José Tomás en Málaga, Resurrección 08NO HAY MAS VERDAD QUE TODO ES MENTIRA
Por José Cisneros
Día a día me voy dando más cuenta que el mundo en el que vivo y voy a dejar en herencia me gusta menos, será la edad, porque llegas a pensar en ese dicho de los más mayores y que tantas veces hemos oído decir, ¡no hay mas verdad que todo es mentira!
Y llego a esta conclusión tras la parte final del homenaje ofrecido en Baeza a D. José Antonio Soriano, anterior Director General de Espectáculos Públicos de la Junta de Andalucía, del cual ya se informó en su momento. Como en todo acto que se precie, antes de finalizar el mismo se pasó micrófono a los asistentes que tuvieran alguna pregunta que formular, solamente hubo UNA, y más vale que no la hubiera formulado el aficionado en cuestión, pues el runrún en la sala se hizo palpable, ignoro si por la pregunta en sí o quizás por ser un acto de homenaje y no ser el momento apropiado, en este sentido lo dejo a la libre opinión del lector.
La pregunta en cuestión fue si el Reglamento Taurino permitía el afeitado de pitones a los toros, el Sr. Soriano como es lógico contestó negativamente, el interlocutor volvió a preguntar el porqué entonces del consentimiento de esta acción. Sobre el tema del afeitado, el Sr. Soriano manifestó que a pesar de los expedientes abiertos a algunos ganaderos cuando dirigía el departamento, en esta autonomía andaluza se perdona más, en cambio en el norte del país miran más al toro, de todas formas, concluyó; “este tema es una guerra perdida” incluso fuera de Andalucía, entre otros motivos porque hay que demostrarlo y esto resulta ser tarea ardua.
Suelo respetar todas las opiniones, incluso a quien difiera de la mía y me proporcione nuevos criterios, pero en este caso y con todos mis respetos hacía el Sr. Soriano, no puedo compartir su argumentación. Como aficionado a los toros en toda su pureza, como suele decirse “se me cayó el alma a los pies”. No puedo concebir este tipo de argumentación proveniente de una persona que ha sido la impulsora de un Reglamento Taurino que dicen es modelo para el resto de España, y la máxima autoridad en asuntos taurinos. No la comparto pero puedo llegar a entenderlo cuando leo a Crivell que se han consentido indultos en plazas portátiles o en festivales taurinos a pesar de prohibirlo el propio Reglamento en su artículo nº 60, apartado 5 (La Calahorra (Granada) y Constantina (Sevilla) el primero, un festival sin picadores en plaza portátil; el segundo, un festival picado), nos podemos esperar cualquier cosa. Como vemos la propia Consejería incumple el Reglamento, cuando nada se ha dicho sobre las sanciones impuestas a los presidentes de los festejos anteriormente mencionados o si han sido declarados no aptos previa audiencia del interesado para tal función por la Dirección General competente en materia de espectáculos taurinos como ordena el reglamento.
Y yo me pregunto: Ya que según el Sr. Soriano aquí se perdona más y miramos al toro menos que en el norte, sería una buena opción eliminar el artículo 30 del vigente “Reglamento modelo del resto de España”, y poner en su lugar uno que obligara a figurar en los “grandes carteles” a cambio de “SENSACIONAL”, “ENORME”, GRANDIOSA” “BRAVOS” y otra serie de calificativos engañosos, simple y llanamente, las reses a lidiar estarán “INTEGRAS” o “MANIPULADAS”, de esta forma se acabaría con la polémica nada moderna por cierto del afeitado o no afeitado y nadie se llevaría a engaño, si como dicen, somos tan pocos los aficionados y multitudinarios los que asisten a las corridas de toros como público, ¿porqué no prueban a anunciar el espectáculo en toda la verdad y no con un cartel engañoso?; si bien no lo es en su redacción, lo es en cuanto hace acto de presencia el más honrado, EL TORO, que aunque se ajuste a la edad, deja de serlo cuando está manipulado.
Pero esto: ¿influiría en los cachés de ganaderos?, no venderían sus corridas al mismo precio, ¿influiría en el caché y prestigio de los toreros?, ¿ temerían algunos de ellos a que otros tan buenos o mejores que ellos que con la política actual no torean, torearían más y se vería verdaderamente la valía de cada uno con arreglo a su valor y no al número de festejos?, solo hay que ver las actuaciones por categoría de plaza de los primeros del escalafón, ¿afectaría el precio de las localidades?, porque el empresario no podría cobrarle al consumidor lo mismo por un producto que por otro como sucede en la actualidad a sabiendas que todos los carteles no tienen el mismo presupuesto ni categoría, pero aquí se paga lo mismo por un jamón de “bellota” que por uno “serrano” y tan contentos, ¿influiría en la concesión de subvenciones?, porque los ayuntamientos no darían el mismo dinero para una clase de espectáculo que para otro. Esto no le interesa a nadie más que al buen aficionado, al que defiende y respeta tanto a la Fiesta como al Toro íntegros, pero como estos aficionados dicen caber en un autobús no interesa.
Pero de lo que si estoy seguro y mas habiendo oído al Sr. Soriano es que los aficionados que tenemos esta opinión, tenemos la guerra perdida, pero aún nos queda el consuelo de que más se perdió en Cuba, paraíso mundial de las libertades. Como dice mi amigo Agustín al cierre de sus temas, aquí Paz y allí Gloria, y yo añado, vivir para ver y ver para creer.
