del Álamo. foto de portaltaurino.comSaluda Dufau al arrastre del primero
Segundo novillo de la tarde. Nº 44. Negro. Chico. El novillo desarma al novillero Juan del Álamo y a su subalterno. El novillo con muchos pies y el salmantino le da dos buenas verónicas. Lo para bien. Toma con aseo la primera vara. Rehusa la segunda. Se para. Se lo piensa. Se va suelto de la segunda entrada al caballo.
Quita con más voluntad que oficio, el novillo se vence por el izquierdo. Echa la cara arriba en el primer par. Se duele en el segundo. Cornea arriba en el tercero.
Brinda al publico. Abre bien la faena doblándose. Se echa la muleta a la izquierda y le enjareta tres tandas con exposición porque el novillo no humilla. En la cuarta tanda al natural el novillo se entrega y llega la emoción. A la quinta lo mide bien y cuaja la serie con borrón final. Con la derecha el novillo después de la primera tanda, le rehusa en las restantes. Del Álamo muy firme. Vuelve a la izquierda donde le arranca un final de faena con ganas e interés. Preparándolo para la muerte el novillo hace amago de rajarse. Media tendida que basta. Novillo con genio que nada tiene que ver con la casta. Oreja merecida.
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