CURRO DIAZ
LA VERDAD DE UN TORERO
Por José Cisneros
En la noche del pasado viernes se celebró la primera tertulia del II ciclo que el Club Taurino de José Fuentes tiene programadas para este año.
Con unas breves y emotivas palabras del presidente del citado Círculo Taurino D. Jerónimo del Olmo, con las que dio su bienvenida y agradecimiento tanto al torero Curro Díaz como a los aficionados asistentes, comenzó el acto presentado por el crítico taurino de la S.E.R. de Linares Juan Moya “Costillares” que al ver el local totalmente abarrotado sus primeras palabras fueron “con un cartel rematado, la gente responde”.
Juan, hizo un extenso recorrido por la vida profesional y artística de Curro, alegando que desde aquel 1 de septiembre de 1997, día de su alternativa Curro Díaz estaba predestinado a ser profeta en su tierra.
Curro Díaz al tomar la palabra del mismo modo lo primero que comentó es “hemos llenao”, y es que el torero de Linares derrama el arte tanto vestido de torero como fuera de los ruedos, a los aficionados que amamos el toreo, como dice mi amigo Pablo G. Mancha, Curro nos hace soñar, somos más dichosos, nos recreamos con él cuando cerramos los ojos y en el claroscuro de silencios que se citan en el alma, nos la traspasa con un natural, un pase de pecho o un ayudado por bajo.
El diestro linarense disertó ampliamente de su trayectoria profesional haciendo hincapié en sus principios con comentarios de lo más interesantes y conocidos por pocos aficionados, del mismo modo rindió homenaje a las personas que le ayudaron, pues a pesar de que sea él quien se ponga delante del toro es el apoyo y la constancia de los que le han ayudado lo que más resalta en sus triunfos, de todas ellas destacó a su padre allí presente, lo mismo que al matador de toros Paco Bautista donde subido a sus brazos sería la primera vez que se pusiera delante de una becerra, Pepe Márquez, quien tras verle torear en un tentadero llamó a su padre para torear su primer becerrada, Luís Fernández “Jocho” y su actual apoderado Ignacio González, del cual ha aprendido parte de la tauromaquia de su padre, el genial matador de toros sevillano Manolo González. Enrique Soto, banderillero linarense quien le llevaba a tentaderos junto a otros torerillos de Linares, no en vano fue Enrique quien le regaló su primer traje, blanco. Para Linares tuvo palabras de elogio e hizo un recordatorio a los innumerables artistas de su pueblo así como a antiguos matadores como Víctor Quesada, Paco Moreno, Curro Vázquez, Palomo Linares, Lázaro Carmona y otros, así como a los de su época, su amigo David Sánchez “Saleri” compañero inseparable de tentaderos donde juntos soñarían tantas veces, David Gil y Sebastián Córdoba al que a pesar de su buen toreo no tuvo la suerte que él de ponerlo en el camino. Pero por encima de todos resalta la figura del maestro José Fuentes, dejando bien asentado ser donde basa su tauromaquia. Recuerda cuando el maestro José entrenaba en la plaza de Linares y todos los aspirantes asistentes toreaban queriéndolo emular y él en cambio sentía tanto respeto por el maestro que al verle se quedaba sentado en el estribo, incapaz de dar un capotazo delante de José. Hoy se siente orgulloso que su toreo recuerde al maestro de Linares.
También habló del parón de tres o cuatro años que pasó en el campo, momentos duros pero importantes en su vida, vivencias que dan mucho que pensar, no culpa a nadie y piensa que lo importante es no perder el tiempo y mentalizarse para ser torero. Pasado el parón y nuevamente por la insistencia de su padre lo ponen en Madrid y tiene la suerte que le embista quince veces un toro del Cura de Valverde, a partir de ahí viene Barcelona, nuevamente Madrid al año siguiente donde triunfa cortando las dos orejas a un toro de Los Recitales.
Tiene muy en mente algunos deseos que quisiera llegaran de inmediato como son los triunfos en Sevilla por la fe que muchos aficionados tienen puestas en él a pesar de no ser sevillano, lo mismo que el triunfo en Málaga, plaza donde más le dolió pinchar a un toro que ha sido uno de los mejores que ha toreado.
De los sectores más críticos como es el tendido 7 de Madrid declaró considerarlos necesarios, por críticos y duros pueden dar la impresión de intolerantes pero cuando un torero dice “aquí estoy yo” se le rinde y se le respeta, por ese motivo deben existir para bien de la Fiesta y que esta no degenere.
Sobre el indulto se muestra partidario siempre y cuando el ganadero sea partidario de ese indulto, este tema fue amplio y muy subjetivo ya que desde su punto de vista hay que tener muy en cuenta los encastes, hay algunos que salen muy fríos en los dos primeros tercios como por ejemplo el encaste “Atanasio” pero después en la muleta son bravos y encastados, en cambio los “Pedrajas” de Guardiola son todo lo contrario, van varias veces y de largo al caballo y en cambio después en la muleta suelen quedar parados.
Para finalizar, Curro se sintió agradecido y afortunado en su trayectoria, demostrando en sus palabras de no sentirse acreedor de nada un gesto humilde que le honra como persona y como torero. Pienso que de algo debe sentirse acreedor, de los buenos momentos de arte con los que nos obsequia a todos los amantes del buen toreo.
Al final de la tertulia, fue obsequiado con una talla en “terracota” que representa a la entidad organizadora del acto y una hermosa y sentida poesía que le dedicó la señora del presidente, María Luisa fue el broche de una noche con duende, seria en momentos, pero en la que no faltó la gracia que hace amena una velada taurina.
Como han podido apreciar una velada de lo más taurina, llena de arte, un torero grande y buenos aficionados, no es la primera vez que lo comento, dentro de la provincia de Jaén, en Linares no se acaban los toros cuando finaliza su feria de agosto, el invierno taurino es de los más esperados por el buen aficionado.
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