de capote de la feria y que cumplió en varas y fue bien a palos. A la muleta fue con embestidas de bravo pero no siempre con el mismo recorrido, con el mismo viaje. Pero el madrileño lo entendió. En las primeras tandas por el pitón izquierdo Juli se tomó sus ventajas, con el piquito y despegadito y cuando la faena fue a más se centró superior. Luego se la mudó a la zurda y por ahí la cosa tuvo su discontinuidad. Cuando volvió al pitón derecho ligó muy bien y limpio, sin que le tropezara el toro la muleta si bien continuaba algo despegado. De ahí en adelante cuajó al toro y rompió a más la faena. Los naturales sinceros con un manejo de la franela exquisito. No podemos olvidar que toda la tarde ha estado lloviendo y los engaños duplicaban su peso. Al Juli no le importó porque los movía con un oficio de maestro para enseñar a los aprendices. El remate de maestro buscando las rayas y con cierta gracia. No importó que Francisco Teja, el presidente le negara una oreja. Lo hecho, hecho estaba y había otro toro en los chiqueros que fue bravo en todos los tercios, ni un extraño, ni un mal gesto del cuarto de la tarde. Y otra vez el capote, pero ahora a la verónica templada. ¡Y como abrió la faena! Flexionando la rodilla, alargando el brazo, llevando la muleta al infinito para enseñarle a embestir. Y el toreo, y la plaza rota, y el torero entregado y los naturales de muerte. Lo mejor del toreo. Es verdad que queda mucha temporada por delante, pero lo visto, visto está.

Después de aquello, en el resto de los toros nada interesaba. Cualquier cosa que hicieran Castella o Perera no iba a superar lo hecho por El Juli. Y como hay Dios, El se encargó de que así fuera, pues en ningún modo los cuatro toros restantes fueron los dos que sorteó El Juli. El francés no pudo torear al segundo de la tarde en la distancia, ni en la cercanía. Resultó muy trompicado. Curiosamente esta tarde le ha ido mal precisamente cuando no ha abierto sus faenas con los pases cambiados en el centro del ruedo. Le pudo en las tablas al descastado y deslucido Ventorrillo, que siempre las buscó. Con el quinto, un toro que se venia cuando lo llamabas pero que no terminaba de rematar en la embestida, no terminó de cogerle el aire por ningún pitón. Quizás le faltó jarabe de palo al burel que le ganaba la acción al torero. Además se equivocó Castella cuando abriendo la faena en tablas, para rematar, le pegó un recorte brusco de mucho cuidado.

Tampoco fue la tarde de Perera, un torero que por unas cosas u otras no está sonando en este principio de temporada. Con el tercero un esfuerzo vano ante un toro bueno pero sin fuerza, y con el manso sexto ni si quiera lo macheteó como hubiera sido preceptivo.

Los toros de El Ventorrillo bien presentados, dos bravos, 1º y 4º, uno manejable, 5º. 3º bueno pero sin fuerza. 2º descastado. 6º manso.

¡Aquí paz y allí gloria!

FICHA:
SEVILLA, cundo Juli abrió la Puerta del Príncipe.
Seis toros de El Ventorrillo, bien presentados, como hay que venir a Sevilla. Bravos 1º, 4º. El Juli, estocada perdiendo la muleta, (oreja y dos vueltas al ruedo). Bronca al presidente. Estocada trasera prolongando a agonía, (dos orejas). Salió por la Puerta del Príncipe. Sebastián Castella, estocada trasera caída, (silencio). Estocada trasera baja, (silencio). Miguel Ángel Perera, falla el primer envite, pinchazo, estocada trasera tendida, (silencio). Pinchazo, estocada corta tendida trasera y caída, (silencio).
Curro Molina se desmonteró tras parear al segundo.
Asistió la Infanta Doña Elena al Palco Real.