Día a día me voy dando más cuenta que el mundo en el que vivo y voy a dejar en herencia me gusta menos, será la edad, porque llegas a pensar en ese dicho de los más mayores y que tantas veces hemos oído decir, ¡no hay mas verdad que todo es mentira!
Y llego a esta conclusión tras la parte final del homenaje ofrecido en Baeza a D. José Antonio Soriano, anterior Director General de Espectáculos Públicos de la Junta de Andalucía, del cual ya se informó en su momento. Como en todo acto que se precie, antes de finalizar el mismo se pasó micrófono a los asistentes que tuvieran alguna pregunta que formular, solamente hubo UNA, y más vale que no la hubiera formulado el aficionado en cuestión, pues el runrún en la sala se hizo palpable, ignoro si por la pregunta en sí o quizás por ser un acto de homenaje y no ser el momento apropiado, en este sentido lo dejo a la libre opinión del lector.
La pregunta en cuestión fue si el Reglamento Taurino permitía el afeitado de pitones a los toros, el Sr. Soriano como es lógico contestó negativamente, el interlocutor volvió a preguntar el porqué entonces del consentimiento de esta acción. Sobre el tema del afeitado, el Sr. Soriano manifestó que a pesar de los expedientes abiertos a algunos ganaderos cuando dirigía el departamento, en esta autonomía andaluza se perdona más, en cambio en el norte del país miran más al toro, de todas formas, concluyó; “este tema es una guerra perdida” incluso fuera de Andalucía, entre otros motivos porque hay que demostrarlo y esto resulta ser tarea ardua.
Suelo respetar todas las opiniones, incluso a quien difiera de la mía y me proporcione nuevos criterios, pero en este caso y con todos mis respetos hacía el Sr. Soriano, no puedo compartir su argumentación. Como aficionado a los toros en toda su pureza, como suele decirse “se me cayó el alma a los pies”. No puedo concebir este tipo de argumentación proveniente de una persona que ha sido la impulsora de un Reglamento Taurino que dicen es modelo para el resto de España, y la máxima autoridad en asuntos taurinos. No la comparto pero puedo llegar a entenderlo cuando leo a Crivell que se han consentido indultos en plazas portátiles o en festivales taurinos a pesar de prohibirlo el propio Reglamento en su artículo nº 60, apartado 5 (La Calahorra (Granada) y Constantina (Sevilla) el primero, un festival sin picadores en plaza portátil; el segundo, un festival picado), nos podemos esperar cualquier cosa. Como vemos la propia Consejería incumple el Reglamento, cuando nada se ha dicho sobre las sanciones impuestas a los presidentes de los festejos anteriormente mencionados o si han sido declarados no aptos previa audiencia del interesado para tal función por la Dirección General competente en materia de espectáculos taurinos como ordena el reglamento.
Y yo me pregunto: Ya que según el Sr. Soriano aquí se perdona más y miramos al toro menos que en el norte, sería una buena opción eliminar el artículo 30 del vigente “Reglamento modelo del resto de España”, y poner en su lugar uno que obligara a figurar en los “grandes carteles” a cambio de “SENSACIONAL”, “ENORME”, GRANDIOSA” “BRAVOS” y otra serie de calificativos engañosos, simple y llanamente, las reses a lidiar estarán “INTEGRAS” o “MANIPULADAS”, de esta forma se acabaría con la polémica nada moderna por cierto del afeitado o no afeitado y nadie se llevaría a engaño, si como dicen, somos tan pocos los aficionados y multitudinarios los que asisten a las corridas de toros como público, ¿porqué no prueban a anunciar el espectáculo en toda la verdad y no con un cartel engañoso?; si bien no lo es en su redacción, lo es en cuanto hace acto de presencia el más honrado, EL TORO, que aunque se ajuste a la edad, deja de serlo cuando está manipulado.
Pero esto: ¿influiría en los cachés de ganaderos?, no venderían sus corridas al mismo precio, ¿influiría en el caché y prestigio de los toreros?, ¿ temerían algunos de ellos a que otros tan buenos o mejores que ellos que con la política actual no torean, torearían más y se vería verdaderamente la valía de cada uno con arreglo a su valor y no al número de festejos?, solo hay que ver las actuaciones por categoría de plaza de los primeros del escalafón, ¿afectaría el precio de las localidades?, porque el empresario no podría cobrarle al consumidor lo mismo por un producto que por otro como sucede en la actualidad a sabiendas que todos los carteles no tienen el mismo presupuesto ni categoría, pero aquí se paga lo mismo por un jamón de “bellota” que por uno “serrano” y tan contentos, ¿influiría en la concesión de subvenciones?, porque los ayuntamientos no darían el mismo dinero para una clase de espectáculo que para otro. Esto no le interesa a nadie más que al buen aficionado, al que defiende y respeta tanto a la Fiesta como al Toro íntegros, pero como estos aficionados dicen caber en un autobús no interesa.
Pero de lo que si estoy seguro y mas habiendo oído al Sr. Soriano es que los aficionados que tenemos esta opinión, tenemos la guerra perdida, pero aún nos queda el consuelo de que más se perdió en Cuba, paraíso mundial de las libertades. Como dice mi amigo Agustín al cierre de sus temas, aquí Paz y allí Gloria, y yo añado, vivir para ver y ver para creer.
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